Una simple pesadilla.

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Regresaron a La Guarida de la Port Mafia, Ambos chicos estaban disfrutando cual niños que eran se divertían reían y disfrutaban, hasta que entraron de vuelta a aquel infierno como mencionaba el Castaño, su esencia de bromas cambio a ponerse serio y hasta cierto punto despiadado, el ambiente cambio drásticamente y era diferente, las risas se disiparon de la nada y volvieron a entrar, ambos chicos mostraban un carácter firme, aunque sentía temor por dentro pero en sus miradas no lo mostraban, avanzaron hasta llegar a su habitación, Dazai reviso con la mirada si no estaba el jefe espiando o vigilando, suspiro aliviado y apresuro el paso mientras el pelinaranja lo seguía.

Chuuya: Esperame un maldito segundo  -seguia a paso apresurado al castaño- 

Dazai: Perdon pero es mejor ir rápido antes de que algo suceda. -soltó el castaño seriamente-

Chuuya:  ¿Te regañan por salir?

Dazai: Castigan, es mejor que no te pase eso, por eso apresúrate si nos ve el jefe, no... -callo su voz y continuo caminando hasta llegar a la habitación-

Chuya: ¿No que? -dijo algo bajo-

Dazai: Te lo dire adentro, pero no subas la voz.

Chuya: Avanzo hasta que se choco con el castaño ¡Oy-! 

Dazai: Shhh nos oirá.  -Abrió la puerta con un silencio sorprendente e invito al pelirojo a entrar rapido-

Chuya: -Entro y la puerta detrás de el cerro como si nunca hubiera sido abierta, ni un sonido emitió esta- ¡Ahora me explicaras que pasa Idiota!

Dazai: Y volvió el cascarrabias, Bueno es que como te dije, Mori es el jefe y si no estas en tu lugar cuando no es una misión te llega a castigar, no es que no quisiera que te castigara, nos castigaría a ambos, y odio el dolor.

Chuya: Entiendo, pero debiste decirme eso antes, eres idiota Dazai, encerio lo eres, no quieres sufrir por dolor lo odias e intentas morir. 

Chuuya chasqueó la lengua y fue hacia la cocina. Dazai se quedó en la entrada de la habitación, con una expresión de incomodidad. Aunque no lo mostraba, estaba consciente de lo cerca que habían estado de meterse en problemas graves. La tranquilidad de la sala, ahora que estaban a salvo, le dio a Dazai un momento para reflexionar.


Dazai: (No entiendo por qué Chuuya siempre tiene que reaccionar así. Pero, ¿qué puedo esperar? El caos aun no es su naturaleza, y mi instinto siempre está dispuesto a empujarlo más allá de sus límites. Aunque... esto está empezando a ser más peligroso de lo que solía ser).

Mientras Chuuya rebuscaba en la despensa, Dazai se acercó con un suspiro resignado.

Dazai: —Sabes, a veces creo que disfrutas de meterte en problemas más de lo que deberías. ¿No crees?

Chuuya: —No es que disfrute, simplemente tengo mis principios. Y tú, no te hagas el inocente. Sabías perfectamente que Mori tiene un ojo en todo momento, y lo sabes al estar aqui mucho mas tiempo que yo. Pero claro, te preocupas más por tu propio pellejo que por el mío.

Dazai: —Tienes razón, lo admito. No te lo dije porque no quería que te preocuparas. Y no es solo por mi pellejo. No quiero que termines en una situación que no puedas manejar.

Chuuya se giró, sosteniendo una botella de agua y miró a Dazai con una mezcla de frustración y preocupación.

Chuuya: — Dazai  creo que tienes una extraña forma de cuidar a las personas. Pero, por favor, avísame la próxima vez. No me gusta que me metan en problemas sin saber qué esperar.

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⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

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