Te odio Miya Atsumu (Miya Atsumu x Lectora)

Ami-enemigo

Narra ___

-Bien. Chicas les presento a Tachibana ___. Ella quiere unirse al club. - Dijo Nanami.

-¡Qué bien, una nueva compañera! Soy Sasha.

-Amaya. - Se presentó otra chica con una gran sonrisa.

-Erika. - Agregó otra.

-Un placer, espero poder entrar al club y poder llevarme muy bien con todas.

-Esto, Nanami. - Dije casi en susurro.

-¿Dime?

-¿Quién es esa chica de allá que parece que me mata con la mirada?

-Ella es Rena, se cree una diosa o algo así y siempre trata mal a la gente, así que si te hace algo dímelo. Tiene un complejo de superioridad un poquito difícil de tratar.

-Vale gracias, es que está en mi clase y me resultó curioso verla aquí.

-Bien. - Dijo Nanami alzando la voz. - ___ por favor, sube al escenario y haznos una demostración.

Acto seguido subí al pequeño escenario que tenían allí con el corazón casi en la garganta. Noté como las miradas de los miembros del club se posaban en mí y de repente la música comenzó a sonar. Al instante mi cuerpo se movió solo, cuadrando a la perfección los pasos con la música, me sentía una con el escenario, cerré los ojos y me dejé llevar por la dulce melodía que sonaba en el lugar. Cuando la música terminó abrí los ojos y me sorprendí al ver a los chicos mirando desde la puerta. ¿Qué hacían aquí?¿No se supone que ellos juegan al voleibol? Salí de mi trance y me quedé expectante a la decisión del club.

-Eso fue increíble ___. - Comentó Amaya con su dulce voz.

-Exacto, fue maravilloso. - Secundó Erika.

-Ni que fuera para tanto, solo es una niña más que se piensa que sabe bailar bien. - Dijo con superioridad Rena.

-Yo no pienso que sea una estrella ni nada por el estilo. Solo quiero expresar lo que siento bailando.

-Tú ni caso ___. Estás dentro. - Dijo Nanami que es la presidenta.

Luego me acerqué a la puerta en busca de la opinión de los chicos de mi clase, aunque no sé muy bien por qué.

-Esto... ¿Qué hacen aquí?

- Estábamos de camino al gimnasio cuando se escuchó música, a mi hermano y a mi nos dió curiosidad y decidimos ver de donde venía. - me explico Osamu.

-Quién lo diría, la enana sabe bailar muy bien. - Agregó el rubio.

-No soy tan baja.

-Si lo eres.

-No

-Si

-No

-Si

-___ no sé si te molestará, pero grabé tu actuación. ¿Quieres que te la mande? - Dijo Suna.

- Claro, no tengo problema, espera que te doy mi número.

-¡Oh! Ya puestos, ¿me lo das a mí también? - Dijo el gemelo gris.

-Claro, sin problema. ¿Tú también lo quieres Atsumu?

-Uys enana, ¿quieres hablar conmigo?

-Vale, ignora que te acabo de preguntar si lo quieres.

- Vale, vale, no molesto.

Luego de darle mi número a los chicos y despedirme de ellos regresé con los de mi club. Estuve hablando con todas menos con Rena, no por nada, si no porque ella no quiso acercarse. Resulta que Amaya está en la clase 2-2, hice una buena amistad con ella, incluso de tan iguales que éramos quedamos en comer juntas en los descansos. Sasha era una chica muy inocente de la clase 1-2 que amaba la comida, osea, tu buscas la palabra comida en el diccionario y te sale una foto de ella comiendo jajajaja. Erika y Nanami estaban en las misma clase, la 3-1. Erika es muy energética y libre, transmite alegría por todos lados, en cambio Nanami es más tranquila, es como una madre que cuida de sus hijos.

Intercambiamos números y cada una se marchó por su lado, yo acompañada de Amaya, Erika con Nanami, y Rena, pues sola.

Pasado un tiempo había estrechado mucho mi relación con Amaya hasta el punto de volvernos mejores amigas. Todos los días comía con ella y hacía poco que nos unimos a los Miya y a Suna para comer, estábamos formando un pequeño grupito.

Un día a la salida Amaya me preguntó que si la podía acompañar al gimnasio que iba a esperar a un amigo y yo le dije que sí. Entramos al lugar y todos se nos quedaron viendo.

-Hola .

-___ ¿Qué haces aquí? - preguntó Atsumu.

-Acompañar a Amaya.

-Y yo que pensaba que venías a verme a mí.

-Creo que sería más entretenido ver la teletienda que verte a tí.

- ¡AJAJAJAJAJAJAJAJA! Dios Tsumu, te dió donde más duele. - Rió su hermano.

-Déjame captar esta humillación. - Dijo Suna mientras le sacaba una foto a su cara.

-Oye, ya vamos a terminar y es tarde, ¿te acompañamos a casa? - Preguntó el peligris.

-¿Agh? ¿Por qué tendría que acompañar a esta enana a su casa? - Replicó el rubio.

-Por mi está bien, pero si no quieren acompañarme no es necesario.

-Te acompañamos. - Concluyó Osamu.

Estaba esperando fuera del gimnasio por los gemelos yo sola. Amaya se había ido con Suna. Resulta que eran amigos desde hacía tiempo y me lo tenían ocultado, yo ahí veo ship, pero ya lo hablaré con ella. La mayoría del equipo ya se había marchado. ¿Cuánto se pueden tardar dos chicos en vestirse?

-Hola linda. - Dijo un chico de un curso mayor que yo.

-¿Te conozco?

-No, pero podrías.

-No gracias.

-Qué seca, me gustan las difíciles. - Dijo mientras se acercaba. - ¿Segura que no quieres pasar la noche conmigo y conocerme? - Agregó mientras me arrinconaba contra una pared.

-Segura, ahora lárgate.

-Vamos preciosa, sabes que quieres.

-N-no. - Ya me estaba intimidando, soy fuerte, pero no tanto, mis pies empezaron a templar y mis ojos a volverse cristalinos.

-¿Que no oíste que te dijo que no? - Dijo Atsumu.

-Tú vete, estoy tratando un tema con la señorita.

-Mira pedazo de engendro con patas, o te largas ya o te marchas de aquí sin poder caminar.

-Tsk. - Chasqueó la lengua mientras se marchaba.

-¿Estás bien? - Dijo mientras se acercaba a mí.

Tenía los ojos llorosos, las piernas me temblaban y el miedo se apoderaba de mí. Cuando lo tuve a unos centímetros de mí me abalancé sobre él y lo abracé fuertemente mientras dejaba derramar algunas lágrimas silenciosamente.

Narra Atsumu

Pero que mierda... - No terminé la frase ya que me di cuenta que ___ estaba temblando, intenté hablarle o mirarle a la cara, pero esta solo escondió su cabeza en mi pecho en un intento de ocultar sus lágrimas. Estaba un poco incómodo, no tenía una relación con ella y aún así ahí estaba, pegada a mí.

Poco a poco fui colocando mis brazos alrededor de ella hasta envolverla en una abrazo. Al instante noté como se aferraba más a mí, siendo sincero me parecía adorable ver como se aferraba a mí en forma de protección.

-G-gracias. - Dijo con un hilo de voz mientras seguía con su cara escondida en mi pecho.

-No hay que darlas.

-...

-¡Hey! ¿Dónde está la ___ alegre y gruñona que yó conozco? Anímate, si no no voy a poder molestarte.

-Umh. - asintió mientras se separaba del abrazo y me daba una dulce sonrisa.

-Así me gusta. Ahora vamos a casa. Mi hermano se tuvo que ir antes.

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Ayyyy mi Atsumu, más lindo.