VII. Esposo oculto

1.3K 155 22
                                    

🌙Tell me anything you wanna do🌙

🌙Tell me anything you wanna do🌙

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚

Finalmente acabó la oscuridad, dando paso a los más suaves rayos del sol. Para este momento, el Dios Cuervo seguía acunando al castaño entre sus brazos.
Acariciaba con cariño su espalda desnuda, suspirando de felicidad por tenerlo y saberle tranquilo. El día, que a penas iniciaba, le avisó que era el momento de retirarse para seguir cumpliendo con su promesa de limitar las interacciones con su esposo.

Antes de marcharse, se encargó de utilizar su magia celestial para limpiar y vestir al joven dormido, cubriéndolo con telas sedosas.

A modo de detalle, depositó una flor amarilla en la almohada que quedaba libre y esperó a que su amor diese indicios de volver en sí. Solo entonces, al ver que Auron abría los ojos en una visión borrosa, extendió sus alas negras, listo para volar a través del balcón. Esperaba que el muchacho captase el mensaje sutil de que estuvo a su lado en todo momento, que no lo había utilizado y dejado tirado.

—Espero que hayas tenido buenos sueños —dijo por último con dulzura, pero sin voltearse a verlo—. Volveré al anochecer.

Auron parpadeó obnubilado varias veces desde su posición. Miró, sorprendido, que, salvo por esas inofensivas alas color ébano y, al menos de espaldas, su marido parecía un hombre común y corriente, de hombros anchos, con extremidades normales, sin garras, sin cola, sencillamente humano. 

Tal vez, se dijo, el truco estaba en verle la cara. ¿Y si tenía tres ojos? ¿Y si sus colmillos sobresalían como en la feroz mandíbula de un tigre? Sin bien tener dos alas tampoco era lo que se dice "común", esa característica no lo descolocó. Fargan, su amigo y maestro en el arte de la espada, fue bendecido con la gracia de Cristinini, la diosa de la guerra. La deidad le obsequió, en una de sus batallas, unas alas encantadas que asemejaban la apariencia de un búho, mismas que podía poner o quitar y gracias a las cuales obtuvo algunos viajes emocionantes por los aires. Era terreno conocido para él.

Rodó entre su comodidad, quedando barriga abajo. De inmediato se sintió arrullado por el calor subyacente que se encontraba en el otro lado de la cama, como prueba irrefutable de que había dormido de maravilla con la supuesta bestia de centinela.

Encontró, además, la florcilla que Focus había acomodado. Auron suspiró, tomando la planta entre sus manos, sin saber qué hacer exactamente. Su mente vagaba a los sucesos recientes del primer encuentro, lo que se dijo y lo que se hizo. Realizó un chequeo de sí mismo: sin dolor, sin malestar, sin heridas. Al contrario, llevaba años sin tener un descanso tan satisfactorio.

La familiaridad de su entornó ayudó a que se relajase. Su habitación se parecía tanto a la verdadera que por un instante esperó que Adam entrase por la puerta para pedirle que se dirigiera al comedor porque el desayuno ya estaba servido.

🌙FOCUSPLAY🌙 Amor de un diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora