Perfect Bad Boy «KookMin» •COMPLETA

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖. ⛓

JiMin abrió sus ojos y de inmediato los cerró. Sentía como si su cabeza estuviera siendo martillada una y otra vez sin compasión, además de un fuerte dolor estomacal que lo hizo sentir arcadas.

Sin poder preverlo, se levantó de la cama y corrió al baño para comenzar a vomitar en el inodoro, dejando todo lo que había bebido y comido la noche anterior. Pasados cinco minutos que para JiMin fueron eternos tiró de la cadena y se dejó ir hacia atrás recostando su espalda en la pared y tratando de recuperar la respiración.

A rastras salió del baño y se dirigió a la cocina en donde supuso estaría TaeHyung pues se escuchaba ruido proveniente de allí. Al llegar vio a su amigo de espaldas llenando un vaso con agua.

— Te dije que no bebieras tanto, Park. — habló y se volteó viendo a su amigo sentarse en el taburete haciendo muecas.

— Luego me recriminas, dame las malditas pastillas. — masculló masajeando su sien.

— Hueles a vomito. — murmuró dándole la pastilla y el vaso con agua.

— Lo sé. — rápidamente trago las dos pastillas y bebió todo el aguda del vaso — Gracias.

— Y por eso, amigo mío, no se deben de combinar licores. — sonrió y JiMin rodó los ojos.

— No me digas. — bufó rascando su cabeza — ¿Cuántas estupideces hice ayer? — preguntó viendo a TaeHyung ir por leche y cereal.

— Bailaste, baileste con JungKook, te besaste con JungKook y después continuaste tomando y diciendo incoherencias hasta que logré sacarte de allí y traerte. — explicó sirviendole el desayuno y dándole una cuchara para que comenzara a comer.

— ¿Nada más? — indagó con una mueca.

— Síp. Solo eso. — sonrió y se sentó frente a JiMin — Te vi muy a gusto con JungKook, ¿tan bien besa? — enarcó una ceja divertido.

— Idiota. — murmuró y revolvió el cereal — Y no lo sé, no recuerdo mucho. Solo espero no volver a verlo, eso fue una tontería.

— Entonces, ¿me vas a negar que te gustó?

— Exacto. Es un idiota, ni siquiera lo conozco, solo lo vi dos veces en mi vida y con esa van tres, es irrelevante, TaeHyung.

— Y si es tan irrelevante como dices, ¿por qué te alteras? — sonrió de lado y JiMin gruñó.

— Quiero desayunar tranquilo, ¿no puedes hacer silencio? La maldita jaqueca me tiene harto y tú no paras con esas preguntas. — bufó y TaeHyung lo miró con el ceño fruncido.

— Bien. Provecho. — dijo y se retiró.

JiMin quiso detenerlo, pero no lo hizo, sabía que tal vez no debía actuar de esa forma, pero el dolor de cabeza que tenía se le hacía demasiado insoportable y simplemente quería hacerlo desaparecer y regresar a la normalidad.

No volvería tomar hasta en un mes.

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Luego de darse una ducha y vestirse con ropa que olía bien, se sentía mejor. Se puso unas gafas de sol y salió del departamento junto con un callado TaeHyung; debía pedirle disculpas.

Al entrar al elevador suspiró y miró a su amigo y relamió sus labios, debía disculparse, sabía de sobra como era TaeHyung con aquellas cosas que podían parecer tontas.

— Tae. — llamó con tono suave.

— Mh.

— Perdón por lo que dije. Estaba molesto por como me sentía y sé que no debí hablarte de esa forma. — lo volteó a ver — Lamento haber hablado así.