Ambivalent (Avengers)

VIII

Moreno y Romanoff entraron al lugar donde se estaba llevando a cabo la fiesta, y efectivamente habían asistido muchas personas. Eliana vió como Steve se acercaba con un hombre de piel morena.

—Hola, cuanto tiempo sin verte— saludó Natasha al hombre que venía con Rogers.

—Lo sé, me alegra verte— respondió.

—Eliana, este es mi amigo, Sam Wilson— presentó Steve.

—Mucho gusto, soy Eliana Moreno— saludó amigable.

—Sam— dijo a modo de respuesta— he oído algunas cosas sobre tí, eres increíble.

—Gracias.

—Vuelvo en un momento— informó Natasha.

—Eliana, Sam me está ayudando a rastrear a Bucky— Confesó el rubio.

—¿Han tenido algún avance? — interrogó la castaña.

—No, todas las pistas llevan a un callejón sin salida—respondió el moreno.

—Tiene sentido, nos entrenaron para no dejar rastro— dijo con un poco de tristeza la chica.

Eliana de verdad quería que Rogers hallara a Barnes, había pasado mucho tiempo solo en épocas distintas, tal vez ver una cara amiga le sería un gran consuelo.

—Iremos a jugar billar ¿vienes? — propuso Steve.

—No, gracias— contestó amable.

—Está bien— ambos hombres se fueron.

Eliana volvió su vista al rededor, le era extremadamente extraño ver a tanta gente riendo y disfrutando, paseó su vista por el lugar en busca de algún otro rostro conocido, con algo de dificultad los encontró pero parecía que se la estaban pasando tan bien que no quería incómodarles, así que se acercó a la ventana para poder observar la ciudad.

—Niña ¿Estás bien? —le preguntó el arquero posicionándose a su lado.

—Si, solo... Disfruto de la vista— respondió.

—Nueva York puede ser muy impresionante por las noches— agregó Clint—¿la habías visto antes?

—No, la verdad nunca sabía con certeza donde me encontraba— relató la castaña— siempre estuve saltando de una base a otra, solo salía cuando tenía alguna misión y no es como que me dejaran observar los paisajes.

—Eso es muy triste, pero recuerda que ahora eres libre, puedes ir a donde quieras— la animó.

—Lo sé, solo me parece muy bueno para ser verdad.

—Es verdad— el teléfono del arquero empezó a sonar— lo lamento debo contestar.

La castaña solo asintió y continuó con su vista fija en las luces de la ciudad. Sintió una pequeña variación en la energía de la torre, pero decidió no preocuparse, ya que si fuese algo grave J.A.R.V.I.S hubiese alertado.

—¿Te diviertes pequeña?— le preguntó el científico.

—Si, em... Yo solo.. Observaba la ciudad— dijo un poco dudosa.

—Está bien admitir que este no es tu concepto de diversión— comentó el científico— entre nosotros, tampoco disfruto mucho el hecho de que haya tantas personas.

Esto logró sacarle una sonrisa a Eliana.

•••

Se encontraban sentados, comiendo comida china y conversando hasta que Clint sacó el tema del martillo de Thor.

—Si quieres puedes intentarlo— ofreció Thor.