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~Miedo~

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~Miedo~

El camino duro aproximadamente unos cinco minutos.

Llegamos a un restaurante muy elegante..

Comenzó a entrarme vergüenza en cuanto me di cuenta de como iba vestida, el uniforme de la cafeteria no se compara en lo mas mínimo a las demas mujeres que estan en el lugar.

Sanzu no me dirigió la palabra y solo rodeo el auto y abrió mi puerta.
Si no me diera cuenta de sus intenciones diría que es todo un caballero.

-No traje la ropa adecuada -Estaba muy avergonzada-

-incluso si vinieras en pijama seguirías opacando a las demas -dijo en cuanto sali del auto-

Solo lo ignore debido a la incomodidad del momento, arregle un poco mi cabello y acomode mi blusa.

En cuanto entramos al restaurante me di cuenta de que había un ascensor, no es lo mas emocionante pero... ¿Por que un restaurante necesita un ascensor?

-Señor -Me acerque un poco mas a la oreja de Sanzu-

-Llámame solo Sanzu, muñeca -Dijo mientras tenia una sonrisa de lado-

-Sanzu -Carraspe un poco mi garganta- ¿hacia donde va ese ascensor?

-Hacia donde iremos -Dijo tomando mi mano mientras caminaba en esa dirección-

No dije nada y subí al ascensor junto a el. Sanzu no me da muy buenas vibras pero tampoco tengo alguna prueba para comprobar que no es una buena persona.

Al llegar al segundo piso pude ver como este lugar se pone cada vez mas elegante, es un salon amplio con unas cinco mesas y al fondo un balcón en el cual se encuentra una sola mesa.

Comencé a recorrer todo el lugar con la mirada bastante asombrada.

-Apresurate, tengo hambre

El se enoja y prácticamente me obligo a subir a su estupido auto.

Cada vez hace que tenga menos paciencia.

Simplemente lo seguí ya que al fin y al cabo también tengo hambre, eso de comer donas cuando tienes hambre no me gusta mucho.

Nos sentamos en aquella mesa para solo dos personas en el balcón, un mesero llegó rápidamente a entregar el menu para después irse, en cuanto abrí el menu me di cuenta de algo

Corazón CegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora