III. Confrontación

252 31 1
                                    

Hasta la llegada de Anacaona a Hogwarts Rose era la única chica Griffindor de su generación, por lo que ambas compartían habitación y nadie mas. Rose le mostró, sonrojada, como tenía la habitación un poco decorada ya que no creía que tendría compañera.

- Está bonita - admitió Anacaona - Te deben gustar mucho las plantas ¿he?

Cientos de masetas con flores y árboles en miniatura estaban decorando la habitación. Habían floreadas con pequeñas flores de todos los colores, otras con solo hojas, frondosas y atractivas a la vista.

- Si, un poco - rio la chica tomando asiento en su cama -, y el pequeño que está sobre tu cama es Plata.

Sobre la cama de Anacaona había una pequeña bola de pelos blanca, que al escuchar ruido, levanto la cabeza, mostrando a un pequeño gato blanco.

-¡Ooww!

Y tras varias caricias a Plata  y anécdotas, la morena ya estaba instalada en la habitación.

Ambas chicas estaban recostada sobre sus camas, comiendo ranas de chocolate mientras Rose le contaba chismes sobre sus compañeros.

-¿Que hay de Francis Davies?

Rose rodo los ojos. 

- Es un buen chico cuando quiere. Tiene un ego tan grande como el sol y sus prejuicios, pero a veces es amable y esas cosas. No me cae taaan mal, a diferencia de su amiguito, Lucius, ese tipo si es un imbécil, te aconsejaría mantenerte alejada de el.

- Entendido - dijo con una rana de chocolate entre los dedos y se lo llevo a la boca. - Ahora, hablemos de lo más importante, - dijo después de tragar y sus ojos brillaron al mencionar el tema - Quidditch.

*

*

*

*

Al despertar ese día se sintió ansiosa, siendo su primer día en el grandioso Hogwarts.

Salio junto a Rose hacia el comedor, acomodaba su trenza esponjosa por los risos, mientras la castaña le comentaba sobre cada profesor de hogwarts.

-  El profesor de posiones es un pesado que le da favoritismo a los alumnos de padres ricos e influyentes, lo detestaras de solo escucharlo.

Anacaona sonrió para responderle, sonrisa que borro justo después de doblar una esquina y toparse con una escena que enmudeció a ambas.

Lucius Malfoy y Francis Davies, junto a una chica morena que estaba algo apartada reían viendo como un niño de primer año, palido y de nariz aguileña apuntaba con su varita a un niño de Griffindor de primer año, petrificado frente a ellos.

- Lo que hacía falta - exclamó Rose, cruzada de brazos y claramente molesta - , chicos de quinto año de quince y dieciséis años, riéndose de un pobre niño de no más de once o doce años, ¿Que sigue? ¿ponerlos a pelear en un duelo junto a aquel otro? ¿adoctrinarlos con toda su basura purista? sinceramente, no podrían darme más lástima ustedes tres.

Anacaona sonrió al ver la mirada poco amable que los otros tres dirigian a Rose y ella, saco su varita y dio movilidad nuevamente el niño petrificado.

Este salió corriendo inmediatamente, causando risas en el Slytherin más pequeño.

-¡Ja! ¿donde esta la valentía de los Griffindors?

ANACAONA | Lucius MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora