CAP 3

307 27 19
                                    

—¿Crees qué tenga que ver con la explosión de la que nos hablaste?— Dice Roberto terminando de lavar los platos.

—No lo se, sinceramente no estoy seguro pero cuando sea el momento adecuado le preguntaré— Responde Víctor saliendo del comedor angustiado.

Juan llevaba ya minutos encerrado en su habitación, estaba frente a su espejo de cuerpo completo con solamente la camiseta puesta y la parte de abajo desnuda.

Se puso de lado al darse cuenta que era totalmente plano la parte de enfrente en su pelvis, se sentía extraño tener una vagina de mujer, seguí teniendo facciones y cuerpo de hombre a excepción de lo que se encontraba entre sus muslos.

—¿Será permanente?— Murmuro para si mismo, tomando nuevamente su bóxer para colocárselo.

Definitivamente tenía que mantenerlo en secreto, no quería ser la burla de sus amigos, tal vez sólo tal vez podría contarle sobre su situación a dos personas las cuales son muy cercanas a él.

Tomo la perilla de la puerta dispuesto a salir ya que hablaría con ellas, justamente del otro extremo de la habitación venía saliendo Diego el cual parecía iría a correr.

—¿Saldrás?— Pregunta mirándole Diego.

Juan simplemente asiente caminando hasta la puerta principal, detrás de el iba Diego quien le miro de arriba a bajo ignorando sus pensamientos.

—No regreses tarde— Finalizo yéndose por otra dirección.

Juan por fin pudo soltar el aire que no sabía que estaba reteniendo, camino varios pasos alejándose de su casa donde por fin pudo relajarse. Se sentía raro caminar, ya que antes caminaba y sentía su miembro viril incomodar pero era tolerable pero esto era nuevo.

No sentía nada, ¿será qué el también tendría la muy mencionada menstruación que las mujeres? Preferiría no saberlo así que dejo de tener pensamientos cuando miro aquella cabaña que tanto conocía.

Toco la puerta esperando a que una de sus amigas abriera, pasaron unos instantes y por fin abrieron.

—Juan que gusto verte ¿quieres pasar?— Hablo contenta Amairani haciendo espacio para que el chico pasará.

—Gracias ¿está Abril?— Pregunta apenado sintiéndose algo relajado.

—Sí, esta en su habitación vamos con ella— Finalizo sintiéndole.

Ambos caminaron hasta la habitación de la castaña, la cual estaba acostaba boca bajo leyendo un libro, esta al escuchar su puerta abrirse cierra el libro mirando a los dos intrusos.

—¡Juan! Tanto tiempo sin vernos— Comenta sonriendo mientras se sentaba.

—Hola Ari, ¿podemos hablar los tres?— Comenta apenado mirando a sus pies.

Ambas hermanas se quedan algo extrañadas, ya que por lo general Juan no se comporta de esa forma, Abril le dice que si mientras su hermana cierra la puerta de la habitación para tener más privacidad a pesar de que solo estaban ellos tres en la casa.

Pasaron alrededor de tres minutos donde Juan simplemente no podía o simplemente no sabia como comenzar a explicar lo que le pasaba, ambas hermana lo notaron así que le invitaron a sentarse en medio de ellas.

—Cuenta nos Juan, sabes que los tres somos mejores amigos desde hace años— Dice Amairani colocando su mano en su hombro.

Juan suspira sintiéndose relajado, aprieta sus puños dejando que sus nudillos se tornen blancos.

—¿Juan? Sea lo que sea, estaremos para ti apoyándote y lo sabes— Comenta Ari mostrándole una sonrisa sincera.

Juan les sonríe a ambas, ya era el momento.

—Ayer estaba con Víctor, ya saben que nuestra cosecha antes daba cultivos pero de un día para otro estas ya no daban, pasamos horas en el laboratorio tratando de crear una poción para que están den nuevamente...Algo ocurrió que termine inconsciente y ahora en la mañana desperté dándome cuenta que todo estaba en orden pero...— Dice Juan deteniéndose dándose cuenta que ya se acercaba la parte del baño.

Las dos chicas se miraron entre ellas preocupadas, ya comenzaban a crear escenarios en sus cabezas donde esperaban lo peor de su mejor amigo.

—Entre al baño y obviamente me dieron ganas de orinar como a todos, algo en mi cuerpo cambio...— Se detiene nuevamente nervioso. — Yy-yo— Dice tartamudeando.

—¿Tú? ¿Qué pasa Juan? — Pregunta preocupada Ari mirando como Juan se para enfrente de ellas mirándolas.

—Vean ustedes mismas— Dice tímido.

De un momento a otro Juan se baja el pans junto con su bóxer, las chicas gritan algo avergonzadas pensando que se trataba de alguna broma de su amigo, pero se quedaron en shook al ver lo que su amigo tenía entren sus muslos.

—Dd-digan algo, lo que sea— Susurra apenado conteniendo las lágrimas.

Amairani y Ari no daban crédito a lo que sus ojos miraban, ¡su mejor amigo Juan tenía una vagina de mujer! Ambas se pusieron serias tratando de hacer que su amigo se sintiera bien.

—¿Dices que tienes eso desde que te levantaste? — Pregunta curiosa Ari acercándose hasta el.

—Si y temo a que sea permanente— Responde Juan colocándose el bóxer.

—¡Espera! Acuesta te y abre las piernas— Dice Amairani.

Juan hace caso acostándose de espaldas en la cama de su mejor amiga, cerro los ojos ya que no quería ver.

—Jamas había visto una vagina tan rosada y pequeña...Creo que tu nueva anatomía es virgen Juan— Explica Amairani mirando aquello que el chico tenía

—Ee-eso mismo me dije en la mañana...¿Creen qué sea apropiado decirle a Víctor de esto?— Dice tímido abriendo los ojos.

—¡No!— Gritaron ambas hermanas.

—Bb-bueno, no se lo diré pero y si tarde o temprano se dan cuenta los chicos—

—Eso sería un problema, los tres sabemos como son Diego y Roberto de cochinos en temas sexuales por lo que te recomendamos no acercarte a ellos— Explica Ari.

Juan simplemente asiente, decidió quedarse a comer con ellas ya que tenía bastante tiempo sin verlas, al final las dos hermanas le explicaron todo lo que ellas sabían sobre la parte íntima de la mujer y todo lo que debía hacer para cuidarla como también lo que no debe de hacer.

—¡Ahora que tienes una vagina podrás experimentar los multiorgasm- ¡Oye! — Se queda Ari.

Juan simplemente se sonroja al saber a lo que se refería su amiga, Amairani la regaña ya que decía que eso era muy pronto para Juan tal vez tenga razón pero de cierto modo eso hacía que Juan tenga curiosidad.

EL SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora