No podría definirlo.
No hay ciencia que pueda explicarlo.
Él es…
Locura y cordura,
Fuego y ternura,
Delicadeza y atención,
Tiene sabor a dicha y fortuna,
A desastre y canción.
Increíble.
Es sencillo, pero no simple;
Dócil, pero no sumiso;
Tierno e intenso,
Recatado y, a oscuras, perverso.
Imperfecto.
Defectos,
Pequeñeces y eternidades
Conforman su ser.
Único.
Seguro.
Rebelde irremediable.
A veces
Se toma la vida
A sorbos,
Otras a chorros.
Sutil,
Pero peligroso,
A veces espino,
A veces rosa.
Sus ojos,
Llevan la fuerza de mil
Amaneceres juntos
Y de ellos cuelga
La calma de un
Perpetuo atardecer:
El mismo brillo,
El mismo hechizo,
La misma magia…
Todo a la vez.
Emely R. Guzmán
