Capítulo 18.

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2 de marzo de 2020

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2 de marzo de 2020.

No había visto a John, después de la pequeña charla que tuve con papá y el rápido encuentro con mi madre solo me reporée enferma y no fui al trabajo. Afortunadamente Sherk no protestó, era obvio, todo lo que tuviera que ver con gérmenes tenían que estar lo más lejos posible de él.

Cuando volví a casa obligué a Puffy a estar en mi regazo por más que protestó y le escribí a John que estaba bien, él preguntó si quería que viniera por la noche, le dije que no, la verdad es que necesitaba de un tiempo a solas. No dormí en toda la noche, solo pensé en lo jodida que era la historia de cómo fui concebida. Al parecer era un poco italiana, quizás por eso me gustaba tanto la lasaña. Lo sé, no era chistoso, pero trataba de buscar algo bueno dentro de todo lo malo. Me preguntaba si hubiera sido yo la había pasado por esa situación, ¿qué habría hecho? ¿Sería justo juzgar a mi madre? ¿Ella hizo lo correcto?

Yo como hija, quien había sufrido todos sus desaires pensaba que no importaba lo que hubiese pasado, ella igual debió amarme, al final estuve nueve meses en su vientre. Pero como persona, como mujer, podía entender porque su aversión a mí, le recordaba un momento doloroso. No había sido hecha con amor como John decía que sus padres lo habían concebido a él y a su hermana, tuvo que haber sido horrible para mí mamá no poder elegir mi destino. Mi abuela había sido tan... desalmada. No la recordaba, murió cuando estaba muy pequeña, mi madre siempre habló muy mal de ella, puedo entender ahora el porqué. Mi madre no pudo decidir sobre su cuerpo, mi madre no es la culpable, solo pasaron cosas desafortunadas.

Es mejor dejarlo ir.

Sí, era mejor olvidar todo, pero de igual manera todo sería diferente.

Esta mañana fui a trabajar, Anthony Walker alias Sherk me veía desde su oficina con un poco de asco, tal vez pensaba que había ido a trabajar con la gripe estomacal que había fingido el día de ayer, quizás por eso no había sido tan molesto el día de hoy y solo había entrado en tres ocasiones a su oficina.

Terminé mi último trabajo e iba a apagar mi computadora al ver como ya estaba cerca de mi hora de salida, pero un correo en mi bandeja de entrada me hizo retrasar. Cuando vi su contenido estaba a punto de llorar.

Me estaban ofreciendo un puesto mejor, no más asistente, no más quejidos del idiota de Anthony Sherk Walker, pero antes debía pasar una entrevista. De inmediato respondí el correo diciendo que estaría encantada de asistir a la entrevista y daba gracias por la oportunidad. Más cosas buenas estaban llegando a mi vida, no podía esperar para contárselo a John esta noche cundo nos viéramos. Habíamos quedado con que él dormiría en mi apartamento. Al parecer John y Puffy se habían hecho muy cercanos, al igual que su pene y mi vagina, por supuesto.

Me despedí con una sonrisa falsa y rápidamente salí de la editorial.

Me salté el gimnasio el día de hoy y apenas llegué a casa me arrojé sobre el sofá. Puffy maullaba con intensidad, era uno de los pocos momentos que Puffy me exigía atención, quería cariño así que se lo di. Acaricié su cabeza y rasqué su lomo, cuando empecé a hacerle mimos el condenado gato huyó, odiaba los mimos. Creo que debí dárselo a mi hermana, eran tal para cual.

Una explosión de sabores para San Valentín | Festividades #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora