Construcción y Herramientas

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Ya habían pasado un par de días, menos de una semana, desde que Moisés se había empezado a hospedar en mi casa. Le había dicho que desde el primer día que puso una pata en mi madriguera que empezará a buscarse un lugar donde vivir porque lo iba a tener que desalojar.

Claro que, Moisés no era lo primordial de vivir en la jungla así que a veces me olvidaba de que existía.

Las lluvias aumentaron en la Jungla Umbría, pero eso no me detenía de seguir recolectando la comida, ir al río, que ahora se desbordaba, o visitar a Oranguru.

¿Han visto esas rocas que se deforman debido al oleaje o la continua presencia de agua? Pues algo así ocurrió con mi canasta. Era una mañana de viernes, llovía, otra vez, y cuando fui a tomar mi fiel canasta me encontré con que estaba rota.

-Deberias armar otra, ¿no crees?-me dijo Moisés que estaba echado en un extremo de mi casa mientras escarbaba entre sus dientes con una aguja que arrancó de su cuerpo. Esa fue la única cosa racional que dijo mi roomie, o al menos eso creo, no soy muy buena con la memoria.

-Es una muy buena idea-le dije lanzandole la cesta hueca con fuerza haciendo que lo golpee en la cabeza y se saque un poco de sangre de la boca debido a la espina que hurgaba en él-¿Qué tal si haces algo provechoso y construyes una cesta para mi?.

-Lo haría, pero no quiero hacerle daño a mis delicados músculos-respondió retirando la espina de su boca antes de buscar comida por la casa.

-Si quieres quedarte aquí debes, mínimo, hacer algo-le refuté-o mejor te sacó de aquí de una buena vez.

-Ok ok, lo haré-se corrigió apurado mientras se levantaba para tomar la cesta y llevándola afuera para "hacer otra"

Yo por mí parte al fin tuve tiempo para mí. No recordaba lo bien que se sentía descansar...O creo que nunca antes he descansado en mi vida, pero ¿qué más da? Ahora tenía a una especie de Maid a mi merced, lo único que le faltaba era hacer bien su trabajo.

-Hola Bia-me saludo Tadashi que había aparecido desde la parte trasera de mi casa. Debido a la lluvia ahora su cabeza azul estaba rodeada por una cúpula celeste con forma de gota-¿Qué buenas nuevas me traes?

-Nada interesante-respondí fingiendo indiferencia antes su presencia-Excepto que conseguí un sirviente-agregué emocionada-Ya no más trabajar para mí.

-¡¿En serio?! Yo también quiero un sirviente ¿Me lo prestas?-me dijo a lo cual yo me reí.

-Lo siento Tadashi, pero es solo mió.

En ese momento entró por la entrada mi subordinado con un estropajo hecho de lianas raídas. A esta escena Tadashi respondió riendo con tanta fuerza que casi se ahogaba.

-Vaya sirviente que tienes-dijo entre risa antes de continuar con su escenita.

-¿Y este quién es?-preguntó Moisés al ver a Tadashi

-¡¿Y esto que es?!-le pregunté yo tras ver la "canasta" que me había hecho.

-La mejor canasta de toda la jungla-respondió orgulloso.Tadashi aumentó el volumen de sus risas.

-¿Acaso no sabes hacer una canasta?-le pregunté refutando su trabajo.

-¿No es obvio que no? Soy un pokémon de batallas, no uno de canastas-me respondió un poco molesto.

-Esto es--me dije a mi misma conteniendo el enojo.

-Muy bien Bia, te dejo con tu Maid-se despidió Tadashi entre risas antes de elevarse y perderse en la lluvia.

No tuve más remedio que enseñarle todo lo que había aprendido hasta el momento, claro que no le enseñe "todo", no iba a dejar que me superara pero usted sí que pueden.

La guía de supervivencia de BiancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora