Capítulo V (El regalo de Draco)

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Los próximos 3 días que faltaban antes de vacaciones fueron relativamente normales, la escuela fue decorada como de costumbre, Dumbledore comenzó a usar túnicas más coloridas y la nueva actividad de reunirse en el ejército de Dumbledore fue muy satisfactoria y con grandes avances para todos los miembros. Cuando por fin fueron vacaciones a diferencia de otros años nadie se quedó en el castillo, incluso los profesores que vivían allí decidieron pasar las fiestas en distintos lugares como con amigos o hasta en pubs con habitaciones como el caldero chorreante, todo con tal de no quedarce en el castillo con Umbridge. Por supuesto Ron y Harry no eran la excepción, ya que ellos pasarían su descanso en casa del padrino de Harry, Sirius.

Ron:-Qué emoción, pensar que mamá me dejo pasar las fiestas contigo, Sirius, Lupin, Tonks y Hermione solamente, los voy a extrañar pero va a ser divertido- dijo el pecoso emocionado mientras hacía sus maletas junto con los demás chicos con quien compartía dormitorio.

Dean:-Que bueno Ron, yo pasaré navidad y año nuevo en casa de Seamus con sus padres- dijo el moreno también emocionado

Seamus:-Recuerda que tu mamá también está invitada- agregó el muchacho.

Neville:-Yo también estoy contento, esta vez mamá y papá pasarán la Navidad conmigo, con la abuela y con mi tío en casa- dijo el chico rubio y un poco regordete en un tono alegre y soñador cuando Dean y Seamus ya se habían ido de la habitación.

Ron y Harry se emocionaron mucho por aquella noticia, ya que un año atrás debido a que se había usado la maldición crucio en una araña en su clase de Defensa contra las artes oscuras para mostrar como funcionaba, Neville se había asustado y entristecido, este en un principio no quería decirle a nadie lo sucedido pero al final les contó que sus padres habían sido víctimas de esa maldición y habían perdido la noción de las cosas, los chicos prometieron que no dirán nada, sobretodo porque al parecer nunca iban a regresar a la normalidad.

Harry:-Eso es exelente Neville- festejó el pelinegro.

Neville:-Si, lo máximo que recuerdan es mi cara y la de mi abuela, así como la de sus enfermeras pero hubo un gran avance porque aunque no saben quienes somos, saben que no corren peligro y nos quieren, dicen que es lo más lejos que llegarán y aunque no tengo del todo a mis padres al menos si en parte-

Neville estaba contento pero a su vez un poco triste porque sabía que sus padres nunca volverían por completo, sin embargo el simple hecho de saber que aún así ellos lo querían tal y como él lo hacía lo ponía feliz y hacía que el saber que todas las envolturas de dulce que le daba su madre cuando la visitaba en San Mungo significarán aún más.

Cuando por fin llegó la noche buena todos estaban felices en sus casas, casas de amigos y hasta los que estaban en pubs la pasaban de maravilla. Para Ron no era la excepción, estaba contento de estar con sus mejores amigos y con quienes se podía decir eran la nueva familia de Harry, su padrino, la prima de este y su otra figura paterna Lupin; no le gustaba del todo que el elfo doméstico Kreacher se la pasará insultando por lo bajo a todos los presentes pero estaba demasiado contento para tomarlo en cuenta, esa noche cenaría con todos los presentes y le enviaría su regalo de navidad a Draco por medio de su búho enano Pigwidgeon, a quien llamaba sólo Pig porque el nombre que le dió su hermana se le dificultaba pronunciar...

Draco:-Seguramente tu eres Pig- dijo el rubio sentado frente a la ventana de su enorme cuarto después de la cena navideña, mientras vieía a un pequeño búho que cargaba una pesada caja de cartón más grande que él pero no parecía un problema. El búho dejó el paquete en el escritorio y se paro junto a esta. Draco tomó el paquete y se dió cuanta que esté tenía una carta a mano, así que la abrió y comenzó a leerla:

"Querido hurón, sé que no te gusta que diga así pero tienes que admitir que fue divertido, bueno quería desearte una muy feliz navidad y noche buena, espero te la estés pasando bien. Sé que quizá mi regalo no sea caro, de hecho lo hice yo mismo pero aún así espero te guste.
Atte. Ron Weasley"

Aquellas palabras conmovieron a Draco, nadie nunca le había dado algo hecho a mano, quizá estaba rodeado de cosas caras pero el saber que ahora tendría algo hecho con mucho cariño le daba una calidez que sólo podía comparar con los abrazos de su madre, su padre no era de dar abrazos o besos en los cachetes pero eso no quería decir que no fuera cariñoso a su modo. El rubio se quedó pensando eso un rato y después comenzó a abrir la caja con cuidado, al abrirla pudo ver a un osito pelirrojo con una corbata de grifindor, una ramita lijada pegada a una pata como si fuera una varita y ojos de plástico verdes, un ojo estaba más arriba que el otro y la corbata estaba chuecha  pero sin contar eso era igual a Ron. Eso pensó el rubio y lo confirmó cuando vió que había otra pequeña nota dentro de la caja:

"PD: El osito se parece a mi para que si te sientes sólo o triste sea como si me abrazaras, sólo ten cuidado porque creo que se le quedaron unos alfileres"

Draco estaba tan contento como nunca lo había estado, sonrió de oreja a oreja y comenzó a busca y sacar alfileres ( los cuales fueron ocho en total) para poder abrazar a su regalo, el cuál se volvió su cosa favorita en el mundo.

Draco estuvo un rato abrazando al oso y pensando como podía esconderlo tanto de sus padres como de sus compañeros de cuarto Crab y Goyle, quienes no sabían nada de lo de Ron a diferencia de Blaise Zabini y Theodore Nott, encontró la forma de hacerlo, ya qué quería llevar su regalo siempre con él, sólo tenía que poner el oso en una caja de zapatos vacía que tenía en casa y en la escuela simplemente lo dejaría en el fondo de su baúl. Al terminar de planear escondites en casa para cuando su madre hiciera la limpieza le dió al pequeño Pig, que se había quedado todo ese tiempo ahí, una caja forrada con papel de color café claro, debido a que era la convinación del naranja del cabello de Ron y el gris de los ojos de él,  apesar de ser café no se veía mal, al contrario era un café bonito y tenía un moño color verde claro, que esta vez convinaba el color de los ojos del pelirrojo y del cabello de Draco. Todo había sido comprado por Pansy, ya que ella sabía más de convinación de colores y esas cosas, además de que cuando Draco fue a comprar el regalo, la chica fue con él pata disimular que era una salida entre amigos en lugar de compras navideñas.
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Nota: la imagen tiene los colores del moño y la envoltura del regalo que hizo Draco.

Escondiéndose del sapo (Dron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora