Memories (Lisrene)

(3) "Back to home?"

Habían pasado varios días desde que Lisa se había despertado, en los cuales mostró una mejoría en movilidad y funcionamientos básicos para subsistir gracias a los ejercicios mandados por los médicos. Al ver este resultado positivo, le darían el alta, por lo que la tailandesa y la coreana estaban muy emocionadas. Esta última había ido todos los días sin despegarse de su prometida, solo se iba a su casa para ir a buscar ropa, bañarse o hacer comida para ambas.

No quería alejarse de Lisa.

En el transcurso de esos días, la fueron a visitar amigas que tenía antes del accidente. Sin embargo, no se acordaba de ninguna, cosa que no impidió que le cayeran muy bien las cuatro mujeres. Por lo que le contó Joohyun, eran amigas que tenían en común y casi siempre se juntaban. Pero con la que más desarrollo confianza fue con Yeri. Lisa tenía la sospecha de que, antes de que su memoria se borrara, ellas dos eran cercanas, por lo cómoda que se veía la menor al entablar conversación con ella y ya haber hecho planes para cuando estuviera mejor.

Gracias a estas visitas, pudo construir una mejor imagen de cómo era la antigua Lisa y su vida, lo cual agradeció, ya que su prometida le contestaba cortante cuando se trataba de esas cosas con la excusa de que después le dolería la cabeza o peor, se podría desmayar de nuevo.

Prometida. Era una palabra que no cabía en su cabeza. La antigua Lisa tenía planes de casarse con Joohyun, lo cual le causaba nervios y algo tristeza al pensar cuánto tiempo esperó la pelinegra para su boda, y aún así, seguía allí, a su lado.

-¿Estás contenta?- preguntó Joohyun, sacándola de sus pensamientos.

-La verdad que sí, aunque algo nerviosa- hizo una mueca.

Se rió- No te pasará nada, ¿sí?- dejó un casto beso en sus labios- O por lo menos, no dejaré que eso suceda- su tono había cambiado a uno un tanto serio y frío, provocando escalofríos a la menor.

La habitación se había inundado del tarareo de la coreana mientras observaba intensamente a la menor, quien se mantenía en silencio, y la mayor le hacía caricias con el pulgar en su mejilla.

-¿Señorita Manoban?- llamó la enfermera.

-¿Sí?

-Los papeles ya están en recepción, debe firmarlos para poder irse.

-Ok, gracias- le sonrió y dicho esto, la empleada se fue-. Me iré a cambiar- se levantó despacio y fue ayudada por su prometida.

-¿Necesitarás ayuda?

-No, si ya puedo caminar sola- rió mientras se dirigía al baño.

-No me refería a eso.

La tailandesa se detuvo en seco mientras sentía como el sonrojo se apoderaba de su rostro al entender lo que se refería Joohyun, por lo que optó por contestar con simple 'no' y rápidamente se encerró en el baño para luego disponerse a cambiarse de ropa y así poder pensar en otra cosa.

Sí que Joohyun la ponía nerviosa.

Ya lista, salió del baño para dirigirse a recepción y firmar algunos papeles, no sin antes ser tomada de las manos por su futura esposa.

-Te olvidaste de lo más importante- le besó la mejilla-: de mí.

La tailandesa se río un tanto sonrojada y fue hasta la recepción y así firmar. Al terminar, todos los médicos empezaron a aplaudir para luego despedir a ambas mujeres emotivamente, ya que muchos sabían de la situación de estas mismas. En el momento que terminaron de saludar, se dirigieron al ascensor para poder irse al estacionamiento, donde se encontraba el coche de la mayor.