Los príncipes no son reales en cuanto a personalidad estimada e idealizada. Jimin tiene una vida perfecta, en su palacio, con su familia; pero todos tomamos ciertas decisiones equivocadas alguna vez. Sin duda, para el rubio obligado a teñir su cabel...
El siguiente capítulo es un su mayoría narrado; aquí tenéis vuestro fin de la recta final:
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HyunJin y Beomgyu encabezaban el trayecto, abriendo puertas, pidiendo paso o sujetando su aparatosa capa mientras recorrían pasillos y de fondo sonaba cada vez más clara Cisne Negro sonar con su grave e idílica voz. Cuando Jimin llegó al salón de entrada, donde estaba la puerta principal, levantó su vista al frente y sintió la euforia recorrer sus venas llevándolo a gritar de alegría.
-¡Tae! -El aludido miró en su dirección y sonrió sin poder evitar reír también de alegría. Abrió sus brazos y lo recibió entre ellos estrechándolo con fuerza. -Eres el mejor CPP del mundo, te quiero. -Dijo con la voz atolondrada, Tae volvió a reír y se separó de él para verlo a los ojos.
-Te libro de tu cajita, tu jaula, de cristal bello cisne. -Declaró limpiando parte de las lágrimas del menor. -Eres libre, es hora de volar. -Jimin asintió convencido.
A su espalda se escuchaba el llegar de zapatos correteando; sus amigos los primeros, la prensa después y familiares o aristócratas los últimos. Sosteniendo su peso del hombro de Tae retiró el agarre de la cama en su hombro izquierdo, cambiando al hombro de HyunJin se retiró el derecho y Beom desde su espalda le quitó esa gran chaqueta de traje cargada de medallas y adornos de oro que entorpecía su movilidad dejando que su tatuaje cubierto se transparentara bajo la fina tela de la camisa de seda.
Echó a correr de nuevo, dejando a todos a la cabeza de las escaleras observando, las personas que esperaban la salida del matrimonio se habían unido a cantar junto a Kook haciendo un coro ensordecedor y épico que inundaba cada parte de Costa Cosmos. Todo el mundo conocía la melodía y al chico que cantaba frente al templo con su guitarra, nadie había sido capaz de apartarlo o detenerlo, todos lo escuchaban y apoyaban desde sus lugares.
La melodía de la guitarra se detuvo cuando Jimin hizo acto de presencia, mas las voces del pueblo siguieron cantando entre gritos. Ambas miradas negras volvieron a hacer contacto después de tanto dolor, de la distancia y el sufrimiento; era absurdo pero toda pena desapareció al instante.
Minnie corrió con el llanto más feliz que jamás nadie había experimentado. Kook abandonó su guitarra en el suelo de cualquier modo importándole poco si la dañaba, su cuerpo sentía la sangre correr de nuevo y los sentimientos al fin tomando forma en su rostro cuando corrió también hacia él.
Sus cuerpos chocan estreitosamente y se embriagan en el aroma natural, el calor y el respirar del contrario. Si aquello era incorrecto que supiera el mundo entero que vivirían en el lado erróneo de la vida. Un amor tan puro no podía ser tocado y/o dañado.
Se separaron solo lo justo para verse de nuevo y de cerca a los ojos, con sus brazos entre cruzados y sonrisas en sus rostros. Se dieron besos cortos, un poco más largos, necesitados o cariñosos frente a todos ignorando el caos a sus espaldas.
