Capítulo 33: ¿Hablas de la puta mafiosa?

1 0 0
                                    

Narra Henry

Nos levantamos con Doonobanh y fuimos a entrenar a la cancha abandona, creo que necesitábamos estar así, solos en un lugar para hablar de las cosas que le dijo Frederick, porque volvió muy afectada.

—Henry — me llama ella, sentándose en la banca y haciendo golpecitos para que me siente a su lado.

Hago caso a llamado, me siento a su lado y tomo su mano.

—¿Vas a contarme?

—Creo que ya es el momento...—suspira— fui decidida a resolver dudas y contarle todo lo que ocurrió durante su ausencia, pero no fue como lo esperaba.

—¿Por qué?

—Me contó que tengo una hermana Henry.

Mis ojos se abren a más no poder.

—¿Una hermana? ¿Frederick tiene otra hija?

—Él no, mi madre si.

Mis ojos se abren aún más de la impresión.

—¿Tu madre tuvo otra hija? ¡Mierda, eso no me lo esperaba!

—Si, yo tampoco lo quería creer, pero tengo una foto de ella —saca de su bolsillo una foto toda arrugada.

La sujeto con mis manos y mi cuerpo se paraliza, no puede ser.

—Mierda, no puede ser - susurro. Le doy la foto a Doonobanh y sujeto mi cabello pensando, no, no esto es imposible.

—¿Qué ocurre? — pregunta preocupada por mi reacción.

—La conozco — sus ojos me miran fijos y traga con fuerza.

—¿De dónde? — pregunta, sus ojos están algo llorosos.

—Ella era mi novia — suelto sin más. Es mejor que intentar de buscar las palabras justas para decirle que estuve con su hermana.

Se sienta en el banco y se queda con la mirada perdida.

—¿Desde hace cuanto? — ni siquiera me mira.

— Desde los dieciseis hasta los diecisiete — me mira fijo.

—¿Seguís teniendo contacto con ella?

—Si.

Su mueca expresa como si ella ya sabía la respuesta, y a la vez no quería tener la razón pero la tuvo y esta decepcionada.

—¿Sabías que era hija de Edgar? — su seriedad puede cortar hasta el metal más grueso del mundo.

— Si, lo sabía — trago saliva porque creo que ya se lo que se viene.

Miro al suelo pensando en lo que sigue ahora, cierros los ojos mientras tomo una respiración profunda para hablar con ella, pero cuando levanto mi cabeza para hablar, ya estaba caminando a su moto.

—¡Arlet espera! — le grito. Voy corriendo porque ya se puso el casco. Apenas llego me da el otro casco, pero cuando intento de subir una pierna para subirme a la moto no me deja —¿En serio me vas a dejar aquí? — digo sin poder creerlo.

—No te quiero cerca, quiero pensar. Lo siento —arranca la moto y me deja tirado en la ruta.

—Ahhh — grito con frustración.

Empiezo a caminar hacia la central, maldiciéndome por no contarle antes. Me lo venía venir, pero no creí que tan pronto le iba a tener que contar. Nos llevamos dos años con ella y aún no entiendo como es posible que sea la hermana de Arlet, ni se si ella sabrá que tiene una hermana, o si sabe de todo lo que hace su padre. No tuve el valor de preguntarle, siempre fue un ser tan inocente, tierno, y amable, todo lo contrario de Doonobanh. Capas que todos estos años me engaño y fingió amarme solo para acercarse a mi porque ya sabía de dónde venía, y yo como idiota caí. Mientras camino por la ruta, siento que un auto se acerca por mi espalda, apenas frena noto que es una camioneta negra gmc de este año. Se abre la ventanilla de atrás y es Juliet.

Aléjate De MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora