Min Yoongi cansado de la vida como Musico, decide tomarse un tiempo en su natal pueblo, un lugar lleno de recuerdos, un lugar que espera sea tranquilo, además de querer cumplir una promesa que le hizo a su mejor amigo antes de irse los dos de ese l...
El fondo siempre será un lugar muy oscuro, pero ¿Qué pasa cuando sigues cayendo? ¿Cuándo creías que no podías ir más allá de donde estas?
El dolor aumentaba, mi corazón se quebraba cada vez más porque aún estuviera semi inconsciente escuchaba las palabras crueles.
“su madre la hecho de la casa, no la voy a dejar en la calle”
Lo último que me quedaba me dejó como algo desechable.
“No es tu responsabilidad”
“Ella no es Jimin”
Desde la muerte de mi hermano, a eso se ha reducido mi existencia, “tu no eres como él” a pesar de que nos dejó siguió siendo el favorito de mamá, “si su hermano estuviera aquí y la viera en que se convirtió” juzgar es tan sencillo.
“se que estoy haciendo, es mi problema después de todo” Palabras de Yoongi
Es raro escuchar un apoyo, pero se sigue sintiendo algo vacío. Mi cuerpo por fin se venció y caí en la total inconsciencia.
La primera vez que abrí los ojos mire a Yoongi preparar una bandeja con medicamentos y material de curación, aunque no podía reaccionar del todo note cada detalle, checaba mi temperatura, la presión y tenía delicadeza de tocar mi rostro, no me preguntó nada, tampoco dijo nada solo me atendió, yo estaba cansada y adolorida así que preferí dormir todo lo que pudiera. Dormir podía ayudar a aminorar la necesidad, de droga, de afecto, de vivir.
La primera noche de ansiedad es terrible pero no es la peor de todas, el cuerpo me comenzó a temblar, tenía frío pero sudaba por la fiebre, escuchaba ruido en mi cabeza un dolor insoportable, la voz de Yoongi se distorsionaba su tacto me quemaba, yo solo necesito un poco de droga, solo una pastilla, no quería mucho, solo está vez para calmar el dolor, solo está vez por favor…
¡NO ME ESCUCHA!
¡SOLO ME DA SU LASTIMA!
Me ve como todos lo hacen; como nada. Sus ojos reflejan dolor, pero se que el no siente nada.
¡DEBIO DEJARME MORIR!
Mi cabeza dice que es lo mejor, abandonarme a esta sensación de muerte. Solo el rasgar mi piel aminora los temblores, concentrarme en el dolor es mucho mejor.
La comida sabe bien, pero mi estómago la rechaza, él soba ni espalda en cada ocasión, no se rinde con la comida, busca cosas más ligeras pero nutritivas. Las pesadillas son algo más con lo que debo lidiar, los monstruos que mi cabeza crea, no son sin más el reflejo del daño que me han hecho a mi cuerpo y a mí estado emocional.
Quisiera decirle a Yoongi todo lo que me pasa, pero solo lo rechazó, solo lo empujó, lo golpeó y lo insulto, él no dice nada solo resiste.
Esta noche por fin dormí un poco más, pero mi cuerpo inicio una nueva petición, un nuevo reclamo de contacto humano, de estimular mis sentidos con la dopamina que liberas en el clímax del placer carnal, no me importaba con quién, ni la manera en que lo hacía, el sexo era otra droga más, no recuerdo la mitad de los rostros con los que llegue a estar, mientras me dieran lo que pedía, su apariencia no era importante.
Despertar con las sábanas mojadas, entre el sudor y mis fluidos no fue agradable, más porque no podría ver a la cara a Yoongi y explicarle las manchas en estás, ya estaba siendo una carga.
Escuché ruido afuera de mi ventana, con el ardor en mi entrepierna camine, cuando abrí la cortina una imagen, que no ayudo nada a mi calor. Min Yoongi es un hombre muy atractivo, sus ojos gatunos, su piel blanca, y ese undercut que tiene lo hace lucir aún más guapo de lo que es, su cuerpo es delgado pero atlético. Estaba con el cabello pegado a la frente por el sudor, vestía unos vaqueros rotos de las rodillas, camisa de tirantes negra algo pegada al cuerpo, el tatuaje de su cuello se extendían por todo el brazo derecho, en el izquierdo su otro tatuaje relucía, recuerdo que su madre le decía “serpiente albina” supongo que a eso se deben ese par de Reptiles en sus brazos.
La humedad de mi entrepierna aumento, Min Yoongi es un hombre sexy, que estaba incendiando mis deseos, si no podía tener mis drogas, al menos tendría un pequeño orgasmo, mi mano se deslizó por mi abdomen hasta llegar el elástico de mi short, lo levanté para darle a mi mano el acceso necesario para acariciar mi botón.
Sus ojos se toparon con los míos, quiero que sea su mano, la que está en mi short, las venas marcadas, los dedos largos, seguro sabrían moverse muy bien en mi interior. Me aleje de la ventana, saque finalmente mi short y ropa interior, me tumbe en la cama, puse una almohada para elevar un poco más mi cadera, abrí mis piernas hundiendo dos dedos, con ritmo y lujuria.
No tuve reparó en gemir, estaba disfrutando con gusto está sensación.
—Yoongi
Utilicé la imagen de mi cuidador, su voz ronca, su lengua en mi cuello, la colonia que utilizaba, cada vez gemía más, no podía llegar hasta donde deseaba en mi interior.
Escuché que abrieron la puerta pero no me detuve, al contrario, el pequeño momento que estuvo de pie antes de volver a salir, me ayudó a llegar a mi clímax, me vio masturbándome, pero no sabía que pensando en él y esto lo hacía más interesante.
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Se que fueron dos capítulos cortos, pero necesitaba desarrollarlos así, para que no se hicieran tan pesados al no usar muchos diálogos, espero les gustarán, voy a tocar temas algo sensibles en los siguientes espero estén listos...
