prólogo

304 18 0
                                    

Se dice que cuando empieza una camino lo sigue sin descansar hasta hallarlo solo continúa sin descanso alguno.

Era un día cualquier donde mi padre mandaba a todo el mundo, nunca conocía a mi madre, pero siempre escuchaba lo hermosa que era. Hasta que mi padre lo oí decir que era alguien, muy hermosa y era un ser Místico, para mí oír eso, era algo raro ya que nunca escuché sobre los seres que había o nunca me habían enseñado de lo seres Místicos que había.

Los reinos estaban divididos en varias zonas que era imposible contar pero diré algunos cuantos o los que conozco mejor.
El reino de Trollino, el reino de Timba, reino Místico y el reino de las Sombras, son los que conozco y son algo imposibles de diferenciar con la cantidad de reinos y poblados que había.

El ambiente siempre fue hermoso pasear que había donde la nieve caída con delicadeza, el clima era muy raro, se podría decir que se se combinada el otoño con el invierno y la primavera con el verano, se dice que eso es gracias a la una fuerza mágica que nadie conoce pero, aun a si el clima es muy hermoso mayormente en los meses de enero, setiembre, octubre y diciembre. Son meses muy bonitos y más con el clima que hay.
Yo vivo con mi padre, el siempre fue una persona cálida y sociable, cuando murió mi madre dice que cambio mucho a tal grado de odiarme, no tengo recuerdos muy claros de mi pasado más quien era mi madre, pero aún así me gusta estar con papá, pesar que no me nuestra su afecto hacia a mi. Una tarde me dijeron que iría a visitar a alguien, nunca me dicen que es o como se llama simplemente recibo la orden y ya.

Esa tarde llegue al castillo del príncipe Trollino, al entrar era un lugar cálido y hermoso pero, ahí me encontré con un perro de color amarillo y ojos negros con una chipa de blanco y a su lado estaba la princesa Ela. El perro de pelaje amarillo me miró con una mira fría y muy arrogante, sentí como mi cuerpo se estremeció, hasta que sentí una mano sobre mi hombro y me dijo suavemente al oído:
- Acenix el es Mike, hijo de Trollino y Ela. - su voz era muy suave y dulce, me calme y me acerque de la forma mas educada, hice una reverencia y me pare mi salude - Mucho gusto sus altezas y me alegro que que me den esta hospitalidad de visitarlos y ser invitado a su ceremonia.  

Los nervios me mataban uno por uno, pero me voz interrumpió el silencio - Por que tanta formalidad gatito, solo eso debes hacer cuando estén los reyes. levante la cabe del susto y no había nadie, no entendía lo que había pasado, caso entre en un sueño despierto fue raro y el se presento con una voz muy amable. -  Soy Mike, y tú eres Acenix, me podrías decir ¿qué edad tienes?. - me dijo con una actitud algo positiva a lo cual yo me dió confuso respondí.
- si soy Acenix y tengo 6 años.- Le dije algo confuso y muy temeroso.
- Vaya pero si tienes mi edad, no quieres ir a pasear por ahí para olvidar esta fiesta.- Me dijo de la forma burlona que pudo. Yo solo accedí con la cabeza.

Esa noche fue rara pero estaba feliz de tener aún amiga con quién hablar y con quién compartir varias de mis historias, hablamos toda la noche sin descanso alguno hasta que lo primeros rayos del sol duren en mis ojos, haciendo que brillen como esmeraldas.
- Tienes una ojos muy bonitos - me dijo mentiras su mano la lleva a mi cara. - me sonroje un poco pero tuve que mantener cordura.

Me levanté silenciosamente de ese lugar y me fui corriendo a dónde estaba mi padre, me padre me vio y me presento delante de todos los reinos uno por uno diciendo con la voz más dulce y delicada que para mí fue algo muy raro.

- Hijo, el es Rius y Timba sus hijos son Sparta y Invictor
- El es Serec padre de Mayo
-  Los reyes Trollino y Ela, son uno de los reinos muy jóvenes aún.

Así me presento a todos los reinos era difícil recordar los nombre pero tenía que hacer de alguna manera. Mi padre me llevo a casa donde nos esperaban Miles de sirvientes con siempre, tome mi desayuno fui a mi cuarto a dormir ya que la noche anterior no dormí nada. Mi cuerpo flaqueaba y me eche a dormir, para mí fueron como unos minutos pero para los demás fueron horas más que horas pasaría días, no quise despertar pero un fuerte ruido me hizo levantar de mi cama y ver lo que había pasado, baje las escaleras y me di con la sorpresa que que había humo en la sala principal camine en ella sin oler el olor que emanaba pero no puede mantener mucho tiempo la respiración que tuve que inhalar, poco después camina chueco veía todo borroso y lo único que puedo llegar a recordar fue que vi una silueta de era muy parecida ala de mi padre.

No sabía dónde estaba todo estaba oscuro y muy frío que no podía respirar y que estaba solo en ese lugar de frialdad y amargura mis lágrimas salían sin descontrol a tal grado que no puede más y tuve que en es mis inconveniente había muerto, ya que no había  respuesta de lo  que pasaba.

Mikenix || Destinos NaturalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora