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 ~Agallas~

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~Agallas~

Eran aproximadamente las seis de la mañana

las piernas me duelen y ni hablar de mis caderas. Ese hijo de puta, juro que voy a barrer el piso con esas greñas de escoba que tiene.

Al mirar a mi lado me encontré con una cama completamente vacía. En mi cabeza solo pasaban los recuerdos de todo lo que paso en la noche anterior. Un sentimiento de culpa inundo mi cuerpo por completo, me hierve la sangre, no puedo, siempre se repite la misma historia.

En cuanto trate de levantarme me di cuenta de que seguía desnuda. En la cama posaba un vestido de tirantes totalmente pegado de color negro brilloso, muy hermoso siendo sincera. Tome una de las sabanas enrollándola en mi cuerpo y de una  manera rápido entre al baño con la prenda en mano. Cuando estaba por dejar aquel vestido en una mesita que se encontraba en una esquina del gran baño algo cayo del vestido, cuando me agache para observar con detalle pude ver que se trataba de una lencería de color negro, parece ir a juego con el vestido.

Encendí la llave de agua caliente para después colocar el tapón para lograr que el agua permaneciera en aquella tina. Retire la sabana que me envolvía y entre dándome una ducha rápida, no me sentía segura en lo absoluto como para tomarme mi tiempo en este gran baño. Tenia mucho miedo ya que es fácil darse cuenta de que clase de persona es. Por mi cabeza solo rondaba un único pensamiento, el por que tuve que ser tan estúpida pensando que no importaba el riesgo a pesar de que su mirada simplemente decía peligro.

Decidí salir de aquella tina quitando aquel tapón que puse anteriormente. Tome una de las toallas y comencé a secar mi cuerpo con delicadeza, siempre fui muy amable con mi piel, no por que tuviera cuidado por estupideces estéticas si no que mi piel siempre fue sensible. Debido a esto mi piel siempre estaba con moretones y enrojecimientos, esto me causo problemas, aunque las personas mas cercanas a mi evitaban a toda costa golpearme en forma de juego, cuando iba con médicos estos simplemente dijeron que podía ser algo heredado o simplemente así era mi piel.

al finalizar de secar mi cuerpo tome aquella lencería. Note en mi cintura unos moretones visibles, decidí ignorar eso para después terminar de colocarme aquella lencería junto al vestido.

No me gustan los vestidos debido a que me gusta sentarme con las piernas abiertas por comodidad, teniendo un vestido puesto me es imposible realizar esta acción debido a los señores verdes que abundan en gran cantidad en este mundo, aun recuerdo aquella vez en la que recién comencé la secundaria, mis padres en celebración me llevaron a comer a una plaza cercana, nos sentamos en una mesa algo lejos de personas, al lado mio había una mesa con dos hombres de unos treinta años como mínimo, al sentarme levante mi pierna para poder acomodarme en aquellas sillas tan duras, al realizar esta acción mi vestido del uniforme se alzo dejando ver mi short que tenia debajo por precaución, la mirada de uno de los hombres viajo a mi short de protección e inmediatamente golpeo ligeramente a su amigo para que también viera, al notar mi mirada los dos hombres sonrieron y siguieron hablando como si no acabaran de acosar a una niña de 1er año de secundaria. En gran parte me vi afectada por esa situación y le tome asco a los vestidos y desconfié aun mas de los hombres. Aun que no lo parezca por mi situación actual.

Corazón CegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora