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Roger aclara su garganta y recupera el aliento, mira los ojos insistentes de Lisa, a través de ellos conecta con toda esa ira reprimida, y se espanta.

—Ya se que vas a decir... —empieza ella—. No quieres seguir conmigo.

Baja la vista lamentándose por tener que responder, la sinceridad le falla y su sigilo grita que tiene razón y que quiere salir de esa situación desesperante cuanto antes.

—¡Ni siquiera puedes confesarlo! —no la ve pero identifica sus sollozos ruidosos y su voz quebrada—. ¿Por qué eres así, por qué vienes de la nada a decirme que no me quieres? ¿Qué te hice, Roger?

Procura calmarla con un abrazo, pero ella lo empuja de inmediato, lo hace antes de que sus emociones lo perdonen y vuelva a arrastrarse a sus pies.

—No es culpa tuya, ya te deje claro que últimamente no tengo la cabeza como para pensar en nosotros.

—¿Entonces por qué no me pediste unos días para calmarte y volver a empezar? ¿Te olvidaste de que estoy esperando a que me dejes ayudarte? Te gusta alguien más, eso es lo que te pasa, no quieres aceptarlo pero lo noto. 

Por más que lo niegue una parte suya lo pone en duda, la realidad es que ni el mismo sabe que le sucede, nada le está ocurriendo y sin embargo se lo creyó, siguió con la mentira de estar en un periodo trágico con tal de liberarse de una novia que lo estaba saturando sin haberle hecho nada malo. Eso es lo que lamenta, abandonar a una chica que lo ama con locura, por un capricho.

—Estoy cansado de seguir sosteniendo algo que no se puede sostener.

—Habla por ti. Yo siempre te amé.

Sube la cabeza y se encuentra con los ojos dolidos y mejillas húmedas de su ahora ex novia. Esa imagen le deja el corazón en pedazos hasta hacerse cenizas. Corre lejos de él, el amor de su vida está huyendo y no puede hacer nada más que presenciarla hasta borrarse de su campo visual, quizás para siempre.

[...]

Alguien golpea la puerta con impaciencia, Roger sale de su cuarto para atender siendo el único en la casa por tener a sus padres trabajando hasta tarde, casi ausentes inclusive.

No alcanza a separar los labios, su corazón deja de funcionar en ese mismo instante. Teme por su vida cuando ve a Brian al frente suyo, apretando la mandíbula, con los ojos fijos, como si le descuartizara el alma con la mirada. Nunca lo había visto tan enojado, no se compara a como lo ve ahora, no se sorprendería si sacara un cuchillo de repente.

Lo empuja bruscamente contra la pared, ocasionándole un golpe que le hace soltar un quejido. Es increíble el poco tiempo que necesitó para recuperar su energía.

¿Por qué le resulta tan atractivo el tenerlo tan cerca, casi rasgando sus prendas? Tiene el recuerdo borroso de haber sentido esa emoción antes.

—¿Te crees gracioso? ¿Te parece divertido hacer llorar a Lisa por tus mentiras patéticas? Seré yo el que te haga llorar, idiota. —resalta el mayor prácticamente a centímetros de su contrario.

Roger no aparta la vista y sin embargo le preocupa esa vena hinchada que ve en el cuello de Brian, amenaza con estallar en cualquier momento. Busca salvarse de su agarre con todas sus fuerzas pero es inútil, no tiene la capacidad para hacerlo, es mucho más débil, y hacerle daño para escapar no le parece una buena alternativa.

—Debería darte vergüenza, ella estaba loca por ti y tú... —el rubio lo interrumpe con un grito ahogado.

—¡Si estoy con ella haces lo posible para separarnos, y si la dejo vienes a reclamarme por una decisión mía! –a pesar de rendirse mantiene las manos sobre las de Brian, sin forzar, solo sintiendo el tacto.

—Porque alguien como tú no tiene nada para ofrecer... O eso pensaba. No me importa si te gusta o no, lo mejor es que te vayas de su vida, pero pones excusas y mentiras para justificarte. No sabes como amar a una chica, no sabes nada.

—Tú que sabes de chicas si estás con una solamente porque tiene un culo grande.

Fue suficiente, no pudo tolerarlo, podía partirle la nariz ahí mismo por haberse atrevido a insultarlo así... Sin embargo no lo hizo, una fuerza desconocida lo congela y le impide cualquier movimiento violento, ¿Qué sentido tiene discutir si de todas formas nunca van a llevarse bien?

—Perdón...—tartamudea Taylor al ser consciente de la gravedad de sus palabras.

Brian lo suelta lentamente, sus ojos le hacen saber que lo hirió en todos los sentidos posibles, le hizo darse cuenta de que los dos están con una mujer que no los completa, los dos están destruidos en cierta manera.

—No te acerques a mi hermana nunca más. Estoy cansado de verte en todas partes.

Se marcha antes de que las lágrimas delaten su fragilidad.

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『𝑳𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒊𝒂; brian may & roger taylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora