Los príncipes no son reales en cuanto a personalidad estimada e idealizada. Jimin tiene una vida perfecta, en su palacio, con su familia; pero todos tomamos ciertas decisiones equivocadas alguna vez. Sin duda, para el rubio obligado a teñir su cabel...
El siguiente capítulo contiene escenas narradas e imágenes:
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Kook sostenía el aún el semi tembloroso cuerpo de Minnie entre sus brazos, descansando en el muelle con su espalda contra uno de los barrotes que amarraban barcos a su llegada a puerto, el menor estaba entre sus piernas manteniendo su estrecha espalda pegada al fuerte pecho de él. Un abrazo íntimo a su modo que era, sinceramente, el único bálsamo que necesita para tranquilizarse y poder respirar.
-¿Estás mejor? -Minnie solo hizo un ruido afirmativo con su garganta. Las grandes manos de JK acariciaron sus brazos levemente helados por la brisa marina. Con torpes movimientos y quejas tiernas se desabrochó su gran chaqueta de deporte negra y los envolvió a ambos en ella hasta cerrar incluso su cremallera, así consiguió la primera risa del menor en todo el día.
-Lo siento si has tenido que dejar tu trabajo para venir conmigo. -Susurró sintiendo ahora los brazos desnudos de JK rodear su vientre con protección.
-No importa Minnie, de verdad que no lo hace. -El chico inclinó su cabeza para verlo, su rostro quedando bajo la barbilla del mayor que lo miraba con un intenso cariño. ¿Por qué nunca nadie lo había mirado así? -Quiero que comprendas y confíes en que nada es más importante que tú, lo arriesgaría todo por ti, ¿recuerdas? -Con una media sonrisa Minnie besó la mandíbula perfectamente marcada del pelinegro.
-Papá nunca me pondría en primer lugar en nada, tan solo si saca beneficio de ello. -Los brazos a su alrededor lo aprisionaron más, él enredo sus ambas manos con las de JungKook bajo la chaqueta.
-No quiero que te sientas presionado a decirme nada Minnie, hay cosas que cuestan relatar y expresar. -Él lo miraba confuso. -Lo que quiero que sepas es que no necesito explicaciones, pero lo que sí me gustaría es que nunca me mintieras. -Esas inmensas ganas de llorar de nuevo agrupándose en sus ojos y apretando su garganta. -Yo jamás te mentiría, no soporto las mentiras.
-JK. -Las facciones del pelinegro se endurecieron tan rápido y desleñosas, mirando al horizonte y sin brillo en sus ojos. Jimin soltó de nuevo lágrimas de dolor, llevaba años de práctica en cuanto a mentir, toda su vida era una mentira, incluso ahora que realmente había comenzado a vivir estaba mintiendo. -Lo siento. -Fue lo único que pudo susurrar entre sollozos ahogados.
-Solo dime una cosa, realmente no miento cuando te digo que no te voy a presionar para que me des explicaciones o me cuentes todo Minnie, pero respóndeme a esto con sinceridad. -La mirada dura, con rastros de esperanza cohibida, se posó sobre el joven. -¿Cuándo nos conocimos? ¿Cuándo nos vimos por primera vez? -Sintiendo su corazón oprimirse, sus piernas pedirle salir huyendo, su corazón le gritaba "déjate querer y amar".
-A Minnie lo conociste la noche del bar en ARMY. -La mirada del chico tatuado cayó unos leves segundos en los que prosiguió. -A mí me conociste en la playa de madrugada.
