Capitulo 7

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Christopher no salio ese día, ni tampoco el siguiente por lo que me dedique a socializar con los empleados de la casa. Con Nani ya pareciamos viejos amigos, conocidos de toda la vida, pero mientras estuve allí tambien conocí a Henry, el jardinero y a Mercie, la mucama que venía dos veces a la semana.

Ambos me parecieron simpaticos pero me fastidiaba demasiado las expresiones que ponian cada vez que hablaba sobre Christopher por lo que decidí que Nani y, como última opcion, el pesado de Francis, serían mis únicos amigos allí dentro.

Christopher se decidió a salir el tercer día luego de su crisis. No parecía haber dormido mucho pero su piel habia recobrado un poco de su color natural y eso logró que una sonrisa se deslizara por mi rostro. Llevaba una camiseta simple oscura y una chaqueta marron encima complementada con un jean negro. Los días habian estado un poco frescos últimamente, Lucía me lo habia recordado constantemente cuando se dio cuenta de que Erick no saldria a nadar con el clima frío.

Parandose en el umbral de la puerta de la cocina, Christopher dio una rapida mirada a los presentes antes observarme directamente—. Voy a salir. —musito antes de voltearse y salir de la cocina.

Entendiendo eso como mi señal de salida, me puse de pie y corrí detrás de él. Saliendo por la puerta principal, visualice a Christopher de pie cerca de la cochera con su mirada hacia el cielo. Sus ojos cerrados delataban las largas pestañas que descanzaban sobre sus, ahora, sonrojadas mejillas, tenía los labios entreabiertos con una respiración lenta y constante. Como si simplemente estuviera disfrutando del suave aire frío que corria.

El cielo estaba encapotado de varios tonos de gris que prometian una linda tormenta pronto. Christopher abrió los ojos y observo las nubes con el ceño fruncido.

Su expresión de inconformidad me hizo sonreir y mis pies comenzaron a moverse en su dirección por voluntad propia.

—Creo que va a llover, ojos bonitos. —declaré. Christopher me miró con curiosidad y supuse que estaba
intentando entender el apodo con el que lo habia bautizado. Sonriendo, pasé a su lado haciendo girar las llaves de mi auto en mi dedo indice—. ¿Iras en tu motocicleta?

Devolviendo la mirada al cielo, el chico hizo otra mueca antes de mirarme y murmurar con voz muy delgada—. ¿Puedes llevarme?

Sonreí de forma brillante, estabamos progresando bastante—. Sube.

Sin decir una palabra más, el chico camino hasta mi auto y se subio en el asiento del copiloto. Aun faltaban nuestras clases sobre "por favor" y "gracias" pero ya llegariamos a eso, tenia intenciones de devolver al chico su alegría así me costara la mía propia.

—¿A donde, señor? —dije con tono elegante mientras giraba la llave.

—No lo sé —se encogió de hombros mientras miraba por la ventana—. Solo... necesito tomar aire.

Lo miré con confusión sin saber muy bien si esa falta de hostilidad era parte de su crisis o su personalidad en si. Tal vez el chico solo era explosivo y reaccionaba a la presión. O la crisis lo habia dejado más cansado de lo que habia pensado en un principio y ni siquiera encontraba fuerzas para gritarme mis verdades. No tenía ni idea pero no me gustaba mucho este Christopher complaciente y debil, preferia al que me grito por ser su niñera.

Encendiendo el auto con un suspiro, lo saque por el camino de entrada y conduje por la carretera a ningún lugar en especifico. No tenía idea de a donde podía llevarlo. Las plazas no parecian un lugar muy viable por como el chico se encontraba, la playa ni siquiera era opción por lo que decidí llevarlo al único lugar que en verdad lograba tranquilizarme cuando me hallaba alterado.

BRAVE 《Adaptación》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora