~77~

337 38 0
                                    

CAPÍTULO FINAL: Dedicado a todas esas hermanis que habéis estado apoyando este historia que con tanto amor ha cobrado vida. 🖤

El siguiente capítulo contiene escenas narradas e imágenes:

El pelinegro asemejaba dormir plácidamente entre sábanas de seda, edredones de algodón y almohadones suaves e hinchados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El pelinegro asemejaba dormir plácidamente entre sábanas de seda, edredones de algodón y almohadones suaves e hinchados. La brisa marina que entraba baja por su balcón abierto ocasionaba que sus mejillas estuvieran rosadas, su rostro relajado en esa noche estrellada mientras soñaba con ese idílico, pero real, muelle en Busan. Allí no había dolor, pena o lágrimas, ni si quiera intranquilidad o congoja, todo era paz y tranquilidad. A su lado estaba esa figura masculina que tan bien conocía, a pesar de que no podía girarse a verlo en su sueño, reconocía su aroma, su colonia, su presencia envolvente y cálida o el roce suave y delicado con cariño de su mano envolviendo la suya propia.

Minnie era feliz en ese sueño inducido tras pastillas que provocaban dormir, tés relajantes y el cansancio tanto mental como físico de un llanto desmesurado durante horas. Por eso amaba ese sueño, era feliz cuando nada era real.

-Jimin, vamos, despierta. -Unos ligeros movimientos en su cuerpo y caricias en su espalda y pelo intercaladas fueron consiguiendo su cometido. Cuando sus oscuros ojos, con las corneas rojas por el llanto pasado, se abrieron y enfocaron en la oscuridad de la noche distinguió la figura esbelta de su hermano sentada junto a él en su cama. -Tenemos que irnos. -Susurró SeokJin dando caricias ahora a sus mejillas rojas.

-¿Irnos? -Cuestionó con la voz grave y rota mientras se sentaba frente a su hermano mayor. -¿A dónde? -Su hermano se puso en pie y le ofreció una de sus chaquetas de chándal negras que YeJi le había vendido en su tienda junto a unas zapatillas deportivas.

-Te cuento de camino, pero primero tenemos que salir de palacio en silencio y sin ser vistos. -Jimin siguió las ordenes de su hermano, al salir de su cuarto sujeto a la mano de él, recorrieron pasillos y bajaron escaleras lejanas y escondidas hasta alcanzar la cocina de palacio.

Todavía en silencio; medio dejado por los tranquilizantes tomados, la incertidumbre de lo que ocurría y los nervios de huir de ese modo salieron de palacio por la entrada de servicio. Allí un coche común les esperaba, del lado del conductor el tío de su Noona y en el de copiloto la misma rubia sujetaba su vientre y le sonreía amorosa.

-¿Me dirás ya a dónde vamos? -Pregunta una vez el coche comienza a moverse y tomar distancia de palacio y el tumulto de personas al otro lado que seguían haciendo huelga y protesta. -¿Me lleváis a ver a Kookie? -Su cuerpo tembló ante la ansiosa idea. Su hermano le había jurado hace unas horas que haría todo lo posible por ayudarles y Minnie confiaba en él desde que había encarado a su padre, retenido a los guardias que querían detenerlos y lo había arropado cuando se llevaron a JK.

-Tu hermano quiere contarte algo. -Dijo Solar girando parcialmente su rostro hacia atrás, el aludido se inclinó hacia su hermano menor en los asientos traseros.

Príncipe con Corona de Plástico ~ KookMin ~ Jeon JungKook y Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora