Claro que lo fue;
Esa risa que rompió todo el ruido posible cuando la
Escuché por primera vez.Te podría repetir cómo tu risa sigue haciendo eco en mi esternón.
Cómo varias copas de ron hacen que me beses con tanta pasión.No eras música. No eras notas. No eras ninguna palabra de mi diccionario.
Eres calma, tranquilidad.
La paz siendo tangible.
No sé cómo.
No me explico cómo se puede sentir tanto en un cuerpo tan pequeño.
Cómo, ni en qué momento, mi corazón volcó de aquella manera.¿Si fueron tus labios?
Quien sabe.
Pero desde el momento en el que probé tu boca
Supe que ahí querría pasar el resto de mis días,
Que ahí sería.
Sentí la paz en ese par de besos
Y supe que el tren solo era de ida.¿Si fueron tus manos?
Es posible.
¿Alguna vez has notado la tranquilidad?
¿La has hecho tangible?
Porque yo pude hacerlo solo rozándote la yema de los dedos,
Pude hacerla tocándote la piel,
Trenzándome la vida con la tuya,
Lanzándome de cabeza y sin arnés.Fueron tus manos las que revivieron cada parte de mí ser,
Y todavía, a día a de hoy sigo diciéndome que no sé qué pudo pasar.Además de tu caos por mi vida,
Y mil sentimientos detrás,
Fuiste tú y tu manera de llegar,
Las que revolucionaron cada parte de mi cuerpo
Y fue mi instinto,
El que, sin miedo,
Y contigo,
Se dejó enamorar.Emely R. Guzmán