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Al cabo de unas semanas Brian por fin aceptó unas salidas casuales con Anita, una chica de la universidad que siempre le había insistido con reunirse alguna vez. Más allá de las bromas y los momentos bebiendo, todos los encuentros concluían en noches de sexo. Ella era consciente de que ese era su único propósito en la relación, no obstante nunca presentó quejas porque al fin y al cabo, también se divierte, y necesita los celos de las otras chicas para sentirse mejor.

El objetivo de él no es el placer físico, es olvidarse del irreal.

Y después de una larga lista de nombres tachados se nombró a la banda como Queen. Todos los integrantes participan tanto de la composición de las canciones como de la difusión, es por eso que el siguiente paso es hacer publicidad de la banda y cantar algunas canciones en público.

Pasaron la tarde ensayando y volcando las ideas en el papel, la convivencia hacia que baterista y vocalista dejen a un lado sus prejuicios, Freddie ve tensa la relación y trata por todos los medios hacer que se conocieran mejor, a veces lo logra y a veces no. John, al contrario, prefiere no involucrarse y dejar que las cosas fluyan sin que los demás los obliguen a socializar. 

Anita y Brian salieron a comer pizza, durmieron en la casa de éste último sin llegar a tocarse debido a todas las copas que habían tomado, se dejaron caer en la cama exhaustos.

Por otro lado, los sueños no habían sido reparadores ni lo han sido desde que se formó Queen.

 En esta ocasión los protagonistas usan trajes, Brian tiene una guitarra, canta una serenata para su amante mientras este lo observa con un brillo especial en sus ojos azulinos.

Cuando May termina, su mirada se encuentra con la de Roger, lo descubre sonriendo y tras hacer contacto visual durante unos segundos, se abalanza sobre él para darle un abrazo. Brian corresponde con gusto, presta atención a los latidos del rubio, son como la melodía que le faltaba a la serenata, siguen siendo acelerados debido a que habían bailado hace unos momentos y aquella escena los puso nerviosos a los dos.

Posteriormente se alejan. Brian toma el rostro del contrario con suavidad y observa su rostro angelical, su piel de porcelana, su nariz diminuta, sus ojos curiosos, sus cabellos dorados, él. El de rizos separa los labios, le susurra una pregunta con ternura.

—¿Qué vas a hacer esta noche, chico?

Al abrir los ojos se repite la misma sensación de pánico y pudor. Anita está despierta, mirándolo confundida y exaltada, él no formula palabra alguna y de inmediato la atrae hacía sí, dejando un camino de besos que parten desde el cuello hasta la separación de los senos. La desea más que a nadie y siente confort en la dulzura del cuerpo femenino. Mientras tanto, a medida que desnuda a la mujer, en su cabeza se crea el estribillo de una canción.

[...]

—¡Deja de mirarme así! —reprocha May y se esconde atrás de su guitarra.

John se queda sin palabras ante aquella confesión extraña.

—¿Por eso estás tan callado? ¿Por qué te asusta tanto algo que no es real?

—Porque es el novio de mi hermana, porque no soy gay, porque me cae mal... Hay muchas razones, ya no aguanto tener que soñar con lo mismo todas las noches, es asqueroso.

—Si son tan frecuentes es por algo, ¿Nunca pensaste en que deben tener un significado oculto?

Por supuesto que lo sabe, es obvio muy obvio, incluso para Deacy. Pero no quiere reconocerlo, la idea es muy descabellada como para ser cierta y es mejor evitarla.

—Lo pensé pero no se me ocurre nada y no quiero saber. No quiero soñar mil veces las mismas cosas.

—Habla con él, sean sinceros y dejen de pelear. Sean amigos.—John se encoje de hombros con una sonrisa. Para él debe ser sencillo, pero para Brian es todo un desafío.

—¿Sí hago eso se va a solucionar todo?

—No lo sé Bri. No pierdes nada con intentarlo.

Abre la boca para para contradecirlo, pero se traga las quejas cuando la puerta se abre y entran Roger y Freddie riendo. Últimamente estaban muy unidos, se hicieron amigos bastante rápido. Brian siente celos por eso y odia admitirlo. 

Vuelven a sus instrumentos y siguen las indicaciones del vocalista, éste compartió la letra con el resto de sus compañeros. Roger ignoraba esto puesto que seguía las partituras que se le habían dado, de modo que la primer parte de la canción lo dejó estupefacto y descuidó la única cosa que tenia que hacer.

—I can dim the lights and sing you songs full of sad things, we can do the tango just for two. I can serenade and gently play on your heart strings. Be your Valentino just for you. 

Roger se ruboriza y siente que se encoge hasta volverse diminuto. Esas palabras coinciden perfectamente con el último sueño que tuvo, con Brian, precisamente. 

Oh, love, oh, loverboy, what are you doing tonight, hey, boy? Set my alarm, turn on my charm.
That's because I'm a good old-fashioned loverboy. 

La idea de que Brian podía ver sus sueños se le hizo muy creíble y por ello no fue capaz de verlo a los ojos en las horas siguientes.

Enmudece por un rato, pero se le hace imposible ocultar esa intriga,  al final quedan ellos guardando los equipos e instrumentos, asique se arma de valor. 

—¿Cómo se te ocurrió esa letra, la escribiste tú? —le pregunta a Freddie con vergüenza. 

el de rizos lo ve de reojo, lo menosprecia con la mirada, inconscientemente se peina el cabello con la mano, gesto que suele usar al estar nervioso.

—Oh, no fui yo, querido. Brian la escribió—señala con el pulgar apuntando a May, quien está detrás, guardando su guitarra en el estuche.

—¿Para que quieres saber eso? —habla con voz ronca, dándole la espalda. 

Taylor piensa su respuesta meticulosamente y en como decirlo sin ser muy obvio. La timidez siempre se burla de su poca experiencia.

—Tuve un sueño así una vez.

Brian se paraliza y sus pupilas se dilatan, actúa como si no le importara y da  el tema por terminado. Se queda pensando en esa casualidad.

Casualidad.

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『𝑳𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒊𝒂; brian may & roger taylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora