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Llamé a Chan Yeol de camino a casa.
— ¿Cómo ha ido? —me preguntó.
— Yo diría que bien —respondí, recordando la conversación— Él ha hablado y yo le he escuchado. Yo he hablado y él me ha escuchado. Me ha dicho que me llamará y espero que lo haga.
— Por lo que me has contado de Minnie, estoy seguro de que si te ha dicho que te llamará es porque lo hará.
Me incorporé a la autopista y puse rumbo a mi casa sin apenas advertir los coches que adelantaba.
— Llamará —contesté— Sólo espero...
— ¿Qué? —preguntó Chan.
— Es sólo que... —me obligué a reconocer la verdad— Lo quiero todo. Quiero llevarlo a cenar, preguntarle cuál es su plato favorito, lo que quería que le trajeran por Navidad cuando tenía doce años...
» Quiero llevármelo a la cama y tenerlo allí toda la noche —hice una pausa— Y que Dios me ayude, Chan, pero lo quiero tener en mi cuarto de juegos.
Él se rio con suavidad.
— Lo tienes todo planeado, ¿no?
— Casi todo depende de él.
— Todo depende de él —me corrigió— Cada nuevo paso que den depende de él. Tómatelo con calma. Dense tiempo para conocerse el uno al otro. Construye su...
— Confianza en mí. Lo sé. Lo sé. Ya me lo dijiste.
— Sólo me estaba asegurando de que me escuchabas.
— Lo hice.
— Bien —dijo— Porque si le mencionas el cuarto de juegos demasiado pronto, lo asustarás. Y antes de que pienses siquiera en volver a esa habitación...
— ...Él y yo tenemos que hablar —concluí yo mismo su frase— Palabras de seguridad y nuevas normas. También me has hablado sobre esto una y otra vez.
— Ya lo sé. Sólo intento que veas lo importante que es que hablen mucho esta vez.
— «Esta vez» —bromeé— Lo dices como si fuera a ocurrir.
— Yo creo que ocurrirá —sentenció— Al final ocurrirá. Soy un optimista empedernido, ¿recuerdas?
Se oyó entonces el inconfundible sonido del llanto de un bebé.
— ¡Vaya! —exclamó— Se acabó la siesta. Baek ha salido de compras. Una tarde de chicos, ¿sabes? —el llanto se hizo más intenso— Llámame cuando hayas hablado con Minnie.
Colgamos y yo hice el resto del camino hasta casa en silencio, recordando mi conversación con él.
¿Cuándo me llamaría?
¿Querría volver a quedar o me diría que le dejara en paz?
Pero me había dejado besarle la mano.
Estaba seguro de que no me lo habría permitido si tuviera la intención de pedirme que le olvidara.
Me llevé la mano a la nariz para ver si su fragancia seguía pegada a mi piel.
Sentí por primera vez que el silencio ya no era mi enemigo, sino un aliado que me daba tiempo para pensar.
Me volví a olisquear la mano:
Estaba convencido de que podría percibir su olor y quise dejarme llevar por el optimismo de Chan Yeol.
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✔ ☦Đø₥ιɳαɳтɇ☦² 【YM】
Sonstiges✧°. * ・ 。゚ • • • ☆゚. * ・ 。゚ ↬ Libro 2 perteneciente a la Saga: §ᏬɱιʂιóᏁ, la cual consta de tres libros. ✧°. * ・ 。゚ • • • ☆゚. * ・ 。゚ «" La rosa roja susurra de pasión, y la rosa blanca musita de amor. "» ✧°. * ・ 。゚ • • • ☆゚. * ・ 。゚ Min Yoongi, el b...