Me perteneces, cariño. |Itachi Uchiha|

C A P Í T U L O 2.

CAPÍTULO 2.

Shizuka amaneció sintiéndose extrañamente alegre y animada. Se sentía de esa manera debido al plan que en su cabeza se había formado. Todo estaba perfectamente planeado y estaba segura de que funcionaría. Se moría por ver la reacción del chico cuando lo pusiera a funcionar. 

Terminó de desayunar y dejó el plato en el fregadero, para seguidamente subir a buscar a su madre. La encontró en su habitación, terminando de ponerse un labial rosa. Ellas se parecían mucho físicamente hablando; cabello castaño, ojos azules, nariz respingada... Pero en cuanto a personalidad, eran muy diferentes. Su madre estaba loca y eso con seguridad ella lo sabía. Cuando a Shizuka le vino por primera vez la menstruación, a su madre no se le ocurrió nada más que darle, sino con una caja de condones junto con un es mejor prevenir, que lamentar. Luego, en su cumpleaños número quince se encargó de darle, en frente de todos los invitados, como regalo un vibrador para masturbarse. 

Ella aún recordaba ese vergonzoso momento como si hubiera sido ayer. 

—Hola, mamá—la saludó, entrando. 

Haruka volteó a verla y le sonrió suavemente. 

—Hola, cariño—frunció el ceño— ¿No se supone que ya deberías estar lista para ir a clases?

Shizuka se encogió de hombros.

—Tenemos la primera hora libre. —Se sentó en la cama—. Por cierto, ¿hiciste lo que te pedí?

Su madre asintió, levantándose. Se acercó a la mesa de noche y tomó una caja que hasta ahora ella no había notado.

—Aquí están. 

Shizuka la tomó y la dejó en la cama, abriéndola. Se encontró con dos camisetas blancas con dos palabras escritas, las cuales estaban en mayúscula y en un color rojo oscuro, resaltaban bastante, tal y como había pedido. Estaban bien para el poquísimo tiempo que le había dado a su madre. Lamentablemente, esas camisetas no podrían usarse dentro de la preparatoria, y dudaba que Itachi se la pusiera fuera. Pero no importaba, ya tenía otros planes en mente.

—Gracias, mamá. Por eso te amo. —Le lanzó un beso, que hizo reír a su madre.

En cuanto estuvo un par de pasos fuera de la habitación, escuchó reír a su madre:

— ¡Llévate los condones que te regalé que son de sabor a fresa!

— ¡MAMÁ!

(...)

Itachi jadeó sonoramente mientras trataba de recuperar el aire. Estaban en plena clase de educación física y sólo tenían unos minutos para descansar. Se acercó hacia sus cosas para tomar su pote de agua cuando su mejor amigo lo interceptó. 

—Oye, Itachi, ¿aquella pequeña cosa no es tu chica?—Kisame señaló divertido a Shizuka, que miraba hacia todos lados buscando algo o a alguien. Cuando sus miradas se toparon, ella sonrió levemente y comenzó a acercárseles. Enarcó una ceja, y se llenó de curiosidad al ver que la camiseta que traía puesta era diferente a la del uniforme, además de que traía otra en la mano.

Cuando Shizuka se colocó al frente de él, se dio dé cuenta de la gran diferencia de estatura que había entre ellos.

—Hey. —Ella le saludó de una manera casual, con las mejillas comenzando a colorearse de un tono rojizo.

—Hey. —Se lo devolvió entre divertido y extrañado. Vio de reojo que Kisame trataba de aguantar la risa.

Lo que siguió a continuación lo tomó por sorpresa, sin lugar a dudas. Ella se lanzó a sus brazos y le besó. Sus labios eran suaves y tenían un ligero sabor a chocolate. Rápidamente se recompuso de su sorpresa inicial y le contestó con agrado. Fue un beso bastante corto y conciso. Shizuka se alejó de él con sus mejillas aun más rojas y su respiración un poco agitada.

Ella le tendió la camiseta.

—Especialmente hecha para ti. Quiero que todos sepan que me perteneces, cariño—dijo con un tono meloso. 

Itachi la tomó entre sus manos sin todavía haber procesado toda esa información. Ella se dio media vuelta sin esperar respuesta y comenzó a alejarse. Él por fin entendió inmediatamente el por qué, el día de hoy, las miradas de sus fans eran más ácidas que cualquier otro día. En la parte de atrás de la camiseta que traía puesta, tenía escrito en letras mayúsculas y en rojo.

Uchiha Itachi me pertenece. Búscate a otro, zorra.

Se rió, sintiendo a la vez una gran satisfacción al leer eso. Ya sabía la razón de ese comportamiento tan extraño, ella se había enterado de todo. Miro la camisa que sostenía en sus mano, esta traía escrito algo que aumentó su risa. 

—Quiero una así para mi novia—comentó un chico cerca de ellos.

Kisame le miró, alzando una ceja.

—Tú ni siquiera tienes novia, idiota.

Negando, se quitó su camisa, provocando que algunas chicas chillaran y casi se desmayaran ante la visión de la parte superior de su cuerpo desnudo. Se colocó con facilidad la que le entregó Shizuka. Sabía que no duraría mucho tiempo puesta con ella una vez que el profesor se diera de cuenta, pero igual se la puso. Y muchas chicas gruñeron al leer lo que tenía escrito.

Le pertenezco a Minami Shizuka. Si deseas objetar, dirígete a mi dueña, por favor.

Le daba curiosidad que más haría Shizuka. Esperaría impaciente por ello.

(...)

Shizuka caminaba con las piernas temblorosas y sintiendo su corazón latir a un ritmo acelerado. El beso, a pesar de haber sido de corta duración, le había afectado demasiado. Se recostó contra la pared, tratando de calmarse. Con la punta de los dedos se tocó los labios, que aún le hormigueaban. 

—Y sólo fue un simple beso—murmuró, retomando su camino. A lo lejos visualizó la figura de Hanako discutiendo con un chico.

— ¡Señorita Minami! ¡El vestuario que no sea el reglamentario está prohibido!

¡Olá, belas! 💕

Aquí nuevo capítulo. Espero les haya gustado. 😋

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