BOB ESPONJA Y MARIHUANA

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~Mauro~

"Lo prometo." Me dijo.

"¿Pasó algo en la escuela, Paulo?"

"¿C-cómo qué?" Preguntó, con miedo evidente en su voz.

"Bueno, ayer, cuando estabas durmiendo, tu cobija se cayó y te destapó, y cuando iba a recogerla para ponértela de nuevo, vi un gran moretón sobre tu muslo."

Paulo estaba temblando y estaba tenso, no podía evitarlo pero sentía pena por él.

"¿Te hiciste ese moretón en la escuela, Paulo?" Pregunté.

Hubo silencio hasta que...

"Estoy bien." Respondió.

"No, no lo estás." Respondí con voz suave, manteniéndome tranquilo.

"Me dijiste que podía contarte si yo quería y decidí que no quiero contarte, así que olvídalo."

"Sí, pero eso era cuando no sabía si algo andaba mal o no y ahora es obvio que estás ocultando algo." Traté de estar calmado. "Ahora dime qué pasa, por favor, Paulo."

"No." Bufó.

"Sólo quiero ayudarte, pequeña mierda malagradecida." Dije, en este punto todo lo que quería hacer era abofetearlo.

"Entonces deja de intentar ayudarme y preocúpate por tus malditos asuntos." Dijo fríamente.

"¿Estás bromeando?"

Negó con la cabeza.

"Pues bueno, cuando llegues a casa medio muerto por alguna paliza, no vengas conmigo porque yo no voy a ayudar a tu trasero sin valor." Me puse de pie y tomé mi chaqueta, corriendo escaleras abajo.

"¿A dónde crees que vas?" La señora gritó.

Gracias a Dios, el padre de Paulo tenía que quedarse en la iglesia esta noche.

"Voy con unos amigos." Sin dejar que la mujer respondiera, cerré de un portazo y comencé a caminar a casa de Alejo.

" Sin dejar que la mujer respondiera, cerré de un portazo y comencé a caminar a casa de Alejo

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*Toc Toc, perra*

"Hey... Mauro?" dijo Alejo, a pesar de que fue más una pregunta que una 'bienvenida'.

"Umm... hey."

"¿Qué te pasó?" Preguntó.

"¿Puedo entrar?" Dije, evadiendo su pregunta.

"Seguro. Thomas y María están aquí, sólo te aviso."

Asentí en respuesta, supongo que ahora son todos amigos.

"Heeey, Mauro." Thomas dijo, sonaba un poco drogado.

Lo saludé con la mano.

"¿Qué pasó?" María preguntó.

"¿Cómo demonios saben que algo pasó?" Pregunté.

"Bueno, tú respuesta lo dice todo."

María y yo nos reímos un poco.

"No es nada de qué preocuparse." Les dije.

"¿Quieres algo?" preguntó Alejo.

Sonreí de lado.

~Paulo~

Sin valor.

Era todo lo que resonaba en mi cabeza.

Me hizo recordar como me hice ese moretón. 

[Ayer]

"Vales tan poco, Paulo." Luciano dijo.

"P-por favor, detente." Le pedí mientras lloraba.

"Hmm, déjame pensarlo, ¿Qué tal sí... NO?" Levantó su pie y me pisoteó en el muslo por sexta vez.

Jadeé de dolor, sabía que me dejaría un moretón después.

Estábamos en la parte de atrás de la escuela, yo había salido para intentar ir a casa, era viernes y lo único que quería era descansar.

Antes de que pudiera reaccionar, los pies de Luciano cayeron de lleno sobre mi pierna, en ese momento supe que ese pisotón fue el que dolió mucho peor.

Se sintió como si un ladrillo de 500kg me cayera encima.

"Adiós, pedazo de mierda sin valor." dijo Luciano, luego se alejó caminando como si nada hubiera pasado.

[Presente]

Noté lágrimas cayendo de mis ojos, las sequé con el dorso de mi mano y miré a May, quien se hallaba de pie en la puerta de mi habitación.

"¿Estás bien, Paulo?" Preguntó con una expresión de preocupación en su rostro.

"Estoy bien, ¿Qué necesitas?" Le dije, escondiendo mi rostro.

"... Mamá quiere que bajemos a cenar."

"Bajo en un momento."

Mi hermano simplemente suspiró y se fue.

Sé que no debí actuar así con Mauro pero no pude evitarlo, no puedo permitir que alguien sepa, mucho menos Mauro.

Pero él ni siquiera iba a entenderlo porque, como todos los demás...

...Él también piensa que no valgo nada.

[Tres horas después]

~Mauro~

Todos nos estábamos riendo mientras el humo volaba por la habitación, estábamos teniendo el tiempo de nuestras vidas.

Teníamos marihuana, vodka e incluso estaba puesto el puto Bob Esponja en la TV, ¿Qué tan fumados nos podíamos poner?

Sentía que estaba volando y no quería poner los pies sobre la tierra nunca más, se sentía como cuando saltas de un avión, divertido pero aún así daba miedo.

Y daba miedo porque sabía que terminaría pronto.

Pero era divertido porque lo podía disfrutar mientras durara.

Todos nos reíamos con las estupideces de la TV sin importarnos lo que pasara en el resto del mundo.

Miré el reloj y me di cuenta de lo tarde que era, estoy tan muerto.

"Debo irme a casa." Suspiré.

"Antes de que te vayas." Se rió. "Toma esto." Me extendió una botella de agua así no me pondría tan mal cuando llegara a casa.

"Gracias, amigo."

"No hay problema."

Me puse la chaqueta y los zapatos, despidiéndome una última vez antes de salir por la puerta principal.

Tomé un trago de agua y comencé a caminar, y mientras el viento frío y el agua comenzaban a hacer efecto, empecé a sentirme más sobrio.

Unas calles más tarde y ya estaba de pie frente a la residencia de Londra.

"Joder." Suspiré.

Di el último paso y vi que las luces estaban encendidas, estaban esperando que llegara a casa.

Estoy condenado

Entré a casa y vi al papá de Paulo  sentado en el sofá de la sala, tan pronto como caminé hacia un área 'cerrada', supe que estaba jodido.

El olor a marihuana y el alcohol persistían en mí, cualquiera podría olerlo.

Y supe que tenía la razón cuando el señor Park inhaló el aire.

Me miró como diciendo 'estás muerto'.

Mierda.

"Mauro. Necesitamos hablar."

Adicción // Pauki  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora