Maternidad

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El huevo que pusé un día después de..."eso" que hice con Moi no eclosionó hasta que terminó el invierno. Ambos mantuvimos lo más cálido que pudimos el huevo para que no se congelará en lo que acababa la temporada (sobre todo yo).

Pero eso tiene una explicación, y es que Moi preparó una especie de cuna para el futuro o la futura Eevee que viviría con nosotros. Encima del piso superior de nuestra madriguera él había armado una cúpula de fibras de madera suspendidas con lianas y forrado con hojas que hacían la labor de una cama.

Lo único que hacía falta era esperar a que el huevo eclosionara, pero por mucho que el tiempo transcurría el pequeño no se abría. Decidimos esperar hasta la llegada de la primavera, en esa fecha la selva se llenó de todo su esplendor al que estaba acostumbrada; las hojas de los árboles y plantas goteaban debido a la niebla que había inundado el lugar en los últimos meses.

Como era de esperarse, la primera cara que vi fue la de Tadashi, quien se asombró de que Moi y yo llevaramos un huevo como compañía.

-Veo que esta temporada tuvieron mucho trabajo-dijo guiñandome el ojo. Yo no le respondí y lo vi con una cara seria reprochado que no me hiciera recordar ese día. Claro que Moisés no fue de mucha ayuda.

-Hemos tenido este huevo las últimas dos semanas y tengo miedo de que este hueco-le dijo Moi luego de revivir nuestros dotes muy claramente ante el pequeño Castform. Por suerte yo lo detuve con una buena patada en su pata trasera.

-¿Por qué lo dices?

-Pues no se ha movido ni se ha abierto-le dije a él.

-Pues en lo que a mi respecta los huevos necesitan calor para eclosionar más rápido, claro que no hasta el punto de freírlo.

-No digas esa clase de cosas-le replicó Moi-pero hemos hecho eso todo el tiempo y no pasó nada.

-Pues claro que no, el frío es muy contraproducente pero yo diría que su hijo está completamente sano.

-¿Y qué podemos hacer?-le pregunté aún con el huevo frente a mí.

-Pues mi mamá me dijo que cuando yo era pequeño me llevaba por tutilimundi, una buena caminata junto conmigo hizo que naciera más rápido.

-Eso es difícil de creer-le comenté.

-Para mí es difícil de creer que hayas tenido relaciones con él y de todas formas aquí estamos.

-Sí que eres bueno para colmarle la paciencia a alguien-le dije con mi misma expresión del inicio-Haremos lo que nos dijiste, gracias Tadashi.

Tadashi alzó y movió sus inexistentes brazos para despedirse mientras mi familia se alejaba del lugar.

-Entonces-empezó Moi-¿debemos caminar sin rumbo?

-Eso parece-le dije empezando a aburrirme del hecho de caminar-¿Alguna idea de a donde ir?

-Tomemos algo en el río, matemos el tiempo y verás como en cualquier momento el huevo se abrirá.

Acepté su propuesta y ambos fuimos junto con el huevo sobre mi lomo hacia el caudal cristalino usando el camino más largo que nos podamos imaginar. Hicimos lo obvio frente a un cuerpo de fresca agua tras habernos alimentado sólo a base de nueces, bayas y agua de raíces durante todo el invierno.

-¿Cómo lo sientes?-me dijo Moi refiriéndose al huevo.

-No veo ningún cambio le dije envolviendo delicadamente al huevo con mi cola-Excepto por su calidez, tal vez Tadashi tenía razón con respecto a la caminata ¿Alguna otra idea de a donde ir?

La guía de supervivencia de BiancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora