Capitulo 11

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—Zabdiel —una mano sacudio suavemente mi hombro logrando sacarme de la nebulosa de sueño en la
que me habia sumergido. Abriendo apenas los ojos, observé sobre mi hombro para ver a Francis de pie a
un lado de la cama con su tipica sonrisa de idiota adornado su rostro.

—¿Que? —gruñi bajo mi aliento, frunciendo el ceño hacia él.

—Eso deberia preguntar yo —hizo un gesto hacia la cama por lo que volteé la cabeza chocando directamente con el cabello de Christopher. El chico estaba enroscado a mi alrededor como un pulpo y yo no me quedaba atrás, mis brazos aun seguían en su cintura aplastandolo contra mi cuerpo—. ¿Que rayos haces, Zabdiel?

—Lo cuido. —me encogí de hombros mientras pasaba una mano por el cabello del castaño, despejando su rostro sereno.

—¿Lo cuidas? —susurró Francis con fuerza, agitando una mano alrededor—. ¿Lo estas cuidando metiendote a su cama?

—No hicimos nada, Francis —rodeé los ojos—. No seas dramatico.

—Ya sé que no hicieron nada y tu sabes bien que no es a lo que me refiero —lo miré mal y él me devolvio la misma mirada—. Te encariñas rapido con la gente, Zabdiel, aceptalo.

—No lo hago.

—Lo conoces hace una semana —hizo un gesto hacia Christopher. Apreté los labios juntos negandome a contestarle. Francis suspiró suavemente ante de mirarme directamente a los ojos—. Solo recuerda que el chico no es uno de tus proyectos de salvación, Zabdiel. No estas obligado a ayudarlo y no será tu culpa si las cosas no salen bien.

—Saldrán bien. —replique con una voz más alta de la que pretendia. Christopher se revolvió en mis brazos y lo acune más cerca, haciendo sonidos tranquilizadores en su oido hasta que volvió a calmarse—. Vas a despertarlo. —me queje.

Francis rodó los ojos—. Vas a despertarlo —dijo con voz de idiota—. Me voy a casa, ¿te vas conmigo?

Asentí lentamente mientras intentaba sacar mi brazo de debajo de Christopher pero antes de que siquiera pudiera moverme más alla de dos centimetros, el moreno se movio en su sueño subiendose sobre mi cuerpo.

No estaba seguro de si quedarme allí fuera una buena idea, no sabia como reaccionaria Christopher al encontrarme en su cama en la mañana pero al parecer no tenía muchas opciones además de despertarlo.

—Christopher —susurré en su oido acariciando con mis dedos su cuello. Christopher gimió suavemente y Francis rio, le envié una mala mirada que cortó su risa antes de volver al niño en mis brazos—. Vamos, cariño, despierta.

—Callate, Zabdiel. —murmuró, escondiendo su rostro en mi cuello mientras arrojaba una de sus piernas
sobre mi cuerpo.

El rostro de Francis comenzó a quedar de un fuerte tono rojizo cuando aguanto la risa, sus mejillas parecian a punto de estallar por la presión. Haciendole un gesto hacia la puerta, lo despedí sin palabras. Si Christopher se ponía loco siempre podía salir corriendo o cubrirme con algo. Mirando alrededor de la habitación,
me pregunte si me daría el tiempo para llegar a esconderme detrás del escritorio.

Me dormi pensando en formas de escapar de la ira de Christopher. Desperte poco despues de la cinco de la madrugada, ya que estaba acostumbrado a levantarme a esa hora. Christopher se habia movido y ya no se encontraba sobre mi pero uno de sus brazos aun estaba sobre mi abdomen posesivamente. Besando su mejilla suavemente, quite su brazo sin despertarlo reteniendo la toalla en mi cintura. Habia olvidado que las
teniamos cuando arroje las sabanas sobre nosotros.

Mi traje estaba perfectamente doblado al final de la cama por lo que supuse que Nani ya habia estado allí. Tomandolo, le di una ultima mirada a Christopher antes de salir de la habitación. Encontré a Nani preparando el desayuno en la cocina. Ella me saludo con una sonrisa en cuanto me vio, más resplandeciente de lo que una persona deberia estar a esa hora de la mañana.

BRAVE 《Adaptación》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora