¡Mi Alfa!

Capítulo 6.

Narrador omnisciente.

El Alfa Toshinori estuvo cerca de echar a Katsuki, sin embargo sabe que estaría dándole exactamente lo que busca, y el no era un estúpido.

Entregó a él Alfa rubio víveres y otras cosas que podrían necesitar, una tienda de acampar hecha de un cuero muy grueso, claro está, perfectamente práctica para llevar.

Katsuki recibió todo mientras refunfuñaba y marcaba su ceño enfurecido, no quería, y no quería. Y su molestia aumento cuando escucho a su lobo ronronear como un maldito gato, el olor del mocoso no era desapercibido y su cuerpo lo aceptaba con naturalidad.

-Oí, controla tu puto olor. Es horrible- Que vil mentira, se dijo así mismo.

-Oh, ¿le desagrada? Lo siento, no puedo hacer nada al respecto, Alfa, es lo más bajo que puede estar - Izuku no se sentía bien, y luego de aquel ataque decidió que debía demostrarle al Alfa que tenía carácter y no dejaría que lo agrediera de esa forma-

-¿Como dices, gusano?-

-L-lo siento. Pero de ser así, usted tambien debe controlar su olor, ¡Apesto toda la aldea con el!-

-¡NO TE ATREVAS A DECIRME QUE HACER! -

-Entonces usted tampoco debe decirme que hacer, no es mi Alfa. -

-¡Ja! Eso te gustaría, Omega- A Katsuki le gustó ver como su cara se deformaba con rabia, estaba dispuesto hacerlo explotar de ira para que cancelara todo.

-¡Por supuesto que me gustaría! Después de todo eres mi mate. - Katsuki no espero una respuesta directa, veía venir un berrinche o una cachetada, él Omega era más tonto de lo que pensaba Aún lo consideraba como su pareja, pobre engendro.

-Que asqueroso. - Dijo mientras lo miró directamente a los ojos, ambos se dieron miradas desafiantes y ninguno tenía la intención de apartarla primero desafortunadamente nunca sabrán quien habría ganado porque Yagi tocó sus hombros para llamar su atencion.

-Creo que deberían partir ahora, deberan avanzar y después de un rato tendrán que montar la carpa, ¡Suerte, jóvenes! -Yagi quería que partieran ahora, luego de irse no habría vuelta atrás, sabía que el joven Katsuki no abandonaría a Izuku en medio de la nada totalmente vulnerable.

-Oh, ¡Sí! Nos vemos en dos años, Alfa- Con mucho vigor Izuku tomó parte de las cosas que les fueron entregadas y fue el primero en salir, Katsuki le siguió el paso de mala gana.

No tardaron mucho en llegar a las afueras del lugar, Katsuki se puso adelante e Izuku solo lo siguió, estaba totalmente solo con el Alfa que lo insulto y lo atacó, pero aún así, se sentía tranquilo , su Omega estaba en el paraíso mientras recibía el cálido olor del Alfa, podía sentir como se llamaban, y era una tortura sentirlo tan cerca, y a la vez tan lejos.

-Señor Bakugou, ¿Hay algo que le guste hacer en su tiempo libre? - Se motivo Izuku a preguntar, quizás sólo era cuestión de conocerse.

-No te importa. -

-Vamos, ¡Le contaré que me gusta a mi! - Izuku se acercó un pelin mientras intentaba seguirle el ritmo.

- ¿De verdad? - Dijo Katsuki con cierta ironía que Izuku no captó.

-¡Sí! -

-No me importa. - Dijo, sin remordimientos, mientras seguía caminando.

-E-está bien, no me tiene que contar que le gusta hacer, ¡Se lo diré de todos modos! Me gusta nadar en el río, ayudar a los ancianos a curar a la gente de la manada, ¡explorar! Oh, y también me gusta llevar un registro de todo y adem... - Katsuki puso su mano en la boca de Izuku y se acercó a su rostro, para desviarse a sus orejas y decirle-

-¡ME IMPORTA UNA MIERDA, DEJA DE PARLOTEAR Y CAMINA! -Izuku se sintió pequeño con ese estruendoso grito, y como un robot apretó sus labios y empezó a caminar intentando igualar el paso de rubio.

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Luego de caminar por a través del bosque sin decir ni una sola palabra, Katsuki se detuvo y descargo las cosas, Izuku imitó su acción y se sentó en el pasto a su lado, Katsuki lo miró de reojo para después sacar del equipaje algunas frutas.

-Toma, estás muy delgado, no aguantaras nada con ese cuerpo tan débil- Izuku se sonrojo, no sabía si era por la vergüenza que sentía por tener un cuerpo débil o por la emoción del acto de amabilidad que le estaba ofreciendo el Alfa, ¡Le preocupaba!

-Gracias, señor Bakugou. -

-Deja de decirme Señor, no soy un anciano, idiota.

-Oh, vale. ¿Katsuki? - Dijo mirándolo para ver si tenía la aprobación del Alfa, el cual soltó un chasquido y giro la cabeza-

-PERDÓN! N-no quería sobrepasarme. Ehm, ¿Qué tal Kacchan?- El omega mencionó bajito y con el rostro muy rojo, Katsuki no fue la excepción, ¡Que apodo más putamente tierno!

-¡Haz lo que quieras!- Dijo y le dio la espalda para que el Omega no notará que se sintió avergonzado, era insólito, él maldito Alfa más diabólico de la manada del sur, avergonzado. No quería sentirse más humillado de lo que se sentía, y optó por cambiar a su forma de lobuna, así podría esconder la imperfección que estuvo a punto de salir a la luz.

-Oh, ¡Increíble! ¿Como haces para transformarte tan rápido? ¡tampoco parece que tengas dolor!- El Omega se sintió un poco de confianza, y se acercó de más al Alfa, daba menos miedo miedo de lo que recordába en la ceremonia.

-Kacchan es muy grande, ¡Qué genial!-
Katsuki se sentía Mareado, ese Omega era una especie de servidumbre creada con el fin de dar halagos.