.Introducción.

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Las Islas Feroe, aquel pequeño archipiélago ubicado en el Atlántico Norte con poco menos de 50.000 habitantes, son un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca. Estas islas presentan una morfología abrupta, rocosa, con costas de altísimos acantilados recortadas por fiordos estrechas entradas costeras de mar formada por la inundación de un valle excavado... es como un río abrazado por montañas, mí nuevo hogar.

En este lugar la amplitud térmica es muy reducida, los veranos son suaves y los inviernos son muy fríos, en general siempre está nublado y la niebla que nos abraza es muy densa, los fuertes vientos siempre se encargan de sacudirnos antes de morir congelados. Pero este es el lugar en donde he decidido vivir desde que la vida en mi país natal, Corea del Sur, se puso tan estresante, necesitaba escapar de la tecnología, de la gente ostentosa, del ruido urbano, he cambiado todo eso por el ruido del mar y la brisa salina.

Mi adorada madre, dueña de mi vida y por sobre todas las cosas, de mi corazón, se despidió de mi llorando en el aeropuerto y me pidió que me cuide. Ella nunca estuvo de acuerdo con mi partida, pero esto fue algo que tuve que hacer sin importar que tantos lazos dejara detrás, mi antigua vida me estaba ahogando, me la pasaba triste la mayor parte del tiempo en aquel trabajo rutinario y estresante.

Cuando le envío cartas... si, se lo que piensan, tan anticuado, pero deberán creer que aquí los medios de comunicación se reducen a la televisión y a la radio, estar en una isla es en definitiva un gran cambio, pero esto era lo que buscaba. Retomando, cuando le escribo cartas contándole mis nuevos avances ella siempre responde algo así como "Jeong Yunho, esa es tu nueva fuente de estrés" dice que he encontrado algo nuevo con lo que voy a estresarme, pero ser pescador no es tan malo como lo fue cuando recién llegue a Klaksvík, llamada la capital de las Islas del norte, es una ciudad de las Islas Feroe que según he leído, es la segunda ciudad más poblada de este archipiélago.

Tiene el puerto pesquero más grande de estas islas, creo que he elegido bien mi asentamiento. Pero, debo admitir que, aquí son muy puritanos con el idioma y todo lo quieren hacer bajo sus propias reglas gramaticales, fue un gran golpe, pero como mi inglés fluido es mi segunda lengua, he conseguido inmiscuirme en esta comunidad o al menos con las personas de interés; comerciantes, vecinos y otros pesqueros. Siempre le cuento a mi madre que esta isla, de nombre Borooy, ha sido habitada desde la época Vikinga, por lo que me convierte a mí en uno.

Nadie me imagina con cascos de cuernos, panzón y con el cabello largo, pero es divertido de todas formas. Toda esta vida maravillosa y solitaria me había llenado de gratitud y bienestar por varios años, con el tiempo logré sentirme parte de este lugar, aprendí a respetar al mar y a sus aguas embravecidas, el frío hostil que dura como seis meses, a su fauna y flora, me hice tan íntimo con el folklore de este lugar que pienso que leer tanto sobre las leyendas que componen a esta cultura me ha hecho supersticioso o algo así.

No se lo he contado a nadie, ni a mis conocidos más cercanos de este lugar, pero hay algo que me ha traído loco y hasta en vela, debo mis ojeras a la lectura nocturna y a la investigación exhaustiva en libros poco convencionales y hasta algo mágicos que hablan sobre los Selkies. ¿Saben algo sobre los Selkies? Yo no sabía nada de ellos hasta hace dos años, cuando me topé con un lugareño algo "ido" llamado Ólavur, era un marinero de edad un poco avanzada que se negaba a dejar el mar, compartí mis últimos viajes con él antes del último invierno. Él solía contar historias muy increíbles sobre sus años de juventud en el mar, hablaba sobre un amor que lo había dejado perplejo, que había surgido de allí y en un principio solo me parecían relatos locos de un pobre viejo senil sin familia. Pero luego comenzó a dar muchos detalles, demasiados y nadie que no haya vivido algo así podría describir con tal exactitud los hechos que él decía haber vivido.

Eso me atrapó, quizás porque soy un gran fanático de la lectura y aquel hombre era como un libro parlante. Ólavur me contó sobre los Selkies una noche mientras regresábamos a casa, las aguas estaban muy tranquilas, por lo que pudimos sentarnos en la cubierta sobre unos cajones de madera, estábamos muy abrigados, nuestros rostros estaban algo resecos por tanta brisa salina y nuestras manos algo lastimadas por subir las redes de pesca, entonces él comenzó:
«Sabes, Yunho, una vez hace mucho tiempo, yo estuve por esta parte del mar, era muy joven como tú, me ganaba la vida llevando pescado al puerto para ser comerciado y cada salida al mar era la misma, hasta que mi barco encalló entre cayos rocosos un día, no sé cómo pasó, fue un descuido de mi parte, pero allí estaba, esperando que otro barco pasara y me viera, pero nada de eso pasó inmediatamente. A lo lejos en formaciones rocosas como las que se alzan allá» me señaló con su mano casi temblando, pero no por el frío, es que era un pobre viejo ya «Vi un grupo de focas grises, y pensarás que eso no tiene importancia porque siempre vemos focas grises cuando salimos de pesca y era lo que yo pensaba, pero estaba muy equivocado, hijo.»

Yo solo lo dejaba hablar, el tono de su voz era muy agradable y aunque su inglés no era muy bueno, tenía ese acento feroés que le daba un toque bonito. El continuó hablando sobre focas grises un tiempo y yo pensaba que estaba desvariando, no supe darme cuenta que el personaje principal de su historia era un foca.

«Estaba echada sobre la roca, como cualquier foca ordinaria, parecía descansar, pero entonces algo muy extraño pasó, vi su piel arrugarse, vi manos salir de su cuerpo, manos humanas, se había arrancado la piel como si solo fuera un disfraz y bajo el, se dejó ver la mujer más hermosa que he visto jamás, ¿me creerás si te digo que me enamoré al instante? Se cubría el cuerpo con su piel de foca, era bellísima, su cabello era rubio y su piel dorada como el sol, sus ojos azules como el mar y solo cuando se percató de mi presencia comenzó a cubrirse de nuevo, metiéndose dentro de esa piel, desapareciendo en un chapuzón otra vez al mar, me quedé impresionado, loco, curioso, deseoso de respuestas, ¿qué había sido eso? Eso... eso era una Selkie. Estos son seres habitan en las frías aguas del mar.

Tienen una habilidad única, ellas pueden quitarse la piel para obtener su forma humana y así caminar entre los hombres. Pueden ser hombres o mujeres y en su forma humana son muy atractivos con grandes dotes de seducción. Se cuenta que si quieres atraer un hombre Selkie, deberás de llorar siete lágrimas y tirarlas al mar para que uno aparezca, en cambio, si lo que deseas es una mujer Selkie, deberás encontrar su piel sola y robarla mientras ella se encuentre lejos. Según se cuenta, esto es algo muy difícil porque los Selkies saben muy bien que si alguien se apropia de sus pieles, son condenados a permanecer en la tierra como humanos sin posibilidad de volver al mar.

Se convierten algo así como en esclavos de la persona que posee su piel, pero no hay que confundirse, Yunho, en cuanto ellos tienen su piel de vuelta, no dudan y vuelven al mar, no importa si en su estadía en la tierra se han enamorado o procreado... el llamado del mar siempre es más fuerte y cuidado si la persona que los ha sometido ha sido mala con ellos, porque son seres vengativos que se vuelven en contra de su captor si este los ha maltratado. No lo creía hasta que lo vi con mis propios ojos, hasta que aquella Selkie me sedujo, me enamoró, me despojó de todo lo que tenía, hasta que me robé su piel y la hice mía, al menos unos años, vivimos juntos, hasta que... ella encontró su piel nuevamente y el llamado del mar la hizo huir de mi sin mirar hacia atrás, la amé y la amo aún... por eso navego todavía con la esperanza de volver a verla un día y pedirle perdón por haberla obligado a quedarse conmigo. No soy un mal hombre, Yunho, solo me enceguecí por su belleza única»

Pude ver las lágrimas en sus ojos y sentí tanto su supuesta pérdida que por un momento creí toda esa historia. No estoy seguro de si fue el mar y el magnetismo nato que lo rodea, el frío y el entumecimiento, solo sé que no pude alejar de mis pensamientos aquella historia, ni ese día ni al siguiente. Pasaron semanas antes de que me animara a enfrentar mis propios pensamientos infantiles para poder aceptar quedarme del lado de lo racional o ir a naufragar por lo absurdo e irreal.

Investigué demasiado antes de cometer esta locura, y todo lo que encontraba coincidía con los relatos de Ólavur; aquí en esta isla hay demasiados libros que hablan de lo mismo, esto no lo hace real, claro es, pero ¿y si lo fuera? Tantos relatos bien detallados de encuentros en el mar ¿cabe la posibilidad que sea algo más que vagas historias de marineros ebrios? Así que aquí estoy, luego de haberlo meditado mucho tiempo, me siento algo tonto, no voy a negarlo, pero quiero intentarlo, quiero saber qué tan real es esto... tal vez soy muy inocente, pero al menos nadie nunca va a enterarse de lo que hice.

Fue difícil recolectar exactamente siete lágrimas en este pequeño frasco de cristal, espero que funcione, porque esta noche hace mucho frío y el viento está algo fuerte, quizás mañana me arrepienta de lo que estoy haciendo, pero si este es el llamado mágico para un Selkie, entonces verteré mis siete lágrimas en el mar...

Bajo tu piel [YunGi][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora