Memories (Lisrene)

(7) "An old/new friend"

Para Lisa, fue difícil que Joohyun se olvidara del inconveniente con Somi, pero después de varios mimos y besos por parte de la menor (y después de haber jurado no interrumpir momentos con ella para prestarle atención a otra persona), se le pasó su enojo y en recompensa durmió encima de tailandesa mientras que esta le tenía que hacer mimos.

"¿Esto cuenta como esclavitud? ... Me da igual, sinceramente" pensó Lisa mientras observaba lo calmada que estaba el rostro de la coreana al dormir.

Al día siguiente, la pareja se levantó a desayunar como normalmente lo hacían en esas últimas semanas, con la diferencia de que Lisa le mostró todas las fotografías que había tomado de todo lo que llamó su atención de la ciudad mientras su prometida la escuchaba atentamente con una sonrisa plasmada en su cara.

"A pesar de que perdió la memoria, sigue amando la fotografía" - pensó orgullosa mientras miraba el brillo de sus ojos al hablar sobre sus recientes recuerdos.

Después de terminar de desayunar, se dispusieron a limpiar lo que habían usado y acordaron de que ambas irían al trabajo de la mayor las dos juntas en su auto por lo que vistieron y fueron a la compañía de su familia. Cuando llegaron, Irene le avisó a su secretaria de que siempre que venga Lisa la haga pasar a su oficina y fueron hasta allí, donde Lisa empezó a ayudar a la mayor con su trabajo, a pesar de las réplicas de esta última, con el argumento de que por su culpa ayer tuvo que parar todo lo que estaba haciendo por ella, así que sí o sí la ayudaría.

-Lis- pronunció un "mmm"-, tengo que ir a buscar unos papeles a recepción, ya vuelvo- avisó Irene pero Lisa la detuvo-. ¿Qué haces?

-Tú quédate aquí y sigue con lo tuyo mientras que yo los busco- se levantó de su asiento.

-No.

-Sí.

-No, Lalisa.

-Sí, Joohyun- se dirigió a la puerta y la abrió-. Avísale a tu secretaria, bye.

-Dios, ¿por qué es tan cabeza dura?- se dejó caer en su silla nuevamente y le avisó a Sunmi que esperara a su prometida.

Mientras tanto, una tailandesa bajaba felizmente por el ascensor para luego dirigirse a la recepción.

-Hola de nuevo- sonrió.

-Hey, señorita Manoban, aquí tienes los papeles- entregó lo dicho.

-Gracias, señorita Lee- hizo una reverencia.

-Llámame Sunmi o unnie, no me molesta.

-Ok, Sun...- no pudo terminar con la oración porque fue interrumpida por un rugido de su estómago, provocando que se pusiera roja y que la mayor se riera.

-¿Sabes? En la sala de espera, cerca de la puerta de la oficina de la señorita Bae, tienes una maquina expendedora. Ten- le dio un par de monedas.

-No, no, no, no puedo aceptar esto- rápidamente se lo quiso devolver, pero Sunmi la detuvo.

-Hey, está bien, tu novia me paga el sueldo, así no hay problema- le guiño un ojo-. Además, es de mala educación no aceptar regalos de tus mayores.

Se rascó la nuca- Gracias de nuevo, unnie- hizo una reverencia.

-Está bien. Ahora ve.

Lisa asintió y se fue nuevamente al ascensor, al salir de él se dirigió hacia la oficina de su prometida, pero su vista se apartó hacia el lugar donde la había indicado Sunmi. Ella tenía razón: había una maquina expendedora allí. Sacudió la cabeza y miró de nuevo a la puerta que tenía enfrente. Aunque dudó. ¿No pasaría nada si iba una vez a comer, no? Volvió para atrás y encaminó hacia la respectiva máquina y se compró algunos snacks.