CAPÍTULO 23

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Eran las 4 de la mañana...Levy se tomó un respiro y entró a la habitación.

-Estuvo muy buena esa fiesta para que llegues a esta hora–dijo Eren serio.

El pelinegro sonrió y se quitó el abrigo.

-No quise despertarte–Se disculpó Levy. -Lo siento...

-Tengo insomnio... no me dieron mis pastillas para dormir–el castaño lo miró. -Es tu culpa elfo...

- ¿Podemos discutir al amanecer? –Preguntó Levy tirándose en el sofá cama. -Estoy muy cansado.

-Yo no te mande a esa fiesta–Bufó Eren. -Quiero dormir, pero no puedo...

Levy se levantó y se acercó a la mesa de noche... abrió el segundo cajón y saco un pequeño frasco de vidrio y una jeringa.

-Te daré una dosis pequeña para que duermas un rato... no creo que alcances a desayunar con tus padres–dijo Levy al guardar el frasco.

-Lo que sea... sólo quiero descansar, me siento exhausto–respondió Eren dando un suspiró pesado.

Levy asintió y le tomó el brazo, puso la aguja y le inyectó todo el líquido que había en la jeringa.

-Descansa Eren–Le susurró el más bajo al verlo parpadear pesadamente.

Cuando la respiración de Eren se relajó Levy supo que había caído profundamente dormido... no se controló y le acarició la mejilla y él cabello de forma delicada admirando cada parte de su perfecto rostro, en un suave movimiento posiciono sus suaves y delgados belfos en la frente del castaño.

-Lo siento... perdóname Eren–Susurró Levy y fue a acostarse en su sofá cama.

Cerró los ojos por unos minutos y calló en un sueño profundo. Necesitaba retomar fuerzas para lo que se venía... porque todo cambiaría dando un gran giro.

💫

Muy pocas horas durmieron ambos hombres. Eren había ocultado la verdad del porque estaba despierto y Levy ni idea tenía.

-Enano despierta–dijo Eren al momento de tirarle una almohada a Levy.

- ¿Nunca podrás ser amable? –el más bajo se sentó y suspiró.

-Tengo hambre... ese medicamento que me das sólo me produce ansiedad–Eren suspiró.

- ¿Pero pudiste dormir? –Levy bostezó y se levantó.

-Si... y tengo hambre, ¿Qué me trajiste?

-A mí ... ¿Qué? –no me mires así– ¿No te basta con tenerme a mí? –Levy río cuando Eren le mandó otra almohada.

-No seas idiota... ¿Qué me trajiste? te dije que no volvieras si no me traías nada–Habló Eren con el ceño fruncido.

-Traje unos pasabocas, los guardé en la cocina y les puse tu nombre–Levy se levantó y suspiró. -Iré a ducharme...

-Primero ve y dile a Isabel que me suba lo que me trajiste... hoy no quiero bajar–Le informó el castaño.

- ¿Por qué? ¿no te sientes bien? –Preguntó Levy preocupado.

-No quiero ver a mis hermanas... -Está bien–el pelinegro se estiró y bostezó saliendo de la habitación.

Eren se arrastró por la cama y se giró para poder alcanzar el celular de Levy... se estiró un poco más y lo tomó...

Pero la puerta se abrió y el celular cayó al suelo.

- ¿Qué haces? –Preguntó Levy con los brazos cruzados.

- ¿Tu qué haces aquí? –Preguntó Eren serio.

-Mi celular se me quedó... y ese es mi celular–Levy señaló el suelo de madera.

-No lo es...

-Si lo es–Levy se le acercó y lo tomó. -Es mi celular... ¿por qué lo querías?

-Solo quería ver algo–el castaño se sentó y suspiró. - ¿Tomaste fotos ayer?

-No... estaba ocupado con los recién casados y unos amigos–Levy encendió el celular y suspiró al ver la foto donde Marco le daba un beso en la mejilla.

-Quería ver cómo te vestiste o si te quedaste con esa horrible ropa...

- ¿Querías chismosear? –Levy sonrió con burla. -Eso no habla bien de usted señor Jaeger...

-Solo tengo curiosidad... además tu nunca dices nada y eso de amigos es mentira, sólo hablas con esa tal Pequitas–Eren lo miró indignado. -Somos amigos... debes decirme...

Levy sonrió... ¿amigos? nunca creyó escuchar esa palabra salir de Eren.

-Si tengo más amigos... estudiaron enfermería en mi misma universidad, otros son amigos de mi Pequitas y por lo tanto me habló con ellos... no es mayor cosa...

- ¿Fotos? –Eren estiró su mano.

-No tengo, cuando sea prudente le diré a mi Pequitas que me envíe fotos–Levy se levantó y suspiró. -Iré por su desayuno.

- ¡Huye cobarde, algo escondes! –Le gritó Eren con burla.

Levy solo atino a sonreír y guardó su celular en el bolsillo trasero de su pantalón, iba por el pasillo y se encontró con Carla.

- ¿Y Eren? –Preguntó ella acercándose a él.

-En la habitación, recién se despertó y no quiere bajar porque se siente cansado así que le diré a Isabel que le suba unos pasabocas que traje ayer...

- ¿Él quiere comer eso? –Preguntó ella extrañada.

-Lo exigió... debía hacerlo o de lo contrario no podría volver a la casa–el pelinegro sonrió e iba a darse la vuelta para retirarse, pero la señora Jaeger le tomó el brazo.

Levy se giró y la miró un poco confundido.

- ¿Sucede algo señora señora Jaeger? –Preguntó Levy.

-Mi esposo me habló de su conversación–dijo ella sin ninguna expresión.

Levy se preocupó... se golpeó mentalmente por haberse sincerado con el señor Jaeger.

-Señora yo...

- ¿Te gusta mi hijo? –Preguntó ella soltándole el brazo.

Levy se tensó inmediatamente.

-Respóndeme–Ella levantó una ceja.

-Me disculpó si en algún momento la he ofendido por mi modo de ver a su hijo, pero le juró que jamás me he sobrepasado con él yo...

-Con un si me conformo–Carla sonrió. -Y no te preocupes, he visto que eres muy profesional Levy... he visto muchos ojos que ven a mi hijo, pero nunca vi esa mirada que tú tienes...

-Lo siento...

-Nunca te disculpes por enamorarte, no tienes la culpa...

-Si la tengo...

-Pero que bien guardadito te lo tenías enano– Carla se giró y era su hija Mikasa sonriendo con arrogancia.

-Mika...

-Debes alejarlo de Eren, no sabemos que le puede hacer...

-Cállate Mikasa, mejor ve a tu habitación y no digas nada... puedes seguir con tu camino Levy...

El pelinegro hizo una reverencia y se fue con el corazón a mil... ¡problemas! gritaba su cabeza.

Pasos hacia el amor -Ereri (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora