Salimos del ascensor y nos dirigimos a nuestra habitación. Debe ser cierto que el hotel está bien equipado, porque no se oye ni un solo ruido, y eso que estamos en el lugar en el que estamos.
- Habitación 069. ¡Ja! Que irónico. - Dijo Atsumu entrando. Debe ser una broma, el destino parece que nos está provocando o algo por el estilo, porque no es ni medio normal la habitación que nos tocó. - Lo de bien equipada lo dijo a consciencia. - Reí ante la situación tan absurda en la que estábamos. Una habitación con una cama enorme, un jacuzzi en el balcón, una bañera con chorros de agua a presión, una cesta de regalo de "juguetitos" y un espejo en el techo sobre la cama.
- ¿Esto es enserio? ¿Y por solo 80 pavos? Es el Disneyland de los amantes de la lujuria. - Dijo impresionado. - ¡Atsumu! - Le regañé. - ¡Ay perdona! ¿Estás nerviosa? - Se acercó a mí. - ¿Debería estarlo? - Le dije a escasos centímetros de su cara. - Depende. - Me sonrió sin alejarse. - ¿Depende de qué? - Su forma de hablar me está poniendo algo nerviosa. - De nuestra capacidad de aguante. - Se alejó de mi.
¡¿Pero a que coño juega?! Debo ser consciente de que lo hace para molestarme. Debo mantenerme serena para no caer en la tentación. ¿Dónde se ha metido este idiota ahora? - Atsumu. - Le llamé. - Dime. - La voz venía del balcón. - ¿En qué momento saliste que no me di cuenta? - dije poniéndome a su lado. - Justo cuando te quedaste babeando por mi y me fui. - Me miró con su sonrisa ladina. - ¡No estaba babeando! - Un sonrojo subió a mis mejillas. - Jaja, ya. - Sonrió, aunque parecía una sonrisa falsa, como cuando trata con sus fans. - ¡Tsk! - Chasqueé la lengua sin querer. - ¿Pasa algo? - Volvió a mirarme. - No me gusta que me des sonrisas falsas. - Dije bastante molesta. - No era una sonrisa falsa. - Dijo molesto él ahora. - Atsumu, te conozco, eso era una sonrisa falsa. No trates de negarlo. - Dije con mi vista clavada en él. - ¿Qué te preocupa? - Pregunté para intentar suavizar la conversación. - No es que algo me preocupe, es que siento que estoy apunto de recordar algo importante, y no sé el qué. - Dijo colocando sus manos en la cabeza. - No te fuertes Atsumu, así solo vas a lograr estresarte. -
Me puse a observar el hermoso cielo estrellado, a lo que se juntó a mi. - ¿No te parece increíble lo grande que es el universo? - Soltó de la nada. - ¿Ahora entraste en tu modo filosófico? - Intenté hacerle reír, pero no funcionó. - Me hace sentir que mis problemas no son nada comparados con la inmensidad del espacio. - Estaba sorprendida de lo profundo que estaba siendo. ¿Acaso esta es otra de las partes que no había visto de Atsumu? - No te deprimas. En cuanto volvamos a casa prometo llevarte de picnic o a lo que quieras. - Le tomé de la mano. - ¡Ey! ¿Dónde está el Atsumu hiperactivo y sincero que yo conozco? Venga anímate, que si no no podré molestarte. - Le sonreí, pero este simplemente se quedó mirándome atónito.
- Me acuerdo. ¡Ya me acuerdo! ¡Joder ___, ya se quien eres! ¡Esa misma frase te la dije yo poco después de conocernos! - Me abrazó llorando. - ¿Qué? - dije con la voz temblorosa. - ¡Por fin! Por fin, puedo estar tranquilo. - Le escuchaba llorar. - Atsumu no llo-llores, que si no y-yo lloro. - Se me escaparon algunas lágrimas. Él se separó de mi y me miró a los ojos. - Me alegro mucho de que ya me recuerdes. - Dije mientras me secaba las lágrimas. - Y no solo te recuerdo a ti. ¡Ya recuerdo todo! O por lo menos eso creo. - Se le notaba entusiasmado.
Derrepente me tomó de la cintura y me acercó a él. - ___, te he echado de menos. - Susurró. - Yo también. - Hablé en el mismo tono. Entonces él se acercó a mis labios y habló. - Te quiero. - Lo dijo tan suave que por poco hizo que me derritiera, pero el beso que me robó después me despertó de golpe. - ¿Y como lograste recordar todo? - Pregunté llena de felicidad. - Porque me lo dijeron las estrellas. - Dijo riéndose. A lo cual le seguí el juego. - Entonces debería agradecerles. - Me empecé a reír. - Muchas gracias estrellitas, si pudiera os regalaba algo. - Se río de mi tonta actuación. - Pude que a las estrellas no, pero espero que esta noche puedas regalarme algo a mi. - Me miró algo nervioso y con un leve rubor. - Atsumu Miya, ¿qué me estás pidiendo? - Me puse roja ahora yo. - Lo que tu me quieras dar y solo si tu quieres. - Me besó la frente y entró a la habitación. - Por lo pronto vamos a bañarnos, si quieres ve tu primero, yo me duché esta mañana. - Le hice caso, tomé una toalla y un albornoz y entré en el baño.
Llevaba ya diez minutos dentro del agua y mi piel estaba comenzando a arrugarse. ¡Ahh! ¿Se supone que lo que dijo Atsumu iba en serio o lo estaba haciendo para ponerme nerviosa? Desde luego que este si es el Atsumu que conocí el primer día de clases. Bueno, por lo menos ahora siento que me he quitado un gran peso de encima, que por fin me recuerde me hace muy feliz.
Me puse el albornoz y me desenredé el pelo. Me quedé un rato mirándome en el espejo y entonces me surgió una dudas. ¿Por qué, de entre todas las chicas que se mueren por él, me eligió a mi? ¡Puaj ___! Que cliché más grande te acabas de montar. Simplemente me eligió porque le gusté, o eso creo. Me aparté del espejo y abrí la puerta del baño. - Atsumu, si te quieres duchar ya puedes. - Le dije al aire, porque no había nadie en la habitación. - ¿Otra vez se desapareció? Bueno, ya vendrá. - Me tumbé en la cama y sentí como si estuviera tirada en una nube. - ¡Esta cama es increíblemente blandita! - Solté un gran suspiro y cerré mis ojos. Poco a poco fui quedándome dormida.
Estaba teniendo un sueño precioso en el que nuestro grupo de amigos se iba de acampada con Atsumu y conmigo a una montaña. Todos nos encontrábamos al rededor de una hoguera comiendo y escuchando a Nanami cantar. Pero mi sueño acabó cuando me desperté al sentir la cama hundirse a ambos lados de mi cabeza. Abrí los ojos y vi a Atsumu sobre mí. Me miraba con dulzura, a lo que yo le sonreí. - Parecías un hermoso ángel descansando sobre una nube - Luego de decirme eso me besó. Me besó como si hubiera estado años lejos de mí. Únicamente transmitía sentimientos sinceros.
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Buenasss.
¿Que pasará entre la rayis y Atsumu en el siguiente capítulo? No os perdáis lo que se viene 7w7.
Chauuu.
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Te odio Miya Atsumu (Miya Atsumu x Lectora)
FanfictionÉl es el chico popular, ella una chica normal que no le presta atención como sus fans, pero el destino les tiene preparado un final completamente distinto al que ellos piensan. Esta es la historia de Tachibana ___ una chica de 17 años que va a la p...