Capítulo 16.

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Capítulo 16. "¿Qué tienes en tu cuello?"

El patio del pequeño, pero lindo jardín de niños, se llenó de un fuerte llanto, pues el pequeño Louis había tropezado con unas rocas y caído, lo que le provocó un fuerte raspón en sus rodillitas.

– ¡Louis es una niña porque está llorando! – Dijo uno de sus compañeros, mientras se reía de él.

El pobre ojiazul lloró más fuerte cuando escuchó eso, ¡él no era una niña! Pero esos raspones si dolían mucho.

Lindo primer día de escuela, primero llora porque su mami lo dejó en esa tonta escuela, después llora porque ninguno de los otros niños quiso ser su amigo ¡y él les había preguntado a todos! Y ahora llora porque ha caído.

Tonta escuela, tontos niños, tontas rocas, ¡tonto día!

– ¡Hey! ¡déjalo! – Gritó otro pequeñito, de bonitos ojos azules – Los niños también lloramos, mira – Dijo, al tiempo que empujaba y hacía caer al niño que se había burlado del castaño que lloraba, provocando que éste llorase también – Ahora tú también estás llorando – Se encogió de hombros y caminando hasta el pequeño que había llorado primero.

Se agachó un poco para poder ver mejor al niñito – ¿Te duele mucho? – Preguntó, y el castaño asintió. Entonces, el pequeño besó ambas rodillitas – Mi mami dice que los besos son mágicos y logran curar heridas – Sonrió, intentando que aquel niño se sintiese un poco mejor.

– G-gracias – Louis sonrió, la amabilidad de ese niño sin duda lo había hecho sentir mucho mejor.

El pequeño sonrió satisfecho, poniéndose totalmente de pie, estiró sus manitas hacia Louis, quien rápidamente las tomó y se levantó – Me llamo Niall, ¿y tú? – Preguntó.

– Louis – Contestó.

Me gusta tu nombre, Louis – Por alguna razón, Niall se sentía un poco nervioso, recordaba que su mami le había dicho que debía ser amable y preguntarles a otros niños si querían ser sus amigos, Louis iba a ser el primero, así que estaba un poco nerviosito – O-oye, Louis... tú... hmm... ¿Q-quieres ser mi mejor amigo? – Preguntó, con su corazoncito latiendo súper rápido.

– ¡Sí! – Respondió Louis con felicidad, mientras saltaba del gusto, ¡era su primer amigo! – ¿Tú también quieres ser mi mejor amigo? – Preguntó el castaño.

– Sí, ¡Sí quiero! – Contestó Niall, sonriendo sumamente feliz, pues ¡había conseguido a su primer amigo!

Louis se soltó del agarre que aun mantenían, y llevó su dedo índice hacia en frente de sí mismo, en medio de ambos – Debemos hacer una promesa, y las verdaderas promesas se hacen así – Dijo, mirando como Niall fruncía su ceño, el castaño rió un poco, tomó el dedo índice de su mejor amigo y lo unió al suyo – Así, ahora prometes que serás mi mejor amigo por siempre y yo prometeré lo mismo – Dijo el pequeñito.

Niall sonrió – Prometo por siempre ser tu mejor amigo, Louis – Dijo el mayor de ambos.

También prometo ser tu mejor amigo por siempre, Niall – El castaño habló, con una gran sonrisa en su rostro.

Fue una inocente promesa, llena de la más pura verdad.

...

Cuando prometemos "por siempre" sabemos que no será así, y no es porque no deseemos cumplir con nuestra promesa, sino porque sabemos que todo inicio tiene un final.

Nos mentalizamos con la idea de que lo que prometimos, un día va a acabar, pero somos humanos, y somos egoístas, y cuando ese final llega, nos enojamos, nos desesperamos, pero, sobre todo, nos negamos a aceptarlo, porque simplemente, la idea de que el final ha llegado, nos duele como morir siendo quemados.

En Otra Vida (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora