En aquella blanca y limpia habitación, entraban y salían doctores y enfermeras revisando el estado de la recién despertada, verificando que se encontrara bien y por suerte así era.
Los doctores, que habían cuidado de ella durante un buen tiempo, estaban llenos de alegría tras haber tenido éxito con el tan esperado resultado de la salud de su paciente.
Sin embargo, ese ambiente de felicidad se esfumó cuando el doctor encargado de aquella muchacha le habló:
-Bien, haremos preguntas de prueba, ¿sí?- la paciente asintió- ¿Cómo te llamas?
Al momento de responder, quedó blanco y las palabras se quedaron estancadas en su boca, que de repente se había vuelto seca. Cada vez que intentaba recordar algo de ella, sus neuronas hacían un corto circuito y no podía responder ni una simple pregunta que requiera algo de su memoria.
-Vamos, no bromees- la regañó el anciano doctor, quien tenía una sonrisa nerviosa.
-N-no recuerdo nada, señor- se le llenaron los ojos de lágrimas-, ni siquiera mi nombre- se mordió el labio para no soltar un llanto.
Todos los presentes, excepto la joven, abrieron los ojos como platos, arrepintiendose de haber festejado muy temprano, así que se dispusieron hablar entre sí y empezaron a salir de la habitación a excepción de una enfermera, quien seguía comprobando que sus demás sentidos funcionaban correctamente.
Luego de haber hecho algunos simples ejercicios ordenados por la enfermera, llegó una chica de piel pálida, con el cabello oscuro y con hermosos ojos marrones, los cuales estaban bañados por lágrimas tras haber visto a la chica de la camilla para después saltar encima de ella al grito de "¡Al fin despertaste!".
Confundida, aceptó el abrazo, ya que no quería que la otra mujer se sintiera mal u ocasionar un momento incómodo entre ellas.
-Señorita Bae- llamó el doctor.
-¿Sí?- contestó aún sumergida en los brazos de la paciente.
-¿Podemos hablar en privado?- su voz sonada temerosa, lo cual hizo voltear preocupada a la pelinegra.
-Por supuesto, ya vuelvo- besó la mejilla de la otra chica y se reincorporó para luego salir de la habitación.
Sonrojada, posó su mano en el lugar besado mientras pensaba: '¿quién es ella? ¿Soy importante para tal maravillosa mujer? ¿Qué soy de ella?' Y por esas interrogantes, se atrevió, después de varios minutos cuestionandose si hacerlo o no, a preguntarselo a la enfermera, quien estaba anotando algo en unos papeles.
-Disculpe- la enfermera alzó su vista-, ¿quién es ella?
No pudo emitir sonido alguno al haber sido interrumpida por la señorita Bae que antes había ingresado a la habitación llorando de la felicidad, se encontraba igual pero su estado de ánimo había cambiado. Sin embargo, trataba de ocultarlo. En silencio, se sentó al lado de la cama y tomó la mano de la chica acostada.
-Las dejaré solas- anuncio la empleada y luego de haber cumplido lo prometido, cerró la puerta.
-Hola de nuevo- trató de sonreír, pero se mordía el labio para no sollozar.
-Hola- dijo tímidamente.
-Ya el médico me explicó la situación y sé que te sientes confundida, así que responderé todas tus dudas, ¿sí?- la menor asintió.
-¿Cómo me llamo? ¿Cuántos años tengo?
-Lalisa Manoban. Tienes veinticuatro años.
-¿Quién eres?
Rió mientras lágrimas seguían recorriendo sus mejillas- Soy Joohyun Bae.
Lisa quiso preguntarle quién era ella en su vida, pero la palabras se quedaron en su garganta, solo pudo quedarse con la boca abierta mientras sentía como sus mejillas se calentaban. Por algún motivo, la presencia de aquella mujer la ponían nerviosa.
-¿Y tú...?- tragó saliva- ¿Y tú cuántos años tienes?
-Sabes, es de mala educación preguntarle a una dama su edad- replicó bromeando pero solo provocó que Lisa se pusiera más roja-. Tengo veintinueve años- contestó y con la mano desocupada la posó en la mejilla izquierda de ella a la vez que se formaba una sonrisa de ternura en su rostro mientras sus ojos se iluminaban.
Al ver tal belleza, Lisa no pudo sostener la mirada y prefirió dirigir su vista a la pared para luego aclarar su garganta, logrando que Joohyun se riera.
-¿Dónde estamos?
-En el hospital central de Seúl, Corea del Sur.
La volvió a mirar de una manera irritada- Que haya perdido la memoria no significa que no sé dónde queda Seúl.
-Tienes razón- soltó un suspiro-, pero tal vez antes de que perdiera la memoria eras tan tonta que ni eso sabías.
-¡Hey!- frunció el ceño- ¡Eso fue grosero!
Rió nuevamente, pero esta vez un poquito más fuerte- Estoy bromeando- tenía una sonrisa de oreja a oreja-. Tal vez me estoy atreviendo al hacer esto, pero lo necesito.
Dicho esto, ocultó su rostro en el cuello de Lisa mientras entrelazaba sus dedos con los de la chica sonrojada.
-Tú sigue preguntando si quieres- dijo al notar que la menor no se movía o hablaba.
-Eh, sí, sí...- trató de repensar todas sus dudas, ya que al estar tan cerca de Joohyun hizo que se le olvidaran todas estas- ¿Soy de aquí? Porque el nombre Lalisa no es muy coreano.
-No, eres tailandesa, pero viniste a estudiar a una escuela aquí y allí fue donde nos conocimos.
-Oh, ¿mis padres viven en Tailandia?
Por un momento, Joohyun dejó de respirar y esto lo notó Lisa, lo cual la preocupó.
-Lisa, temo decirte que tus padres murieron antes de que tú vinieras aquí.
Lisa se quedó en shock nuevamente mientras sentía que iba a llorar nuevamente. Esto fue percibido por Joohyun quien la abrazó mientras besaba sus mejillas.
-Tranquila, yo nunca me iré de tu lado, lo prometo. Me tienes a mí, ¿sí? Juro que nunca estarás sola mientras yo viva, Lisa- se separó para mirarla de nuevo a los ojos.
-¿Cómo fallecieron?
-No sé si es el momento indicado para responderte eso, bebé, acabas de levantarte.
-Entonces, ¿qué me pasó a mí?- preguntó alterada, ya que le empezaba a doler la cabeza.
-Nuevamente, te acabas de despertar tras un largo período de estado vegetativo, necesitas descansar.
-Por lo menos quiero saber cuánto tiempo estuve así.
-Dos años.
La tailandesa abrió los ojos como platos y se quedó dura en el lugar mientras trataba de procesar lo que la coreana le acababa de decir, la cual le comenzó a hablar pero no podía escucharla por alguna razón y todo a su alrededor daba vueltas hasta que todo se calmó cuando su vista se volvió oscura e inevitablemente se acostó nuevamente en la cama.
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Primera vez escribiendo algo, espero que les guste. Voten y comenten, por favor. Gracias por leer.
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Memories (Lisrene)
FanfictionTras haberse despertado de un coma de dos años, Lisa no recuerda nada, ni siquiera su nombre o quién es ella misma, haciéndola sentir sola y vulnerable. Sin embargo, esa soledad se esfumó al sentir el calor de la mano de una mujer que estaba a su l...