Habían pasado un par de semanas, pronto se convertiria en 1 mes. Ninguno había dado el primer pasó, así que el príncipe decidio dar el primer paso, después de todo el fue el que dijo la ultima palabra.
El chicle fue a la casa de Marshall pars hablar con el, llevaba una cesta con comida, comida de reconciliación talvez.
—Hola, Marshall.—
—Pasa.—
El penumbral silencio se extendio por todo el lugar, no querían mirarse a la cara y menos a los ojos, les dolía verlos.
—¿Y que viniste a decir?—
—Perdón.—
—¿Solo eso?—
—No no, es que... No se por donde empezar. Te dije cosas feas, pero tu también... Yo no, quería decir eso. Nunca. Perdón.—
—Yo también lo lamento, te heri mucho.—
—Si... Pero yo igual. Disculpame.—
—Yo debi decirte que nunca le dije a mi madre lo que somos, pero lo hare, te lo prometo, bubba, lo haré.—
—Eso me gustaría.—
—Te amo mucho, Gumball, demasiado, haría hasta lo imposible por ti y lamento no hacer eso, lo unico que me pediste, pero te prometo que desde ahora haré lo que me pidas porque te amo.—
—Ay, Marshall, dices cosas tan romanticas.—
Estaba muy sonrojado el príncipe que hasta se notaba en su rosado rostro. Ambos se miraron y se besaron, se una manera romantica y de disculpa, sentían lo que se dijeron y nunca más se guardarías secretos.
Todas las parejas pelean, pero solo algunas se reconcialian y eso se debe recordar.
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