𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟔. ⛓

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Cuando JiMin se dio cuenta de que había amanecido, se puso de pie casi de un salto para dirigirse hacia el living y verificar que JungKook aún estuviera allí. No se podía arriesgar a que el poder entender que sucedía se fuera.

Algo desaliñado salió de su habitación y se encaminó al living, sin encontrar a JungKook allí, solo rastros de sangre junto a la chaqueta y la camisa. Luego unas pisadas que lo llevaban hacia la cocina.

Al llegar a ésta vio a JungKook de cuclillas cerca del horno, sin saber muy bien qué estaba haciendo, o que prendía exactamente, pero fuera lo que fuera, no iba a permitir que lo hiciera.

— Jeon. — llamó, exaltando a su contrario — ¿Qué haces? — preguntó, viéndolo cómo dirigía su mirada a él como si estuviera siendo atrapado haciendo algo muy malo.

— Planeaba sacar eso. — señaló el horno — Pero no sé cómo hacerlo sin que te des cuenta. — hizo un mohín y JiMin quiso reír.

— Carajo, ponte de pie y no seas raro.

JungKook obedeció y se puso de pie quedando frente a JiMin, denotando aquella diferencia de estatura que JiMin comenzaba a detestar de cierta forma.

Vio a JungKook y bajó su mirada a la venda, en donde había una pequeña marca roja, luego la paseo un poco por todo su pecho, notando varios tatuajes que acababan en su brazo derecho y parte del izquierdo.

— ¿Qué me ves tanto? — preguntó con tono divertido — ¿Me veo comestible? — elevó amabas cejas.

— Te ves idiota. — murmuró dándole un empujón en el pecho para hacerlo a un lado.

— Ajá. — bufó — ¿Me harás algo de comer? Muero de hambre. — se quejó como niño pequeño.

— No hasta que limpies el desastre en el que se convirtió mi departamento. — dijo, señalandolo con un filoso cuchillo — Y de paso me dices quien te hizo eso y tal vez así pueda considerarlo. — se dio la vuelta y comenzó a picar unos vegetales.

— Es broma, ¿no? — hizo una mueca al no recibir respuesta, parecía ser en serio — Bien, lo haré, ya regreso.

JiMin sonrió al escuchar los pasos de JungKook alejarse y continuó picando los vegetales para luego echarlas en una olla con agua hervida. Sacó algo de carne y la echó en la olla.

Pasados unos treinta minutos y un aroma delicioso de comida, JungKook apareció con una mueca de cansancio, pero JiMin no estaba del todo seguro de que estuviera todo limpio.

— ¿Ya acabaste? — preguntó secándose las manos y volteando a ver al tatuado.

— Sí. Solo quedó algunas manchas en el sofá, pero todo lo demás y el piso están limpios. — suspiró estirando sus brazos — Incluso limpié el balcón, ¿ya puedo comer? — cuestionó y JiMin notó sus ojos marrones brillar.

— Iré a ver. — sonrió de lado y pasó a un lado de JungKook y vio todo su living, limpio — Dame cinco minutos y tendrás tu comida. — dijo tomando un tazón y sirviendo la carne con vegetales y otra con arroz.

Puso ambos tazones en la mesa frente a JungKook, luego le paso unos palillos y un vaso con fresco. JungKook agradeció y comenzó a comer, disfrutando y degustando la comida.

— Está increíble. — dijo, con la boca realmente llena y JiMin soltó una risita.

— Lo sé. Disfrútalo, por ahora iré por el botiquín que eso hay que cambiarlo. — señaló la venda — Y te haré varias preguntas, ya regreso.

— Gracias. — alzó un pulgar y JiMin solo sonrió y negó yéndose.

Fue a su baño y tomó nuevamente el botiquín que había utilizado el día anterior. Caminó hasta el living, el cual ya estaba totalmente limpio, solo con unas manchas de sangre sobre el sofá que luego de atender a JungKook limpiaría.

Sobre la mesita puso el botiquín y comenzó a sacar las cosas que iba a necesitar para poder esperar a que JungKook apareciera, que en cuestión de unos minutos lo hizo.

— Pareces todo un doctor. — bromeó tomando asiento en el sofá junto a JiMin — ¿Todo es por Grey's Anatomy? — lo miró, divertido.

— En parte. — torció los labios y miró a JungKook — Un amigo estudia medicina y a veces me explicaba algunas cosas. — dijo y vio totalmente a JungKook, detallando nuevamente todos aquellos tatuajes que decoraban su cuerpo bien trabajado.

— ¿Seguro que no soy comestible? — sonrió y enarcó una ceja, pícaro.

— No. — bufó — ¿Hay algún lugar donde no tengas tatuajes? — preguntó, sacando el alcohol y el algodón.

— Sí. ¿Quieres ver? — elevó ambas cejas.

— No, ha de ser desagradable. — le sonrió de lado — Quítate esa venda mientras yo preparo la otra. — ordenó y JungKook rodó los ojos.

— ¿Me recuesto? — murmuró quitándose la cinta para desenvolver la venda.

— Sí, hazlo.

JungKook obedeció y JiMin acabó de quitarle la venda viendo la herida que tenía sangre seca y otro tanto por salir. Comenzó a limpiarlo y luego volvió a venderlo, acabando más rápido que en la noche.

— Ahora dime, ¿quién te hizo esto? — preguntó mientras JungKook se sentaba y se ponía la camiseta ensangrentada que traía puesta.

— Es complicado. — torció los labios — Debo dinero a personas peligrosas y si no pago cuanto antes me van a matar. — suspiró pasando una de sus manos por su cabello.

— ¿Dinero? ¿De qué?

— De mi padre fallecido. Dejó muchas deudas por las drogas. Yo debo de pagarlas ahora, y por eso lo de las carreras, Park. — lo miró, totalmente serio y sin rastro de picardía o diversión — Por eso necesito tu ayuda.

— JungKook... no sé que decir. — murmuró, sintiéndose algo atónito con tanta información — Puedo ayudarte pero...

— Por favor. Solo será una vez. — pidió, tomando una de las manos de JiMin — Es todo lo que necesito, pagaré eso y todo habrá acabado.

— JungKook... — el nombrado se acercó aún más a JiMin, casi mezclando su respiración con la contraria.

— Por favor. — repitió, viendo los labios ajenos.

JiMin no respondió y solo sintió a JungKook juntar sus labios y besarlo. JungKook puso una de sus manos por la nuca de JiMin y acariciando su cuello con el pulgar.

JiMin pasó su lengua por el labio inferior de JungKook y él los entre abrió, dándole paso a su lengua caliente sintiendo una electrizante vibración recorrerle todo el cuerpo.

Un gemido ahogado salió de JiMin al sentir como mordía su labio inferior y lo chupaba. Apoyó su mano sobre el fornido pecho de JungKook, siguiéndole con más fuerza aquel candente beso.

Sentía un punzón en su pecho y entre sus piernas, comenzando a hacerle efecto todo aquel beso que no pensaba que podía causarle tanto en todo su cuerpo.

El timbre se escuchó resonando por cada esquina del departamento. JungKook gruñó separándose un poco y dando un último beso en los labios pomposos de JiMin antes de separarse por completo.

— Bien, te ayudaré. — dijo, después de unos instantes, recuperando el aliento.

— Gracias. — sonrió y le dio un casto beso.

— Ve a ducharte, ahorita te llevo algo de ropa.

— Eres lo más, Park. — le dio un último beso y se puso de pie para ir al baño.

JiMin no dijo nada más y se puso de pie para ver de quien se trataba. En su mente rebotaba el hecho de haberse besado de aquella forma, de nuevo, en el living de su departamento, llegando incluso al punto de sentir sus piernas casi temblar.

Al abrir la puerta se encontró con TaeHyung y trató de disipar todos aquellos pensamientos, después de todo parecía que JungKook no era tan malo después de todo.

Y eso le comenzaba a gustar más.

Perfect Bad Boy «KookMin» •COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora