Capítulo 4: Alma Caritativa

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Corro rápido hacia las escaleras para informarles a algunos guardias que algo salió mal y van a tener que ir por ellos, pero... ¿Qué mierda tengo en la cabeza? Si les digo van a sospechar y me preguntaran como se que algo salió mal. Me golpeo mentalmente porque me lo merezco.

Vuelvo a entrenar y todos me preguntan por que salí corriendo y les digo que tenía que hacer una llamada importante. Todos asienten muy convencidos, excepto mis primos. Apenas terminamos de entrenar con el grupo vamos al segundo subsuelo a almorzar, todos disfrutan de su comida pero en estos momentos no puedo, me estresa pensar que le paso algo por mí culpa. Puede que no me caiga bien ya que es la hija del mafioso más grande de Inglaterra, pero ella no tiene la culpa de eso.

- ¡¡Maldición necesito un médico!! - entra gritando Frederick.

Todos miran hacia la puerta, él trae a Arlet en sus brazos llena de sangre y con golpes en su cuerpo. Se nota que no la puede sostener más, está lastimado. Sin pensar en nada voy corriendo a ayudarlo, la tomo en mis brazos y noto que sigue despierta, sus ojos grises miran los míos perdida. La enfermería está en el tercer subsuelo, un piso más, así que voy corriendo hacia allí. El ascensor está ocupado, los dos, entonces corro hacia la rampa para bajar con ella. Al llegar entran los médicos rápido y me dicen que la apoye en la cama.

- ¿Qué ocurrió? - le pregunta el doctor a Frederick.

- Nos descubrieron por un micrófono que no pusimos nosotros - escupe con rabia -. Le intento de disparar y fallo, luego la lluvia de balas fue inevitable. Alguien puso el micrófono y lo voy a encontrar. Voy a matar a quienes hicieron esto - dice muy convencido.

- Heridas superficiales en brazos, piernas y rostro...- dice la enfermera y corta el vestido que ya estaba muy dañado, y se ve un enorme moretón en su abdomen - y tiene un hematoma interno. Si es muy grave hay que hacer un drenaje, o sino aplicamos frío y calor. ¿Toda esa sangre es de ella? - pregunta preocupada la enfermera a Frederick.

- No, estuvo matando a algunos soldados con su navaja porque el arma se la arrebataron.

Intento de no poner cara de desaprobación, no me parece bien eso de andar asesinando como se le antoje. Está llena de sangre, y no es toda de ella.

Arlet se sienta de golpe y escupe sangre por su boca. La atienden al instante.

- Por favor muchacho salga de aquí - le hago caso, pero me quedo esperando en el pasillo.

Entran varios enfermeros con bolsas de hielo y suelto un suspiro. No fue tan fuerte el golpe en el abdomen. Solo le tienen que aplicar hielo en el hematoma, luego un trapo caliente y así sucesivamente por un rato para poder masajear la herida y hacer que la sangre comience a circular y no quede tan feo el hematoma.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces hice eso.

Me sujeto fuerte del cabello con frustración, no tuve que poner el micrófono.

Soy un idiota.

Pasan algunas horas y yo sigo aquí sentado, entran y salen médicos, Frederick aún no salió y Jake está sentado al lado mío hasta que lo llaman para ver a Arlet porque despertó. Suelto un suspiro de alivio, gracias señor...siento que me volvió el alma al cuerpo. Frederick sale y se dirige hacia el ascensor, la ultima mirada que me da es de tristeza mezclada con rabia y frustración. No me quiero imaginar que me va hacer si se entera que fui yo. Por el pasillo izquierdo entra Kylan con una bolsa de papas y un refresco, se sienta al lado mío y suspira.

- Si que la cagaste primito - ríe con diversión.

- Cállate Kylan - lo miro con molestia -. No fue mi intensión - digo en un susurro.

Aléjate De MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora