CAP 2

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Ingreso a la cocina más relajado mientras sus dos amigos estaban conversando mientras tomaban lo que parecía ser un poco de cerveza negra con extractos de frutos rojos.

—¿Él está bien?— Pregunta preocupado Roberto mirando a Víctor.

—Todo bien, no hay nada anormal en el por lo que esta noche podemos descansar sabiendo que el esta en perfectas condiciones— Finalizo Víctor desapareciendo de la cocina.

Sus dos amigos suspiraron aliviados, cada uno termino de hacer lo que tenían que hacer y se dieron las buenas noches mientras cada uno se encerraba en su habitación.

— 👥

Comenzó a despertar por los balbuceos los cuales provenían del comedor, abrió sus ojos con pesadez mientras se acostumbraba a la poca luz que había en su habitación. Se incorporó en su cama dándose cuenta que aun tenía la misma ropa de ayer, recordó un poco lo que sucedió ayer pero todo parecía estar en orden.

Destapo su cuerpo mientras se sentaba en la orilla de su cama, se coloco sus pantuflas de cocodrilo mientras avanzaba hacia la puerta de su habitación donde tomo la perilla y se dirigía hacia el baño.

—Por fin despiertas, nos tenías preocupados— Habla detrás de el Diego mirándole de arriba a bajo.

Juan simplemente asintió ignorándole mientras entraba al baño le colocaba pestillo, se miro al espejo dándose cuenta que tenia pequeños rastros manchas rosas en sus mejillas abrió la llave del lavamanos donde comenzó a enjuagar su rostro con cuidado.

—Vaya mierda— Gruño molesto dándose cuenta que no se podía quitar fácilmente aquellas manchas.

Decidió ignorarlas ya que comenzaba a sentir muchas ganas de orinar, por lo que se coló enfrente de la poceta mientras desabrochaba el botón de su pantalón y bajaba el cierre de éste.
Aun mentía los ojos cerrados mientras con su mano derecha metía su mano dentro de su bóxer intentado tomar su miembro viril pero lo único que sintió fue una superficie plana y algo abultada.

Abrió los ojos algo confundido pero sin sacar su mano aún, algo temeroso adentro más su mano y metió el dedo de corazón  abriendo paso aquellas paredes dando suaves toques hasta dar con un bulto pequeño que al acariciarlo un poco más fuerte ocasionó que se le escapara un gemido.

Completamente asustado saco su mano mientras bajaba lo suficiente su pantalón dejando ver aquella nueva anatomía, en donde antes yacía un pene y con dos testículos ahora se encontraba una vagina de mujer completamente rosada y sin ningún vello.

—¡¿PP-ERO QUÉ MIERDA?!— Grito aterrorizado.

Sus amigos se colocaron detrás de la puerta comenzando a tocar desesperadamente mientras preguntaba si todo estaba en orden.

—¿Juan? ¿Todo bien ahí adentro?— Pregunta preocupado Víctor intentando abrir la puerta del baño.

Juan reacciona y pone su mejor voz respondiendo que todo estaba bien.

—¡Ss-sí! ¡Es que me encontré un grano en mi muslo! Ee-eso es todo— Miente rogando que sus amigos le crean y se vayan de una vez.

Los tres amigos se miran confundidos, por lo que simplemente le dicen que se apure para que vaya con ellos a desayunar.

—¡Ss-si! ¡En unos minutos salgo!— Grita nervioso Juan sin dejar de mirar hacia abajo de su abdomen.

Escucho pasos alejarse por lo que rápidamente toma un espejo que se encontraba cerca, no quería ver, pero tenía que hacerlo así que bajo la tapa de la poceta mientras se quitaba el pantalón junto al bóxer quedando desnudo de la parte inferior del cuerpo.

Se sentó en la tapa dejando salir un quejido ya que estaba fría, para su suerte había ropa amontonada en el cesto, por lo que subió su pierna izquierda abriendo también la otra, para eso él aún mantenía sus ojos cerrados.

—Vamos Juan, puedes hacerlo...¡No, no puedo! — Susurro molesto consigo mismo, no tenía el valor para ver lo que ahora tenía entre los muslos.

Pasaron al rededor de unos dos minutos y aún no se atrevía abrir los ojos, comenzaba a frustrarse por lo que se dio un cachetada algo fuerte la cual sonó dentro del baño.

—¡Juan abre los ojos! ¡No seas miedoso! — Se reclamo así mismo dando nuevamente otra bofetada, y por fin abrió los ojos.

Se quedo mudo al ver que efectivamente, tenía una vagina de mujer, era totalmente imposible, el era un hombre, lo demás de su cuerpo seguía intacto a excepción de esa parte, podía ver como su nueva anatomía era pequeña, totalmente intacta, de un color rosado claro, libre de vellos.

—¿Será que eso es virgen?— Se pregunto así mismo llevando una de sus manos para intentar tocar, pero solamente al abrir un poco sus labios vaginales sintió una corriente eléctrica desde sus pies hasta la nuca mientras reprimía un jadeo por esa nueva sensación.

Prefirió no tocar nada, tenía que bañarse por lo que queriendo o no se término de quitar la ropa quedando completamente desnudo.

Salió del baño ya cambiado, tenía puesto una camiseta negra holgada un pans gris el cual hacia resaltar su trasero, lo bueno para el es que su trasero seguía ahí intacto.

Ingreso al comedor donde sus amigos estaban platicando.

—Ven,  es hora de desayunar— Comento Diego tocando su espalda para empujarlo a la silla.

Juan se separo de él lo más rápido posible, esto lo notaron sus otros amigos pero prefirieron no decir nada, los cuatros sentados degustando el desayuno que Víctor había preparado para todos.
Cada movimiento que hacía en su silla lo ponía en una situación completamente acalorada, sentía raro moverse de un lado a otro en su silla.

—¿Todo bien Juan? No has tocado casi tu comida— Hablo Víctor mirándole.

—No tengo hambre, lo siento— Finalizo Juan parándose de su silla.

Este desapareció del comedor dejando a sus amigos aún más preocupados que antes.

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