Fue en el año 1987, casi un mes antes de que saliera a la venta el álbum "Appetite For Destruction" de la banda Guns N' Roses, cuando el guitarrista Saul Hudson de 21 años, mejor conocido como Slash, sin ser demasiado famoso aún, conoció a una chica...
El primer show de la gira fue en Seattle, no había demasiado público pero en cada lugar que tocaban iban sumando fanáticos. Eran jóvenes desenfrenados y locos, y eso a la gente le llamaba la atención.
Slash tenía la capacidad de autocontrolarse para no consumir heroína por más que todos los músicos a su alrededor la consumieran, pero el alcohol era su adicción, no había día que no bebiera su botella de Jack Daniel's.
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(Slash)
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Christine era su fiel compañera, ella estaba con él en todos lados; detrás del escenario, previo al show, luego del show, en las fiestas, en la noche, mientras dormían, Slash se sentía bien con ella, eran amigos y ella lo ayudaba.
Christine: "Le lavaba la ropa, porque él no quería lavar a mano y no había plata para llevar la ropa a la lavandería. Lo poco que ganaban en cada show lo gastaban en drogas o en prostitutas. Eran unos pendejos inmaduros, especialmente Steven, que gastaba todo el dinero y se comportaba como si fuese una millonaria estrella de rock".
"Steven siempre tenía drogas encima y de todo tipo, su mayor adicción era la heroína, vivía en las nubes, aún así nunca perdía la gracia y la simpatía, tenía mucha energía y le daba a la banda la energía adolescente y eufórica que los caracterizaba. Nos quedábamos en los hoteles más baratos porque de verdad no teníamos dinero".
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(Steven)
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Previo al show en la habitación, Christine y Slash conversaban mientras él se vestía. Ella llevaba un jean con una blusa gris y sandalias, y él un pantalón de cuero con zapatillas.
(Christine se probó la galera de Slash y se miró al espejo)
—¡Me encanta tu galera, qué original!
—La robé en una tienda hace un tiempo. —(Le respondió mientras se ponía la remera)
