III

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Hyunjin iba de camino al salón de clases mientras esbozaba una sonrisa, sabía que no podía mantener una relación fuera de lo educativa con sus estudiantes pero habían unos muy simpáticos que los quería en su grupo de amigos y había algunos que le alegraban mucho los ojos, como aquel muchacho, Seungmin, su cabello cuidado y sus ojitos de cachorro eran muy tiernos pero su elocuencia, conocimiento y su voz eran cautivadores en niveles mayores. Hwang se acercó más a él con la excusa de formar un club de lectura para intercambiar ideas y compartir un poco de sus gustos literarios pero lo que quería el castaño en realidad era interactuar más con Kim, conocerlo un poco más para ver si le gustaba en realidad o solo era un leve capricho, no arriesgaría su profesión por un enigma.

Llegando al salón donde se encontraba el enigma se sorprendió al no reconocer la cabellera cobriza a la que se había acostumbrado en un par de meses y encontrar en su lugar una con tonos más violetas, curiosamente ambos estaban combinados; el superior llevaba pantalones grises de cuadros y una camisa negra, y Seungmin pantalones negros de cuadros y camisa gris junto a una boina que descansaba en su pupitre. Hwang creía que el destino le daba una señal, quizás Min no era un simple capricho pero seguía siendo un enigma.

Hwang estaba por salir del instituto pero pausó su trayecto al encontrar con sus ojos al ahora violeta Kim y lo que pensaba, eran sus amigos; sin pensarlo mucho se dirigió hacia el grupito dispuesto a hablar con el muchacho un poco y dar un paso m...

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Hwang estaba por salir del instituto pero pausó su trayecto al encontrar con sus ojos al ahora violeta Kim y lo que pensaba, eran sus amigos; sin pensarlo mucho se dirigió hacia el grupito dispuesto a hablar con el muchacho un poco y dar un paso más para saber qué pasaba por su mente.

—¡Seungmin!- exclamó algo agitado al llegar a su destino-, necesito hablar contigo, ¿me permites?

—Claro- girándose despues de dedicarle una mirada ilusionada a Byun y Camila-, nos vemos mañana.

Hyunjin en varias ocasiones le dijo al menor que cuando no estuvieran en la escuela lo llamara por su nombre pero Min le contestaba que era demasiado educado para olvidar que Hwang era su profesor y también mayor que él, esto al castaño le pareció gracioso y un poco tierno a la vez. Mientras caminaban rumbo a la estación de buses más cercana iban discutiendo sobre el libro favorito del educador, el que recomendó para el club una semana atrás.

—La verdad no quise leerlo antes porque la sinopsis me pareció muy vaga para mi gusto- expresaba el joven con modestia-, le agradezco haberlo recomendado, es muy bueno- dijo sonriendo.

—Qué bien que hayas disfrutado la lectura, Demian es mi libro favorito aunque por la época en la que fue publicado disfrazaron el amor que Emil  tenía hacia Demian con uno inexistente hacia Frau Eva.

—Se puede decir que la iglesia ha arruinado grandes obras y Demian no fue la excepción- soltó sin pensar el de boina.

Lo último que se escuchó fue una enorme carcajada de parte del mayor, se reía tanto que se había empezado a tocar el estómago en señal de dolor; Kim se limitó a sonreír, el sonido de su profesor riendo le pareció magnífico, tanto que su corazón empezó a palpitar un poco más rápido.

—Seungmin, ¿quieres ir por un café al kiosco de la esquina? Podríamos seguir hablando un poco más- sugirió el mayor con la esperanza de que el muchacho no lo rechazara pues sí quería conversar un rato más con él.

Kim pareció dudarlo unos instantes, haciendo cuentas en su cabeza, revisando la hora y mentalmente su billetera pues a veces salía con lo justo, para su suerte hoy no era uno de esos días por lo que no había motivos para declinar esa invitación inesperada.

—Está bien, sin embargo no puedo quedarme mucho tiempo- dijo cohibido.

—¿Unos treinta minutos te parece bien?- al recibir un asentimiento sonrió-, perfecto.

Una vez recibieron sus respectivas órdenes se fueron a sentar en una de las pocas mesas al rededor del inmueble, Hwang por alguna extraña razón se sentía cómodo junto al muchacho tres años menor que él; hablando y conviviendo con Seungmin sentía familiaridad y eso le gustaba.

—¿Puedo llamarte Min cuando no estemos en la universidad?- preguntó de repente.

—Siéntase con la libertad de llamarme cómo mejor le parezca.

El educador se sorprendió pero no por lo fácil que Kim le concedió su petición, si no por lo bien que se sentía que el de cabellos violetas se dirigiera a él cómo usted.

—Bien, Min- enfatizó el diminutivo-. Te daré la primicia solo porque eres mi estudiante favorito; la próxima semana iniciaremos un proyecto, tendrán que formar grupos de tres integrantes, escoger al líder de todo el grupo y un país, de ese país escogerán tres cosas, una obra literaria, un escritor y una composición musical. 

Min, como lo había llamado su profesor, prestaba atención mientras pensaba con quién hacerse y qué tipo de obras exacta escoger porque el país dependía de todo el grupo, no sólo de él. 

 —Oh, realmente me parece fantástico, creo que es un buen ejercicio para conocer más de la literatura.

El tiempo pasó volando para su infortunio y pronto se vieron en la parada de autobuses nuevamente, se despidieron cuando el autobús que llevaba al menor cerca de casa llegó; Seungmin se fue y Hwang quedó ahí, viendo cómo el vehículo se alejaba. Hyunjin solo quería juntar voluntad para volver sobre sus pasos, subirse en su ostentoso cadillac coupe de ville del 56 y dirigirse a su recinto.

Cruzando el portón de su casa, el castaño sacó su celular para preguntarle a Kim si había llegado bien a casa y no había tenido ningún inconveniente debido a su repentina cita, gracias a todo lo bueno del universo recibió la respuesta que su coraz...

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Cruzando el portón de su casa, el castaño sacó su celular para preguntarle a Kim si había llegado bien a casa y no había tenido ningún inconveniente debido a su repentina cita, gracias a todo lo bueno del universo recibió la respuesta que su corazón quería escuchar y se sintió aliviado. Luego de ducharse y ponerse su pijama para dormir por fin, se paró un instante y fijó su vista en una pequeña nota beige que yacía en su pared; tenía escrito algo muy cursi que se le ocurrió luego de darle su número telefónico a Seungmin.

 Luego de ducharse y ponerse su pijama para dormir por fin, se paró un instante y fijó su vista en una pequeña nota beige que yacía en su pared; tenía escrito algo muy cursi que se le ocurrió luego de darle su número telefónico a Seungmin

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Holis~~
Esta vez escribí desde la perspectiva de Jinnie, lo cual es un poco difícil porque estoy familiarizada con la de Min en esta historia pero traté de hacerlo muy natural.
Me disculpo por cualquier error que puedan encontrar y gracias por leer.

Almizcle y NicotinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora