CAP 10

223 30 28
                                    

-No pienso que sea buena idea- Dijo Diego detrás de Roberto.

Roberto esperó por lo menos 20 minutos para saber si realmente Juan se había ido lejos de casa, cuando supuso que ya no regresaría comenzó a imaginar cientos de escenarios en su cabeza de lo que podría contener esa caja.

-No seas paranoico, anda vamos que se que tú también quieres saber que hay dentro- Revelo Roberto mirándolo de reojo.

A veces Diego odiaba a Roberto ya que tenia razón en sus palabras, el también estaba curioso de saber, por lo que ambos amigos se adentraron en la habitación del chico mirando a sus alrededores.

-¿Donde crees que la tenga?- Pregunto Roberto acercándose hasta el gabinete que estaba en la esquina del cuarto.

-No lo se, pero busquemos- Finalizo decidido a buscar el también.

Roberto comenzaba a frustrarse pero se acordó que no reviso debajo de la cama, sonrió con malicia y se agacho para ver debajo de está.

Borro su sonrisa al no encontrar nada, ni un simple zapato o algo, gruño molesto ya que pensaba que Juan la había escondido muy bien en otra parte que no sea la habitación.

-Me rindo, sabía que no encontraríamos nada- Dice Diego sentándose en la orilla de la cama.

-No te rindas, se que esta por aquí lo presiento- Confiesa Roberto acostando su cabeza en la almohada pero algo duró le hizo quejarse.

Diego quien le miro algo desconcentrado hablo.

-¿Ocurre algo?- Pregunto.

-Algo lastimo mi cabeza...- Murmura sobando su cabeza mientras retiraba la almohada.

Diego grito mira do aquella caja, Roberto estaba que chillaba de felicidad por haberla encontrado, se giro hacia su amigo quien le miraba.

-¡La caja! Por fin dios mío, ahora si sabremos que contiene- Dice malicioso sonriendo y sentándose en la cama al lado de Diego.

- 🌙

-¿Juan? ¿Todo bien ahí adentro?- Pregunta preocupada Amairani.

Juan llevaba ya aproximadamente unos 5 minutos en el baño, ya bastante tenía que se había puesto aquel conjunto y no paraba de mirarse...Le quedaba malditamente perfecto al cuerpo.

-Yy-ya voy a salir- Comenta nervioso abriendo la puerta.

Ambas hermanas se sientan rápidamente en la orilla de la cama mirando como la puerta se abre lentamente dejando ver el cuerpo medio desnudo de su amigo con aquel conjunto de encaje.

Ari sonreía maravillada de que le quedara perfectamente, ella hizo un gran trabajo y lo sabe, Amairani se sonrojo rápidamente ya que parecía literalmente sacado de una película para adultos.

-¿Yy-y qué tt-tal?- Juan pregunta nervioso bajando la mirada.

-¡Te miras precioso! ¡Me encanta como se ve tu cuerpo Juan! ¿No tuviste problemas al ponértelo verdad?- Dice Ari parándose mirando más de cerca su cuerpo.

-Nn-no tuve ningún problema, la tela es suave, no pica ni nada y es cómodo- Responde Juan mirándole mientras sonríe de lado.

Amairani quien aun no decía nada, se acercó hasta él mientras le daba vuelta y quería ver exactamente la parte trasera.

-¿En serió Ari? ¿Era necesario ese hueco en esas partes?- Pregunta su hermana algo sería pero en su voz se escuchaba que era todo lo contrario.

Juan sabía a lo que se refería, se había visto en el baño como le quedaba, de hecho cuando se miro en el baño sintió una punzada leve en su vagina haciendo que se estremeciera.

-Oye Juan, queda te a dormir- Propone Ari tomándole de las manos.

-No estoy seguro...- Dice en bajo sonrosado.

-Es mejor que te quedes Juan, no creo que esta tormenta te deje salir hasta mañana- Confiesa Amairani mirando desde la ventana.

-¿Qué?- Pregunta extrañado acercándose hasta esta.

Efectivamente la tormenta ya había iniciado y era imposible que éste regresara a casa.

-Bueno, no creo que Diego y Roberto me necesiten ellos saben cocinar- Menciona mirando a sus amigas.

- 🌙

No daban crédito a lo que estaban viendo, en aquella caja color rosa pastel se encontraban diferentes tipo de ropa interior de mujer, algunos comunes otros de animalitos y otros de encaje.

-¿Qué mierda? ¿Por qué Juan tendría algo como esto?- Pregunta Diego mirando aquellas prendas.

Roberto no respondía hasta que miro unos que se le hacían algo familiar, no eran los mismos ya que estos tenían conejitos de color negro y gris, los tomo con sus manos mientras olía un poco.

-¡Roberto! ¿Qué haces?- Grita exaltado Diego por su comportamiento.

-No grites, estos están limpios, mira huele- Dice normal pasándoselos mientras toma ahora unos de encaje.

Diego los toma algo aterrado, no era muy de él hacer esas cosas pero siempre hay una primera vez para todos ¿no? Los acerco hasta su nariz donde inhaló algo fuerte y efectivamente eran nuevos.

-Tal vez Juan tiene un fetiche con usar ropa interior, he escuchado de ese tipo de chicos que les gusta ser cogidos mientras llevan ropa interior de mujer- Declara Roberto con una sonrisa ladina imaginando a Juan con aquella prenda de encaje negra.

Diego no responde pero sus mejillas se tornan color rojo ya que su mente creo una escena muy comprometedora de su amigo usando la prenda mientras era penetrado por él.

-Yy-yo me voy, olvidate de esto y de nuestra conversación- Finaliza Diego dejando la prenda en la caja mientras salía de la habitación muy acalorado.

-Como sea...- Murmura Roberto revisando las demás prendas. -Maldita seas Juan mira como me pones imbécil- Gruñe al tocar su leve erección.

- 🌙

-¡Ashuuuu!- Juan estornudo mientras leía un libro que su amiga le dio.

-Salud, tal vez estén hablando de ti- Dice pícara Ari mientras ríe.

-Oh calláte- Comenta divertido Juan mientras niega.

Juan realmente no sabía que lo que su mejor amiga dijo era cierto, ya que a minutos de su casa Roberto se auto complacía mientras respiraba una de sus tantas prendas de ropa interior.

EL SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora