Aléjate De Mí

Capítulo 8: Te extrañe amore/ Doonobanh

—Tienes razón — doy vuelta la moto —. James y Rose sigan solos hasta Squars yo voy a ayudar — digo por el comunicador.

—Ten cuidado Arlet — dice Rose con preocupación.

—Lo tendré. Ustedes igual — miro a Liam —. ¿Mi francotirador favorito está listo? — le pregunto con una sonrisa.

— Siempre estoy listo hermosa. Vamos a patear algunos culos.

Acelero a toda potencia de vuelta al área de batalla.

— Chris estoy volviendo con Liam vamos a ayudar.

—No Arlet. Vayan a la centrar. ¡Carajo en posición ya! — les grita a los demás.

—Tarde primito estoy llegando — Liam se baja de la moto rápido al igual que yo —. Están en esos edificios, ve con ellos — se da la vuelta, pero lo detengo —. Cuídame el culo Liam.

Sonríe y mira para abajo, se muerde el labio y suelta.

—Siempre lo voy a hacer — acaricia mi mejilla —. Me tengo que ir — se va corriendo hacia los edificios.

Como extrañaba tenerlo de cierto modo.

Voy hacia el grupo B y me posiciona entre Kylan y Chris, ambos me miran a la vez negando con la cabeza.

—¿Qué?

—Nada — dicen a la vez, están enojados.

—No los voy a dejar solos — aclaro para finalizar la conversación. Al frente de nosotros aparecen tres camiones y de cada una bajan como diez hombres. Hablo por el micrófono — Somos trece contra treinta, no es nada chicos.

— En realidad son cuarenta — aclara Parker.

—¿Cómo lo sabes? — pregunta Carmín.

—Sensor de calor claramente — dice obvio —. Así que matando tres cada uno están bien.

—Okey ya se acercan, en posición.

Nos ponemos yo, Kylan, Dove, y Peyton atrás de la primera camioneta. Y los demás en la segunda camioneta. Puedo escuchar los pasos de los soldados, agarro un trozo de espejo del suelo y lo uso para mirar que tan cerca están. Se están acercando en tres filas.

—Grupo D maten a los primeros diez que están más cerca — en respuesta se escuchan los disparos.

Los soldados de la milicia empiezan a disparar para todos lados, no encuentran el punto en donde se encuentran nuestros francotiradores.

—Salgan chicos — salimos los ochos y empezamos a disparar.

Cuatro se acerca hacia mi sin intención de dispararme, los pocos que saben que soy la hija de Frederick siempre intentan secuestrarme. Dove se pone a mi espalda y nos rodean. Uno intenta de golpearme en el rostro, pero lo esquivo no pienso usar mi arma, esto tiene que ser justo. Miro para atrás un segundo y Dove me comparte la misma mirada. El otro hombre me sujeta del brazo y le tiro un codazo en el rostro, se toca la cara con dolor y siento un brazo apretando mi cuello con fuerza, intento de soltarme pero no puedo y me empieza a faltar el aire. Veo a Dove de reojo y esquiva todos los golpes de los dos hombres que la rodean, luego se le acerca un tercero por detrás y le da en el estómago dejandola sin aire.

El que me tiene inmóvil con su otro brazo me toma de la cintura y me levanta, empieza a caminar hacia su camioneta. Saco mi arma y con el mango le golpeo en la cabeza, al instante me suelta y empieza a sangrar en donde golpee. Se queda de rodillas en el piso y me acerco.

—Maldita basura — escupo con asco.

—Arlet vámonos — me llama Landom.

Lo miro y asiento, vuelto a ver a el idiota que intento llevarme, pero ya está tirado en el piso y no se mueve. Me doy la vuelta y empiezo a caminar hasta que caigo en el pavimento porque me sujeta del tobillo. Maldito hijo de perra. Me arrastra hacia él, con el pie libre le pego en la cara, queda boca arriba y envuelvo mis piernas a su cuello.