¡Queen C, regresa!

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Capítulo 4
El agua de la regadera está bien helada y mi cuerpo pide a gritos que me recueste sobre mi cama y me quede durmiendo por una eternidad.
Me cambió y me voy a la cocina, el lunes por la mañana no le agrada a nadie, bueno por lo menos no a mí, poco después a mi lado está Lucca contando un chiste el cual me hace reír como loca, le digo que me pasé un plato, y coloco el desayuno en él.

Las clases en el nuevo colegio, esperen, ¿nuevo colegio?, pues si nuevo, ya estoy en primero de bachillerato en un nuevo colegio que no están tan mal, tengo clases a las 8:30 a.m, después de terminar mi desayuno prepararé mi computadora y mis cuadernos para estar lista cuando la maestra decida iniciar las clases vía zoom.
Busque las libretas de mis apuntes, mis cuadernos y los libros de las 5 materias que tengo clases hoy, me conecto de la computadora y la maestra inicia la clase. Matemáticas fue la primera y para ser honesta tengo casi un mes de clases y no me acostumbro aún a tener clases de matemáticas tan temprano pero bueno, la segunda clase fue filosofía, la tercera sociología, la cuarta español y la última biología.
Hoy es el último día del mes de febrero, y por el momento todo está bien, tanto como yo y también todo a mi alrededor.

Me tiró a la cama, y suelto un suspiro de alivio, las clases ya terminaron por el día de hoy, la casa ya esta limpia, y yo muy cansada.
Busco mi teléfono, y me voy directo a Whatsapp, entro al chat de Caroline y le escribo unos cuantos mensajes.
Yo:
Hola.
Buenas tardes.
¿Como estás?
¿Ya almorzaste?

No pasan muchos minutos cuando las plequitas se ponen azul y dice escribiendo...

Caroline:
Buenas noches.
Bien, ¿y tú?
Nop, me vengo levantando.
Y estoy esperando a que mi abuela cocine.

Caroline, nunca cambió, y recuerdo por qué la amé tanto, pero eso lo contaré en otra ocasión, "Lo que fuimos", hace un par meses.

Estoy escribiendo mi respuesta hacía sus mensajes, pero me detengo cuando recibo un mensaje de un número desconocido, abri mi whatsapp, entre al chat y le contestó su mensaje.

Número desconocido:
¡Hola!

Yo:
¡Hola!

Número desconocido:
¿Tu eres Lea verdad?
Es que quería que me hicieras un favor, no e estado muy al pendiente de las clases y hay algunas cosas que no tengo.
¿Podrías ayudarme? Claro si no te molesta.

Yo:
¡Leah!
La corrijo.
Y sí, está bien.
Dime cuáles son los temas.

Minutos después me envía los temas que le hacen falta y yo le tomó fotos a mis cuadernos para enviárselos.

Número desconocido:
Gracias.

Por la escritura y comprensión de los mensajes supongo que es una chica.

Yo:
De nada.
Por cierto, ¿como te llamas?

Número desconocido:
Uy perdón, se me olvidó ese pequeño detalle.
Talvez no te acuerdes de mí, pero soy Chloe.

Apagué mi teléfono de inmediato, tomó una almohada, y me acuesto a dormir, una siesta no estará nada mal.

¡Que pequeño es el mundo!
¡Queen C, regresa!

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