Strangers- Capítulo XVI

1.4K 112 20
                                    

Poché's POV

16 años atras...

Los maravillosos y esperados 16 años llegaron, según papá mi hora de llegada a casa había aumentado a las 23 horas. Él y su manía de hacerme sentir segura, tranquila y en confianza. Esta noche habíamos decidido, con mis amigas del colegio, quedarnos en el boliche hasta tarde; mi madre tendría una premier, así que no llegaría a casa como siempre, aunque a ella no le interesaba si yo llegaba a casa o no.

Desde pequeña me hizo saber que yo no le interesaba, ni como hija ni como ser humano. Ella me detestaba, podía sentirlo, aún cuando papá me decía que sus formas de demostrarme amor eran distintas, por ejemplo cuando hablaba en español o inglés. Luego, durante el onceavo grado, elegí llevar español como tercera lengua, un error. Ella me maldecía cada que tenía oportunidad, muy traumático.

-¡Nuevamente he ganado!- grité a mis amigas, quienes reían y festejaban mis únicos dos triunfos.

-Majo...- Oksana, mi amiga, me tomó del brazo y llevó junto al resto. -Hay una chica mirándote desde hace rato, no seas muy obvia y voltea con discre...

Sus palabras quedaron en el aire cuando mi cabeza me hizo mirar fijamente a dónde las chicas mencionaban. Efectivamente, una morena me miraba, o más bien miraba nuestro grupo.

Los nervios se apoderaron de mí, hacía poco que había salido del closet con mis amigas y mi padre; y cualquier atención de una chica me volvía loca, más cuando no dejaban de observarme, parecía como sí quisiera conocer mi interior. "O tal vez tu ropa interior", repetía Paolo de vez en cuando.

La chica no se acercó, incluso las dos ocasiones más en que nos encontramos. Mismo lugar, misma situación; y entendía, ella y sus amigos eran muy cool como para hacer una fusión entre los dos grupos.

Aún así, una tarde de invierno, mientras caminaba a mi cafetería favorita la miré. Tomaba fotografías en el parque; cambié el rumbo de mis pasos en un intento de "caminata casual" frente al lente de su cámara.

Escuché dos clicks y moví mi rostro para observarla, nuevamente otro sonido. Su rostro quedó completamente a la vista para mí, sonreía.

-Ciao.- saludó con una sonrisa.

-¿Puedo ver la fotografía?- pedí rápidamente.

-Cuando revele el carrete, aún me quedan espacios que llenar.- respondió.

Dos semanas, pasaron dos malditas semanas para que volviéramos a vernos, a la misma hora en el mismo parque. Luego de ahí, nos mirábamos todas las tardes de los miércoles y jueves. No hacíamos nada más que hablar de su vida universitaria y mi vida en el colegio.
Cuando estaba junto a ella parecía que todos los problemas se iban, me encargaba de crear una burbuja para que mi vida dentro de casa no afectara mi relación con ella.

-Tu madre es actriz, ¿cierto?- preguntó de repente, mientras yo trenzaba un mechón de su cabello.

-Sí...

-¿No es mucha presión? Es decir, -se levantó- ella parece tener una vida perfecta, familia perfecta, pero creo que todos tenemos algún problema que nos carcome día con día.

-Hay un poco de presión. Por ejemplo, he querido besarte desde el día uno en que te miré, pero no sé si hay algún paparazzi escondido por ahí.- ella sonrió, sus mejillas se habían teñido sutilmente de rosado.

Pasaron dos meses, y yo había encontrado la manera de besarla sin que algún paparazzi tomara fotografías como evidencia, la presenté ante mi padre como mi tutora de geometría. Mi habitación era un espacio donde ella y yo podíamos ser lo que realmente queríamos. Aunque bueno, ella lo hacía por mí, ella se ocultaba ante los demás cuando estaba conmigo.

StrangersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora