Capítulo 9.

6.1K 567 146
                                    

16 de febrero del 2020

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

16 de febrero del 2020.

Astrid me veía como si un ojo adicional hubiese aparecido en mi frente, supongo que no era muy común pedirle prestado uno de sus tacones. Mi amiga por poco colocaba el dorso de su mano sobre mi frente para asegurarse de que no tuviera fiebre y estuviera delirando.

—¿Escuché mal o dijiste que quieres mis tacones de suela roja?

—No escuchaste mal, Astrid. ¡Deja de mirarme así! No soy un bicho raro.

—En estos momentos eres un bicho raro para mí—detallo, pero fue en búsqueda de sus tacones negros con suela roja. Los endemoniados zapatos altos eran preciosos, pero era algo que jamás de los jamases me colocaría... hasta hoy—. Sé que llevaste zapatos altos para la fiesta de San Valentín, pero esto es ridículo, Makayla. ¿Quieres usar otros?

—A John le gustaron—me encogí de hombros como si lo que hubiese dicho no tuviese importancia, pero ella abrió sus ojos sorprendida por mis palabras—. ¿Qué?

—¿A John le gustaron? ¿John? ¿Ya no hay más Levi?

—No quiero hablar de Levi.

—Yo tampoco, la verdad es que quiero hablar de tu Ferrero Rocher y por qué aún no me has dado detalles de lo que pasó en San Valentín.

Uh, ¿por dónde empezar? Tomé los tacones y me los coloqué con paciencia para asegurarme de que me quedaran perfectos y lo hicieron, pero estos eran muchos más altos que los pasados, no sabía si podía hacerlo.

—¿Makayla?—insistió Astrid sin prestar atención en que casi me caigo de culo en el suelo de la sala de su apartamento.

—Lo de siempre, Rossie siendo una perra e insinuando que le había pagado a John para que fuera conmigo a su fiesta. Levi llamándome Macarena aun cuando llevamos años conociéndonos. Extrañamente mamá regañando a Rossie y estoy segura de que quería aventarse en los brazos de mi acompañante y bueno, John... Oh ese glorioso Ferrero Rocher.

Astrid me miraba atenta y me hizo señas para continuar, pero no sabía que decirle.

—¿John? ¡Dime Makayla!

—Él estuvo... bien.

—¿Solo bien?

Maravilloso, espléndido, majestuoso, todo con ese hombre es perfección.

Sin embargo, me limité a explicarle a Astrid sobre lo que había pasado en el restaurante. Aún alucinaba, había sido una noche tan increíble a pesar del mal momento que habíamos pasado anteriormente en la fiesta de mi hermana junto a sus cupidos poseídos.

—Le mandé una foto pies, bueno con tacones, pero lo hice.

—Nunca pensé que viviría para esto, pero realmente está sucediendo—Astrid me miraba como si quisiera llorar, dio saltitos en su sofá—. ¡Te gusta el Ferrero Rocher!

Una explosión de sabores para San Valentín | Festividades #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora