tredici

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el suave aroma a chocolate se sentía en el aire, el té de menta estaba preparado y la carta de admisión a la pequeña universidad en el campo estaba entre las manos de louis.

la alegría de louis era incomparable, nunca se había visto tan feliz.

el omega brillaba.

la carta había llegado en la mañana, antes de que este saliera de casa hacía su último día de clases. al fin se había graduado y podía olvidarse de las interminables horas en que este era atemorizado por alfas hormonales con un complejo de superioridad y omegas que por presión social llegaban a molestarlo por su físico.

no le agradaban sus compañeros de clase, solamente niall, el dulce alfa de pelo rubio y olor a nuez moscada.

volviendo al presente el omega esperaba a su padre para poder hablar acerca de lo que planeaba hacer.

todo estaba en orden, planeaba mudarse a un pequeño pueblo tranquilo donde se encontraba su universidad donde lo formarían como maestro, también tomaría unos cursos de finanzas y administración para poder abrir su añorada cafetería o restaurante, no quería algo lujoso, solo quería un lugar al cual llamarle hogar.

el tintineo de las llaves de metal de su padre se escuchaban y sus pisadas fuertes resonaban en el gran pasillo vacío.

su padre nunca se tomó la molestia de decorar la casa, nunca se encontraba en esta y louis sinceramente estaba muy ocupado para decorar la gran casa él solo, por lo cual no habían fotografías, pinturas o jarrones con flores.

—louis. —su padre saludó quitándose sus gafas y tomando una botella de agua del refrigerador. —seguirás subiendo de peso si sigues con esos hábitos alimenticios. —señaló al delicioso pastel de chocolate que estaba en la mesa.

—t-te lo prepare a ti, papá, tengo algo que decirte.

louis se escuchaba emocionado y nervioso.

—yo también tengo algo que decirte, ¿cuándo planeabas decirme? —sacó un sobre color azul marino de su maletín.

un nudo en la base del estómago del omega se formó.

—te aceptaron en princeton y yale, y tienes una buena beca.

—s-si, e-el señor murphy...

—sabes que detesto cuando tartamudeas, me recuerdas a tu madre. —su tono de voz frío hizo que el omega se estremeciera de miedo.

aclaró su garganta. —el señor murphy me pidió que enviara cartas a esas escuelas por representación de la e-escuela...

—esto es excelente, louis. hablé con unos compañeros de trabajo y perfectamente te pueden ofrecer un buen puesto en la empresa en que trabajo, también puedes ser un buen autor.

louis bufo.

otra vez era su padre depositando sus sueños en él.

—y-yo no voy a aceptar la beca, no iré a ninguna de esas universidades.

el alfa rió.

—¿estas bromeando, o delirando? ¿qué otro plan tienes?

—me aceptaron en una universidad cerca de castle combe, es para estudiar pedagogía... —el omega tartamudeo un poco por la intensidad en que el alfa lo miraba.

—¿castle combe? ¿pedagogía? planeas pasar toda tu vida enseñando el abecedario con un salario pésimo. —el tono despectivo en la voz de su padre lo hizo enojar.

l'oceano e le torteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora