¿Quién soy?

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Narra ___:

-Vacaciones de verano. Si, has oído bien. Me voy de vacaciones. - dije mientras intentaba despegar a Atsumu de mí.

-No quiero, no quiero, me niego rotundamente. -lloriqueaba agarrado a mi cintura.

-Atsu, suéltame. Tengo que ir a preparar las maletas.

-¡Que no quiero! ¿Que tal si te marchas a Noruega y te enamoras de un atractivo norteño con el don de la palabra y además millonario? - decía este con el seño fruncido.

-Que noooo, que eso no va a pasar. Ya sabes que yo te quiero a tí. Ahora suéltame por favor. - dije yo, ya algo cansada.

- Pero, ¿y si...?

- ¡Atsumu Miya! Por el bien de tu integridad física te recomiendo que me sueltes. ¡Ya!

Al instante este me soltó algo asustado y frustrado.

-¡Aghhh! -suspiré. - Atsumu, solo me voy una semana. No me voy a enamorar de otro, ni me voy a morir, ni me voy a mudar. Piensa que son siete días que podrás aprovechar con tus amigos.

-Pero es que si no estás tú no es lo mismo. - dijo como un niño.

- Pues no sé Atsumu, ve a la playa, haced una noche de chicos, id a ver las estrellas...

El rubio seguía sin estar convencido del todo y mantenía su cara triste.

- Vaaaale. ¿Que te parece si al volver del viaje me tienes una semana entera para tí?

- ¿En serio? - preguntó incrédulo.

- Si. Incluso puedo convencer a mis padres para quedarme en tu casa ese tiempo. Si no es molestia claro.

- ¡Siii! Tendré a ___ una semana conmigo. -dijo alegre.

- Bien, pues ya está.

- ¿Podemos hacer todo lo que quiera? - dijo con brillitos en los ojos.

- No Atsumu, no vamos a ir a jugar al parque de los niños pequeños.

- ¡Que no es eso! Me refiero a cosas más adultas, más del estilo de nuestra edad. Tipo tener una cita, hacer un día de sofá y peli, y lo que se me vaya ocurriendo al momento.

- Entonces sí. Me tendrás toda la semana a tú disposición. Ahora me marchó que si no, no me da tiempo a hacer todo lo que tengo que hacer.

Acto seguido le di un beso y me despedí de él. Me daba pena, no lo voy a negar, pero es bueno pasar tiempo con la familia, aún si eso significa alejarme unos cuantos días de mi novio.

Narra Atsumu:

Hace tres días que ___ se fue a Noruega. Siendo sincero me aburro bastante. Lo único que tengo ocupado en el día son la mañana con los entrenamientos. Y sinceramente, sin ___ para molestarla son muy aburridos.

- ¡Atsumu, cuidado! -gritó Aran.

Giré mi rostro en dirección de la voz y ¡pom! Balonazo en toda la cara. Caí al suelo de la tremenda potencia del balón.

- ¡Atsumu! ¿Me escuchas? - dijo mi hermano.

- ¡Oye, reacciona! - dijo Aran, aunque me costaba un poco escucharlo.

- ¡Se va a desmayar, llamen a una ambulancia! - fue lo último que escuché salir de Kita antes de caer inconsciente.

¿Dónde estoy? ¿Qué es esto que tengo en el brazo? Espera... ¿Quién soy?

- Llamen al doctor. ¡Ha despertado! - exclamó una señora que segundos antes me estaba tomando las constantes vitales.

Miré a la puerta y vi entrar a un hombre en bata con algo de prisa.

- Parece ser que has tenido suerte Atsumu. Podrías haber quedado en coma. - dijo el profesional.

- ¿Atsumu? ¿Hablas conmigo?

- Llamen al neurólogo que esté de turno, puede ser que tenga una lesión cerebral. - le dijo a una enfermera.

- Parece ser que estoy en un hospital. ¿Que ha pasado? -dije bastante confuso y algo preocupado.

- Ingresaste al caer inconsciente tras recibir el golpe de un balón mientras jugabas volleyball. ¿Recuerdas algo?

- No... Con que me llamo Atsumu y soy jugador de Volley.

- Buenas. Vamos a hacerte un TAC cerebral para asegurarnos de que no hayas tenido daños graves. También han llamado a tu familia, ya están de camino.

Tras realizarme las pruebas necesarias me devolvieron a la habitación para que pudiese descansar. Luego hicieron pasar a unos desconocidos los cuales resultaron ser mis familiares.

- ¡Atsumu cariño! - dijo una señora mientras me abrazaba.

- Hijo... - dijo aliviado el otro adulto de la sala.

- Atsumu, ¿como te encuentras? Llevas tres días y medio inconsciente. - dijo un chico igual a mi con el pelo gris.

Estaba sorprendido, no sé quienes son, pero tengo la sensación de conocerlos. Estoy casi seguro de que son gente importante para mí, pero no los logró reconocer.

- ¿Pasa algo? ¿Por qué tienes esa cara de confusión? - dijo el chico de mi misma edad.

Al instante entró el mismo doctor que me atendió al principio, con los resultados de las respectivas pruebas en la mano.

- Bueno, parece ser que su cerebro no ha sufrido daños... Aún así quiero que de tomen esto con calma.

- ¿Qué sucede doctor? - dijo la mujer agitada.

- Su hijo sufre de amnesia. Aún no sabemos si es permanente o si puede volver a recuperar la memoria poco a poco.

- No puede ser. - dijo casi inaudible el señor que acompañaba a la mujer.

- Pero no está todo perdido. Tal vez si le enseñan cosas que solía hacer o siente algo que antes veía normal puede que recupere la memoria. No estén tristes, es joven, se recuperará.

- Gracias doctor. ¿Sabe cuándo podrá salir de aquí mi hermano?

- Ya mismo. Recuerden que al salir le firmen la hoja del alta. Lo único que les voy a pedir es que tengan cuidado con su cabeza por lo menos hasta mañana.

- Gracias doctor. - dijeron todos.

- No es nada y ánimo.

Bueno, al menos ya sé que tengo familia e increíblemente un gemelo.

- Hijo. ¿No nos recuerdas? - dijo algo decepcionado el que teóricamente es mi padre.

- No... Lo siento. - dije algo frustrado.

- Tengo una idea. ¿Y si vamos por el camino que utilizamos para ir a clases? - dijo el peli plata.

- Buena idea, tal vez así recuerde algo. - dijo mi supuesta madre.

Cuando íbamos por mitad de camino algo me empezaba a cuadrar, pero no sabía el qué. Estuve así por varios minutos, pero un dolor de cabeza vino a mi y la frustración se intensificó.

- ¡Aghhhh!

- ¡Atsumu! - gritó el de mi misma edad.

- ¡Casi lo tengo! Estoy apunto.

- No te sobre esfuerces. Tiempo al tiempo. - decía angustiada la mujer.

- No, espera. Lo tengo en la punta de la lengua.

Todos me estaban mirando preocupados cuando de repente me vino.

- Inarizaki.

- ¿Qué? - dijo mi madre con la voz llena de emoción.

- ¡Inarizaki! Ahí es dónde estudio.

Holaaa.

No me maten. Ya se que me desaparecí por más de dos meses, pero juro que quería escribir. No es culpa mía, es de los exámenes y de la falta de imaginación que trajeron como consecuencia.

Estaba mentalmente agotada y no se me ocurría nada, pero ahora creo que ya puede seguir con la historia. ¿Volverá Atsumu a ser el de siempre?

Te odio Miya Atsumu (Miya Atsumu x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora