C A P Í T U L O 7.

7.3K 734 187
                                    

CAPÍTULO 7.

Mientras subía los escalones de la entrada de su casa, recibió un mensaje por WhatsApp de Hanako, que la hizo reírse.

¿Aún conservas tu virginidad?

Le respondió tecleando con rapidez sobre la pantalla de su celular.

Lamentablemente :p

Seguidamente entró a su casa, encontrándose con su enfadada madre cruzada de brazos.

—Hola, mamá—la saludó, restándole importancia a su ceñudo rostro.

—Nada de hola, jovencita. Hace tres horas tenías que haber estado en casa, ¿se puede saber dónde estabas? Me tenías preocupada—la regañó, sin borra su expresión.

Shizuka rodó los ojos.

—Sí, lo sé, y lo siento. Estaba en casa de una amiga haciendo la tarea de biología—suspiró, ni loca iba a decirle a su madre que estaba en casa de un chico, no porque recibiría otro regaño sino porque volvería a darle una explicita clase de educación sexual—. ¿Puedo irme a mi habitación?

Su madre suavizó su rostro.

—Está bien, pero recuerda avisarme la próxima vez que no llegarás a la hora de siempre. Me alegra que estés haciendo tus tareas, no quiero recibir otra llamada de tus profesores.

—Está bien—asintió con pesadez. Estaba un poco cansada por el viaje en metro hasta su casa. Todos esos cuerpos sudorosos y apestosos empujándola de un lado a otro la ponían así—. Voy a darme una ducha y bajaré dentro de un rato.

Sin esperar respuesta subió a su habitación. Se quitó los zapatos y las medias y las lanzó por ahí, luego se sentó en la cama, mirando por accidente la foto enmarcada sobre la mesa de noche. Sonrió tristemente al ver ese mismo color de ojos que Shizuka también había heredado. Extrañaba a su hermano, pero él había preferido su otra vida que estar junto a ella.

—Soy demasiado masoquista, Dios—murmuró, comenzando a desvestirse.

(...)

Shizuka llegaba tarde a su clase de química.

—Todo es tu culpa, mamá—farfulló, enfadada—. Debiste haber rechazado la llamada de ese ridículo extranjero y así no llegaría con una hora de retraso.

—Ethan no es ridículo, Shizuka. Es un buen hombre y es mi amigo—le respondió, aparcando en la entrada de su preparatoria—. Y ya te dije que lo siento. No volverá a pasar.

Ella puso los ojos en blanco.

—Sí, sí, él sólo quiere meterse en tus pantalones—le dijo, bajándose del auto y comenzando a correr a pesar de que igual forma ya era muy tarde.

Se detuvo a mitad del pasillo, jadeando por el esfuerzo. Odiaba correr, cada vez que lo hacía sentía punzadas de dolor en los costados y se quedaba sin aire rápidamente. Esperó un par de minutos y volvió a comenzar a correr. Tenía que llegar a la clase del profesor Kakashi, ya que tenía un examen con él y si ella no realizaba ese examen, le quedaba la materia. Quería al menos tener el tiempo para contestar la mitad, o lo que se supiera.

Ni si quiera había estudiado, ahora que lo recordaba.

Shizuka no pudo detenerse a tiempo y chocó contra el joven que iba en la misma dirección que ella. Los cayeron al suelo al momento del impacto. Jadeando se sentó, frotándose la cadera y miró al chico con el que se había tropezado. Era nuevo, evidentemente, porque nunca antes lo había visto y ella conocía a todos los estudiaban allí. Era atractivo, con el cabello negro corto y en puntas, además de unos profundos ojos azul oscuro.

Me perteneces, cariño. |Itachi Uchiha|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora